El Bosque, el santuario de la ONCE en que 'Purito' Rodríguez quedó bautizado
El Hotel Las Truchas de la localidad gaditana, en plena Sierra de Grazalema, acogió una quincena de concentraciones del histórico equipo de Manolo Saiz.
Yunquera.- Vestido con el traje rojo que le identifica como regulador de La Vuelta, una suerte de enlace entre el pelotón, la organización y las autoridades de tráfico, Iván Gutiérrez escucha al reportero que le pregunta por El Bosque, por donde al día siguiente pasa la sexta etapa de la gran ronda española. "¡Qué bueno!", recuerda con una amplia sonrisa. "Llámame esta tarde y te cuento". Y, efectivamente, a eso de las ocho descuelga el teléfono y se solaza recordando todo lo que sucedió en ese pueblo recóndito de la provincia de Cádiz en el que cada invierno, desde 1992 hasta 2003, se forjaron las temporadas de uno de los equipos más míticos del pelotón.
"Nos juntábamos cada enero en el Hotel Las Truchas", recuerda el ex ciclista cántabro. "Eran 10 días, normalmente, en un ambiente muy familiar: tanto por el equipo, que era muy pequeño para lo que se estila ahora, como para el hotel, que era rústico y estaba para nosotros. Cuando a mí me tocó ir por primera vez, en 1999, ya era habitual celebrar concentraciones invernales. Pero con Manolo era diferente, especial. Nos metía paliza tras paliza". "Manolo" es Manolo Saiz, uno de los técnicos más conocidos de la historia del ciclismo español, reputado por sus métodos estajanovistas, por sus innovaciones en todos los aspectos del rendimiento y por liderar en lo deportivo a ese equipo que se congregaba en El Bosque: el mítico ONCE.
"Las concentraciones hoy día son muy diferentes", tercia Xavi Florencio, director deportivo del equipo Bahrain Victorious que, como Gutiérrez, conoció el profesionalismo de la mano de Saiz. "La nuestra era otra época, más humana diría yo", avala su ex compañero cántabro. "Era una concentración y no un campo de concentración. Había tiempo para entrenar y para divertirse. Ahora todo es más intenso. Además, los ciclistas comparten menos vivencias interpersonales por la dichosa tecnología". Y Florencio concede: "En Bahrain tratamos de mantener una cercanía, pero cada vez hay más personas y nacionalidades en el seno del equipo y es difícil lograr la misma unión que se conseguía en la ONCE. Ese equipo fue mi primera familia ciclista; de hecho, seguimos en contacto por Whatsapp". Incluso en Twitter fluyen las anécdotas…
Ninguna como aquella ( serrano y mía) de vaciarte la habitación y dejarte una mesilla.. una silla y el ordenador..
— David Etxebarria (@tatxu73) August 22, 2024
Ni somier..ni colchón
. Ni naaaaa
Que gritos pegabas alas 23h 😂🤣😂🤣
Al día siguiente estaba planificado 3h30 ..hicimos 6:30 😂🤣😂🤣
No obstante, si hay una que ha pasado a la historia es el bautizo de Joaquim Rodríguez, uno de los mejores ciclistas españoles de este siglo. "Fue en un día de descanso al estilo Manolo, de 3 horas pedaleando", ríe Florencio. "Fuimos hasta Arcos de la Frontera para tomar un café y volver. Subiendo un repecho, Igor [González de Galdeano] y [Joseba] Beloki se pusieron a tirar marcando un ritmo bastante fuerte, a ver quién se quedaba. A Joaquim no se le ocurrió otra cosa que ponerse a su altura y hacer ver que se fumaba un cigarro, como si fuera tranquilo. Aquella noche tocaba la presentación de los jóvenes. Nos hacían subirnos a una silla y contar alguna historia. En el turno de Joaquim, Beloki le dio un puro y le retó a fumárselo delante de todos. Y llegó a encendérselo, sí, pero no a terminárselo…"
"Nada, nada", le contradice Gutiérrez; "ni se lo encendió". Sería sencillo comprobar cuál es la verdad: Purito Rodríguez también está en La Vuelta, trabajando como embajador de Caser Seguros y comentarista de RTVE. Sin embargo, tiene más gracia dejar vivos el suspense y la leyenda, a la par que imaginamos cómo serían aquellos entrenamientos del equipo de Laurent Jalabert, Alex Zülle, Igor, Beloki y compañía por las mismas carreteras que este jueves han revolucionado La Vuelta.