VUELTA A ESPAÑA

Las claves de una Vuelta a España corta de kilómetros y sobrada de subidas

Con poquísima contrarreloj y muchísima montaña, la próxima edición de la gran ronda rojigualda promete la victoria de un escalador

Los escaladores, como Enric Mas (Movistar Team) o Juan Ayuso (UAE Team Emirates), serán los favoritos para suceder a Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step) en el palmarés de la Vuelta a España. /GETTY
Los escaladores, como Enric Mas (Movistar Team) o Juan Ayuso (UAE Team Emirates), serán los favoritos para suceder a Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step) en el palmarés de la Vuelta a España. GETTY
Fran Reyes

Fran Reyes

El recorrido de la 78ª edición de la Vuelta a España ha sido presentado este martes en el Palau de la Música de Barcelona, ciudad que será su punto de partida el próximo 26 de agosto con una contrarreloj por equipos de 14 kilómetros, eminentemente turística y horizontal, llamada a marcar las primeras diferencias de una general que se definirá a buen seguro cuando la carretera se torne vertical, mirando al cielo.

Diez finales en alto, tres de ellos en cimas menores, y otras seis jornadas definidas por la organización como "media montaña" proporcionarán a los escaladores terreno de sobra para expresarse. Los velocistas deberán conformarse a priori con las llegadas masivas de Oliva, Zaragoza, Íscar y Madrid, y los contrarrelojistas puros apenas podrán exprimir sus cualidades en los 25 kilómetros de Valladolid.

Ese será el jugo de una Vuelta a España tan intensa en dificultades como parca en kilometraje: sólo 3.154 kilómetros en total, la más corta desde 2008. Este año, el Tour de Francia acumulará 3.400 kilómetros; el Giro d'Italia, 3.449. La razón: cuatro etapas en línea de menos de 135 kilómetros de recorrido y sólo una más allá de los 200, precisamente la penúltima y decisiva en los puertos de Madrid. Ésta es una de las apuestas más interesantes de los técnicos de Unipublic, al contar con 4.000 metros de desnivel repartidos en nada menos que en 10 puertos de 3ª categoría, todos ellos por debajo de los 1.410 metros de altitud.

La escasa altitud es otra de las tónicas de esta Vuelta. Sólo una de las cimas rebasará la barrera psicológica de los 2.000 metros respecto al nivel del mar: el mítico Col du Tourmalet, que tras el estreno frustrado de 2020 (cuando circunstancias ligadas a la Covid-19 obligaron a una suspensión de última hora) aparecerá por primera vez en la gran ronda española en la 13ª etapa, acompañado del no menos legendario Col d'Aubisque y del Col de Spandelles. Sería la obvia etapa reina de no ser porque apenas cinco días más tarde se afrontará el mítico Alto de l'Angliru, en su novena presencia en la gran ronda española.

Habrá otros ocho finales en puertos puntuables. La andorrana escalada a Arinsal, el tradicional Coll de Pal, llegará ya en la tercera etapa para obligar a los favoritos a rendir desde muy pronto. Las metas en Javalambre y la Laguna Negra de Vinuesa, estrenadas en 2019 y 2020 respectivamente, se mostrarán por segunda vez en la 6ª y la 11ª jornada de competición. El muro de Xorret de Catí y la novedosa cuesta de Caravaca de la Cruz pondrán el picante del primer fin de semana. Y, para la segunda mitad de la gran ronda española, tres novedades: el señor alto navarro de Larra-Belagua, el reto de Bejes y la empinada ascensión a La Cruz de Linares.

El eje de esta Vuelta sin presencia de Andalucía, Galicia ni País Vasco, territorios predilectos de la gran ronda española, estará en Valladolid: crono de 25 kilómetros, plana, tras el primer día de descanso, que definirá el escenario hasta Madrid. La escasa cantidad de contrarreloj individual contrasta con los 70 kilómetros del Giro d'Italia y va acorde con los 22 del Tour de Francia. Como la Grande Boucle, la Vuelta a España de 2023 será para escaladores.