El ahijado de Gebrselassie con pasado español que triunfa en el Giro de Italia Sub-23
Lukas Nerurkar, hijo de un atleta británico que fue 5º en la maratón de Atlanta 96 y criado en Etiopía, confirma su talento escalador en una de los mejores escenarios del ciclismo.
El deporte es bello por ser deporte, y también por contar historias que le trascienden. Por ejemplo: la historia de una corredora de fondo y epidemióloga alemana, Gail, que arrastra a su marido, un atleta olímpico recién retirado llamado Richard, a mudarse a Etiopía con su hija recién nacida, Almi. Una vez instalados en Addis Adeba, Richard se pone en contacto con sus antiguos compañeros de carreras y correrías, Haile y Assefa, y así la familia echa raíces…
Pongamos apellidos a los nombres. Richard se apellida Nerurkar: es británico, de madre india, y fue 5º en la maratón de Atlanta 96. Haile es Gebrselassie, y por si necesita presentación indiquemos que ganó dos oros olímpicos y es una leyenda del atletismo; Assefa es Mezgebu, y subió al podio con él en Sídney 2000. Ellos ayudaron a Richard a adaptarse a su nuevo país y a abrirse paso. La amistad se reforzó y, con el tiempo, Haile se convirtió en el padrino de Lukas, el segundo hijo del matrimonio Nerurkar. Lukas y Almi pasaban los veranos en la piscina de los Gebrselassie…
Pasados algo menos de 20 años, Lukas Nerurkar (2003) alza los brazos para imponerse en la quinta etapa del Giro Next Gen, la 'corsa rosa' para jóvenes talentos organizada por la misma empresa que se encarga de la profesional. Lo consigue batiendo a su compañero de fuga Trym Brennsæter (Groupama-FDJ), con quien se ha escapado en el último puerto de la jornada, y le sirve para refrendar el prometedor talento escalador que había dejado ver… en España.
Porque con el tiempo los Nerurkar regresaron a Gran Bretaña, a Brighton, y Lukas cambió la carrera a pie por la bicicleta. Siendo un brillante juvenil de primer año, un equipo navarro, la Fundación Lintxu, le trajo a competir al calendario vasco. "Y corrió la Vuelta a Pamplona, y acabó 2º en dos etapas", narra Vanesa Martín, responsable de aquel club. Sólo le ganaba Igor Arrieta, hoy profesional en el Equipo Kern Pharma y considerado uno de los grandes talentos en ciernes del ciclismo nacional, en la misma quinta de Carlos Rodríguez, Juan Ayuso o Raúl García Pierna.
Al año siguiente, Arrieta ya estaba en la categoría superior y Lukas Nerurkar pasaba épocas en Girona entrenando junto a Tsgabu Grmay, ciclista profesional etíope y amigo personal de su padre Richard. Fue invitado por sus mentores navarros a disputar la carrera de Villatuerta. "Se escapó de salida, le dejaron margen porque no se acordaban de él… y acabó ganando". Tras su cabalgada, aún tuvo que batir al sprint a Hugo Aznar, quien ese día le atrapó desde atrás y el pasado fin de semana se anotó la Vuelta a Navarra para dar un espaldarazo a su trayectoria Sub-23.
Los caminos de Aznar y Nerurkar se acabarán cruzando de nuevo en el profesionalismo. El británico ya lo conoce, toda vez que desde la pasada temporada está encuadrado en el Trinity Racing, equipo nodriza de la agencia de representación Trinty Sports Management con el que sigue asentado en Girona. Fue con sus colores que este mes de febrero se proclamó mejor joven de O Gran Camiño, la novísima ronda gallega organizada por el exciclista Ezequiel Mosquera, compartiendo podio con Jonas Vingegaard. Su mayor éxito hasta el triunfo en el Giro Next Gen.
Ése es el presente de Lukas Nerurkar; su futuro se augura brillantísimo. Un motivo de orgullo para su padre Richard, presente este jueves en la meta de Manerba del Garda. La hija, Almi, tres años mayor que Lukas, también honra la herencia atlética de sus padres: especializada en los 5.000 metros lisos, está en la carrera olímpica para representar a Gran Bretaña en París 2024. De casta les viene a los galgos.