Así nació el "landismo": el palmarés completo de Mikel Landa

Mikel Landa ha logrado ser uno de los ciclistas más queridos del pelotón por su forma de correr. El llamado landismo ha logrado traspasar fronteras, seduciendo a multitud de aficionados contagiados por el optimismo que desprenden sus característicos ataques, siempre con el manillar cogido desde abajo. Una actitud que, en una época marcada por el ciclismo robótico de pinganillos y potenciómetros, supuso una ruptura a modo de prefacio de lo que actualmente se conoce como 'ciclismo caníbal'. Lo que prima es el espectáculo: atacar e intentar sorprender al rival.

Aunque Landa ha logrado ser mucho más que un mero agitador. El de Murguía ha sido durante años el ciclista español de referencia junto al incombustible Alejandro Valverde. Aquel al que buscaban los aficionados de nuestro país cuando ojeaban la clasificación General de una gran vuelta. Con argumentos, todo sea dicho. Durante varios años ha mostrado piernas para conseguir terminar en lo más alto. Sin embargo, en muchos instantes importantes la suerte le fue esquiva.

De hecho, con los años, Landa se ha granjeado una cierta fama de pupas entre algunos aficionados. Sobre todo, por caídas ocurridas en momentos puntuales cuando partía entre los favoritos de una gran vuelta. Sucedió en el Giro de 2017, cuando una moto mal aparcada al inicio de la subida al Blockhaus provocó una montonera que le restó cualquier oportunidad de llevarse la General. También en el Tour del 2019, cuando un empujón involuntario de Warren Barguil le mandó al suelo.

Especialmente escalofriante fue su caída en el Giro de 2021, cuando tuvo que ser evacuado en ambulancia con una fractura de clavícula. Joe Dombrowski chocó con una persona que estaba señalando una bifurcación, este a su vez tiró al suelo al corredor alavés, que circulaba a gran velocidad en el pelotón. Landa fue el peor parado del accidente, teniendo que retirarse de la ronda italiana.

No obstante, reducir al corredor vasco en un maldito o un ciclista con mala suerte es tremendamente injusto para con su carrera profesional y resultados conquistados. Si bien es cierto que las grandes vueltas se le han resistido, eso no quiere decir que no haya cuajado actuaciones reseñables.

Destacan, sobre todo, los dos terceros puestos en el Giro de Italia (2015 y 2022), además del cuarto puesto logrado en 2019. Además, en el Tour de Francia ha conseguido finalizar entre los diez primeros en cuatro ocasiones, siendo cuarto en dos de ellas: 2017 y 2020. Su mejor año fue, sin duda, 2015, cuando logró dos etapas del Giro que le valieron el tercer puesto en el podio final. Un año que, además, redondeó con una victoria de etapa en la Vuelta a España y otra victoria de etapa en la Vuelta al País Vasco.

En distinciones individuales, en el Giro de 2017 consiguió llevarse a casa el maillot de la Montaña. No solo eso, sino que fue elegido como el corredor más combativo de la carrera, algo que casa a la perfección con su persona sobre la bicicleta. El gran punto negro del palmarés de Landa son, sin duda, las grandes clásicas ciclistas. En una época en el que estas carreras han ganado mucho valor para el aficionado español, el calendario del vasco sigue unos patrones centrados en las carreras de tres semanas. Aunque el tercer puesto del Giro de Lombardía de 2022 o el tercer puesto de la Flecha Valona de 2023 indican un cierto cambio de tendencia al respecto.