Thibau Nys, el heredero del barro que reclamó su corona en Pontevedra
El belga de Lidl-Trek amenaza con convertirse en una nueva versión de los Van der Poel o Van Aert: un ciclista multidisciplinar con, además, la victoria en la sangre.
La bicicleta es, en muchos aspectos, una enfermedad hereditaria. Aprendemos a montarnos sobre ella en casa, con nuestra familia; cultivamos la afición en largas tardes de verano, junto a nuestros amigos; y la llevamos al siguiente nivel en clubes donde nos rodean rostros conocidos de la infancia, de la adolescencia, de la vida en la cual el gesto de pedalear es tan natural como respirar. En pocos deportes hay tantas sagas familiares como en el ciclismo, ambiente que hace de la endogamia virtud.
A Thibau Nys (2002, Bonheiden) le han visto crecer entre ruedas y barro. Su padre, Sven, es uno de los rostros más populares de Bélgica y una de las mayores leyendas del ciclocross, un deporte tradicionalmente restringido a las heladas campas flamencas. En ellas se ha revolcado con ruedines, y en la 'mountain bike', y en cada una de las categorías inferiores: siempre a las puertas de la caravana de su padre, dos veces maillot arcoíris y siete ganador de la Copa del Mundo. Sven Nys se retiró en 2017, entre palmas y olivos, para asumir la gestión de su equipo: el Baloise-Trek donde, unidos sus destinos con Lidl-Trek, evoluciona el propio Thibau.
Otrora, las disciplinas del ciclismo estaban separadas por un muro macizo sin las puertas giratorias dispuestas hoy por hoy para los más talentosos. Si ahora son habituales los perfiles como Mathieu Van der Poel o Tom Pidcock, que compiten en la carretera con la misma frecuencia y eficiencia que lo hacen en modalidades como el MTB o el propio ciclocross, en la época de Papá Sven aquello era una rareza. Al 'caníbal de Baal' le estaban vedados los grandes escenarios de la ruta donde se consagró el 'caníbal' original Eddy Merckx. Más allá de un breve periplo con Rabobank durante el cual disputó tres París-Roubaix, sólo se presentó en carreras pequeñas con la bicicleta de montaña o de ciclocross en mente.
A Thibau le ha tocado otra época. Ha crecido en el ciclocross, claro, rodeado además del aura necesaria para que la televisión pública Sporza le dedicara una serie documental ('ADN Nys') a su evolución. Campeón mundial del barro tanto en juveniles como en Sub-23, brilló también en sus incursiones en la carretera. No en vano, se adjudicó el Campeonato de Europa en su primer año como 'espoir', batiendo en la prueba de fondo de Trento 2021 al italiano Filippo Baroncini y el español Juan Ayuso en una carrera definida por las acometidas de Raúl García Pierna. Fue la confirmación de un talento que, cuando era más joven, no se anticipaba tan tremendo: quienes le conocen hablan de un ciclista correcto que ha sorprendido en cada salto de categoría por su capacidad de solventarlos con un sucesivo salto de calidad.
En las dos últimas campañas, Nys ha compaginado la campaña invernal del Baloise-Trek con la estival de Lidl-Trek. En ella se ha revelado con nada menos que once victorias; cinco de ellas en primera división, impresionando en citas como Romandía, Suiza y Polonia con su capacidad para rematar llegadas reducidas y en cuesta. Uno de sus triunfos más impactantes llegó este mes de agosto en la ascensión a Karpacz, el mismo puerto polaco en cuyas rampas estrenó su palmarés como profesional Alberto Contador.
A principios de noviembre, Thibau Nys dio un nuevo paso adelante en su empeño de reclamar la corona del barro que legítimamente le corresponde en tanto que hijo de Sven. Fue en Pontevedra, sede de un Campeonato de Europa en que se alzó con el título por delante del español Felipe Orts. Desde este fin de semana, un nuevo reto: la Copa del Mundo de Ciclocross UCI, principal competición de la disciplina invernal de ciclismo que durante dos meses recorrerá Europa con parada este 19 de enero en Benidorm. Ganarla sería un argumento más para cimentar su futuro reinado: deberá derrotar a los campeones salientes Eli Iserbyt y Laurens Sweeck en la pelea por la general, y a Mathieu Van der Poel y Wout van Aert en las mangas que estos decidan disputar.
Más adelante volverán las ruedas finas. Hasta ahora, Lidl-Trek le ha mimado con un calendario a medida con el ciclocross como prioridad; seguirá siendo así. No obstante, en el conjunto estadounidense ya hablan de su debut en una gran vuelta, por qué no el Tour de Francia, como "un paso lógico" en su progresión. Los mentideros le señalan como candidato a gran sorpresa de la temporada de carretera. Pero, antes, deberá mostrar en el barro ese ADN que tanto promete.