CICLISMO

Pogacar vuelve a exhibirse en Lombardía y barre a todos sus rivales

El esloveno suma su tercer triunfo consecutivo en el Monumento otoñal.

Pogacar celebra su victoria en Lombardía. /AP
Pogacar celebra su victoria en Lombardía. AP
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Tadej Pogacar ya tiene otro trofeo más con el que llenar su repleta vitrina. El esloveno cumplió con los pronósticos que le daban como principal favorito a llevarse el Giro de Lombardía y con un ataque bajando a 30 kilómetros de meta dejó a todos sus rivales atrás, incluido un Primoz Roglic al que no se le vio del todo fino. Es su tercer triunfo consecutivo en el Monumento otoñal. Una barbaridad.

El último Monumento de la temporada ciclista era también uno de los más esperados. Tras una Vuelta a España en la que Jumbo se paseó, copando el podio final en su totalidad con Sepp Kuss, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic, todo hacía indicar que lo que iba a ocurrir en Italia iba a ser diferente. Aquí llegaron con el esloveno como jefe de filas absolutoantes de recalar en el equipo Bora, por el que ha fichado a partir del próximo curso para intentar conquistar el Tour de Francia.

Pero el cartel de la prueba era glorioso. Además del último ganador del Giro de Italia estaban en la línea de salida Tadej Pogacar, Remco Evenepoel, Mikel Landa, Enric Mas, Alexander Vlasov, los hermanos Yates, Carlos Rodríguez o Richard Carapaz. Un elenco de estrellas en una clásica mucho más abierta que las que suelen celebrarse en primavera. Y todo pudo cambiar a 220 kilómetros de meta, cuando una caída en el pelotón afectó a Evenepoel, aunque aparentemente sin consecuencias para él.

Con una escapada consentida por Soudal y Jumbo y sin ningún gran nombre en la misma, la prueba transcurrió con normalidad hasta que a 110 de meta Enric Mas se descolgó del pelotón, aparentemente por problemas físicos, algo que le llevaría a abandonar poco después en lo que ya es una temporada para olvidar. El primer gran movimiento ofensivo fue de Education First, lanzando a Ben Healy para jugar la doble baza con Carapaz, uno de los más vigilados en Lombardía. Sin embargo, el ecuatoriano se fue al suelo junto a Mikel Landa a 60 kilómetros de llegar, una caída que no tuvo consecuencias.

Ahí la carrera entró en una calma tensa en la que el equipo de Roglic cogió la cabeza del pelotón en busca de llegar a los últimos 30 kilómetros, donde se esperaba que llegasen los ataques de los hombres importantes del pelotón. Los primeros en moverse, aunque tímidamente, fueron Adam Yates y Julian Alaphilippe. Su movimiento, eso sí, sirvió para romper el grupo principal y descolgar a varios de los favoritos, entre ellos un Remco Evenepoel sin piernas para pelear por la victoria.

En el exigente Passo di Ganda, Roglic comenzó a sufrir tras una arrancada durísima de Pogacar para atrapar a un grupo que había cogido unos metros importantes. También le estaba costando a Carlos Rodríguez, a la rueda del esloveno de Jumbo. Y su compatriota de UAE vio la debilidad y lanzó un ataque para asfixiar todavía más las piernas de sus rivales.

Una vez coronado el puerto, el grupo de cabeza y por lo tanto, opositores a la victoria final era de seis ciclistas. A los dos citados se sumaban Simon Yates, Roglic, Carlos Rodríguez y Andrea Bagioli. Carapaz y el otro Yates ya habían dicho adiós. Y si no se podía para arriba, había que intentarlo hacia abajo y Pogacar se lanzó sin mirar atrás para decirles a todos adiós hasta la línea de meta. Segundo Monumento del año para él tras vencer el Tour de Flandes ante Van der Poel. Completaron el podio Bagioli y Roglic.