El 'bad boy' del ciclocross endereza una campaña de polémicas con victorias
Tras estar en el ojo del huracán por dos incidentes con un excompañero y un espectador, Eli Iserbyt se alza con el liderato de la Copa del Mundo.
El otoño en Bélgica es frío y húmedo; helador, porque la carne no alcanza a proteger los huesos ante la hostilidad del tiempo. Eso no es óbice para que el ciclocross sea el deporte más caliente que se disputa sobre una bicicleta. Por un lado, la adrenalina de los corredores que arriesgan en cada curva, esprintan en cada recta y se lanzan en cada descenso. Por otro, la excitación de un público que disfruta de un día de alta competición nutrido con 'frites' bañadas en mayonesa y regado con cerveza.
Son habituales los roces: tanto entre competidores como con el público, apenas separado de sus ídolos por una cinta de balizar. En los dos primeros meses de la temporada, que suele discurrir entre octubre y febrero, Eli Iserbyt (1997, Bavikhove) ha protagonizado o sufrido ambos tipos de altercados. Dos manchas para el currículum del corredor de Pauwels Sauzen-Bingoal: un especialista excelente, ganador de 17 mangas y dos generales de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI, amén de campeón de Europa en 2020.
Fue en el Exact Cross de Beringen, apertura oficial de la temporada belga (y por ende de la élite mundial) el pasado 12 de octubre, que Iserbyt se enzarzó con Ryan Kamp (Fenix-Deceuninck) en una curva embarrada. Ambos acabaron en el suelo, en un lance relativamente habitual del ciclocross. Lo extraordinario vino después, cuando el campeón belga pisoteó a propósito la bicicleta de su ex compañero de equipo, averiándola.
@esmtb La temporada de ciclocross empieza caliente… 😳
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El incidente fue obviamente castigado con una descalificación y una multa de 100€ que Iserbyt acató, escueto: "Entiendo la decisión del jurado". También se disculpó ante Kamp. No obstante, la UCI no quedó conforme e intervino para ampliar el castigo a 2500 francos suizo (unos 2680€) y una semana de suspensión que le obligó a perderse tres carreras, y con ello dejar de percibir el fijo por participar.
La polémica en torno a Iserbyt no quedó ahí. El 1 de noviembre, mientras se jugaba el icónico Koppenbergcross de Oudenaarde, un espectador le aventó una cerveza a la cara. La organización tomó medidas de inmediato: le detuvieron y le llevaron ante la policía, que levantó acta de lo ocurrido mientras Iserbyt terminaba la carrera en segunda posición. No obstante, ahí quedó un incidente que, en palabras del ciclista, "no debería haber ocurrido".
😡 𝗔𝗹𝗹𝗲𝗿 𝘃𝗼𝗶𝗿 𝘂𝗻𝗲 𝗰𝗼𝘂𝗿𝘀𝗲 𝗽𝗼𝘂𝗿 𝗳𝗮𝗶𝗿𝗲 𝗰̧𝗮 ?
— Eurosport France (@Eurosport_FR) November 1, 2024
Un supporter n'a rien trouvé de mieux à faire que jeter sa bière sur Eli Iserbyt avant d'être évacué par la police à l'occasion du #Koppenbergcross #LesRP pic.twitter.com/g2PqBJPZ6U
La accidentada temporada de un Iserbyt que por un momento pareció asumir el rol de 'bad boy' comenzó a remediarse el pasado fin de semana con dos victorias consecutivas. El sábado, en el Exact Cross de Cortrique; el domingo, en el estreno de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI en Amberes bien apoyado por su coequipier Michael Vanthourenhout para derrotar a su gran rival Laurens Sweeck (Crelan-Corendon).
Este domingo, Iserbyt parte como gran favorito en la manga irlandesa de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI en Dublín, donde además de Vanthourenhout y Sweeck estará también el español Felipe Orts (Ridley Racing Team), 9º en Amberes pese a no encontrar el ritmo y sufrir un pinchazo. En la prueba Elite femenina no faltarán las tres primeras de Amberes: la estelar Fem van Empel (Visma | Lease a Bike), la experta Lucinda Brand (Baloise-Trek) y la pujante Marie Schreiber (SD Worx-Protime). Por parte española también estarán presentes el bloque de Nesta-MMR (Kevin Suárez, en chicos; Sofía Rodríguez y las hermanas Alicia y Lucía González, en chicas) y el asturiano Mario Junquera (Unicaja-Gijón).