Juan Ayuso explota tras la muerte de Muriel Furrer: "Parece que la chica estuvo una hora hasta ser atendida; es una vergüenza"
El ciclista catalán expuso las carencias de seguridad en el actual ciclismo.
El mundo del ciclismo sigue consternado por la terrible noticia que salió ayer a la luz. Muriel Furrer, una joven corredora de 18 años falleció en el hospital después de permanecer durante horas en estado "muy crítico" a causa del gran accidente que sufrió en los Mundiales que se están celebrando en Zúrich, Suiza. Así lo informó la UCI a través de un tweet, especificando que había sufrido "una grave lesión en la cabeza" en la prueba júnior del pasado jueves, a la que no pudo sobrevivir finalmente.
Entre la consternación por un acontecimiento que aún se desconoce cómo se originó, las dudas y la preocupación invaden a los corredores. Las calles suizas presentaban en el día de ayer un peligroso aspecto para albergar las pruebas: un asfalto mojado y peligroso, por el que los ciclistas pasaban a altas velocidades y que aparentemente no estaba protegido por muchas barreras ni colchonetas.
Juan Ayuso, convocado para disputar con España el Mundial, habló esta noche en El Larguero de la Cadena SER sobre la seguridad actual en el mundo del ciclismo, al hilo de la muerte de Furrer en dichas condiciones. "No me quiero meter mucho porque no sé las circunstancias pero sí parece que la chica estuvo ahí una hora hasta ser atendida", revela sobre el procedimiento que se tomó para socorrer a la corredora. "Me parece una vergüenza. No entiendo que en unos Mundiales o unos Juegos no llevemos comunicación por pinganillo", critica sobre el actual soporte de ayuda en estos casos, el cual podría haberle salvado la vida: "A lo mejor la chica podía estar consciente y decir dos palabras".
"Por poco que puede ser puede cambiar la vida de la persona. Que tampoco lleves rastreador GPS, para ver si vas a 0 (km/h)… Igual no al minuto, pero si ves que una persona lleva cinco minutos igual, a lo mejor ha pasado algo", sentencia Ayuso al respecto. "Desgraciadamente lo tenemos que seguir viviendo. Hay muchos interrogantes y parece que todo sigue igual". Además, el catalán dejó caer su sentimiento sobre una problemática que le quita "las ganas de competir": "Queda un poco feo decirlo, pero a veces es mejor ni pensarlo...".
Admitió sentirse muy afectado tras enterarse en su habitación: "Se me ha saltado alguna lágrima, pelos de punta durante cinco minutos". Fue una noticia que le recordó a lo vivido hace apenas un año cuando tuvo que despedir a Gino Mäder, quien a sus 26 años competía con Bahrein en la Vuelta a Suiza: "Me tocó muy de cerca en una etapa en la cual yo gané en Suiza, yo me enteré después". Recuerda pasarlo muy mal, ya que era "una persona cercana" y puede imaginarse "lo que deben estar pasando todos sus compañeros".