Exhibición de Van Aert y Brand en 'la Roubaix del ciclocross', último esfuerzo antes de Benidorm
La cita de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI en Dendermonde ofreció un espectáculo embarrado cuando nos acercamos al clímax de la campaña invernal.
Cada deporte erige sus catedrales en lugares que devienen santos bien por su tradición o bien por sus hechos. Desde su estreno en pleno Covid-19 con una contundente victoria de Wout van Aert sobre Mathieu van der Poel que se repetiría al año siguiente, Dendermonde ha devenido en una cita icónica dentro del ciclocross por una gran razón: el barro.
Barro que mana a poco que llueva en la pradera húmeda donde se monta el circuito; barro que cubre el rostro y la ropa de los ciclistas hasta dejarlos irreconocibles; barro que les obliga a 'patear', corriendo con la bicicleta al hombro en tramos de escaleras y curvas donde no existe tracción posible. Barro por doquier en un deporte cuya quintaesencia es el barro, para convertir esta prueba disputada entre Gante y Bruselas en una suerte de París-Roubaix del ciclocross por propiciar de forma inexorable una de las carreras más cautivadoras de la campaña.
En las mangas profesionales de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI disputada este domingo en Dendermonde se impuso la excelencia y la experiencia. Entre las mujeres, la líder en la general del certamen Lucinda Brand (Baloise-Trek), rayando a un nivel alucinante a sus 36 años, logró imponerse en el mano a mano a la prodigiosa Puck Pieterse (Fenix-Deceuninck), quien acabó peleando el segundo cajón del podio con la campeona del mundo Fem Van Empel (Visma | Lease a Bike) y salvándolo en la última vuelta.
La carrera masculina se presentaba huérfana por la ausencia de Mathieu van der Poel, deseada por quienes argumentan que su superioridad bloquea la competición. Wout van Aert (Visma | Lease a Bike) partía como gran favorito y, efectivamente, estuvo muy solo desde que, en la tercera vuelta, redujo al contestón Emiel Vestrynge (Crelan-Corendon). Más de un minuto les separó en línea de meta, donde tercero fue Joran Wyseure (Crelan-Corendon), mientras el alicantino Felipe Orts (Ridley Racing Team) se quedaba al borde del top10 (12º).
Superado Dendermonde, la Copa del Mundo de Ciclocross UCI se toma un fin de semana de respiro para dejar lugar a los campeonatos nacionales, que en España se disputarán en As Pontes (A Coruña). El regreso del certamen más prestigioso de la especialidad invernal del ciclismo será el próximo 19 de enero en Benidorm, evento que la pasada temporada convocó a nada menos que 16.000 espectadores 'in situ' y deparó victorias de Van Empel y Van Aert.
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El belga correrá la Copa del Mundo de Benidorm por 3er año consecutivo. 😎 ¿Podrá revalidar el título?
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Para su tercera edición, la prueba de la Costa Blanca ha confirmado ya la presencia de la gran mayoría de estrellas de la categoría femenina como las mentadas Brand y Van Empel, la neerlandesa de origen dominicano Ceylin del Carmen Alvarado (Alpecin-Deceuninck) o la legendaria Marianne Vos (Visma | Lease a Bike). En la masculina, está descontada la presencia de Orts y de los implicados en la general de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI como Michael Vanthourenhout (Pauwels Sauzen - Cibel) o Toon Aerts (Deschacht - Hens - FSP).
No obstante, el cabeza de cartel en Benidorm no será otro que Wout van Aert. No se medirá con Mathieu van der Poel, ganador de la prueba en 2023 y 'eliminado' de la anterior edición por chocarse con una farola, toda vez que el neerlandés ha elegido saltarse la cita alicantina para concentrarse en altura con la vista puesta en las clásicas de primavera. Sus encuentros en el barro se reducirán a dos: el Exact Cross de Loenhout (27 de diciembre; 1º Van der Poel, 4º Van Aert) y la manga de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI en Maasmechelen (sábado 25 de enero).