Shakur Stevenson queda a deber el día que se proclama campeón mundial en su tercera división
El estadounidense derrotó a los puntos a Edwin de los Santos en un mal combate. Ganó el Mundial WBC del ligero. Con 26 años ha sido campeón en tres pesos distintos.
Las Vegas se llevará mucha atención este fin de semana. La Fórmula 1 ha hecho una gran apuesta por llevar un Gran Premio a la Ciudad del Pecado. El lujo y las espectacularidad está presente. Aprovechando la coyuntura, Top Rank quiso llevarse un poco del pastel. Organizó un evento en el T-Mobile Arena para servir de reclamo a los aficionados que fuesen a el Gran Circo. Los horarios se solaparon, ya que los dos combates estelares coincidieron con los primeros libres. No restó mucho, ya que no se superó la media entrada. El público no sintió el reclamo y el que acudió hubiese ido en otra fecha. Charles Leclerc estuvo viendo a su paisano Hugo Micallef antes de irse al trabajo y el resto de vips se quedaron a disfrutar del espectáculo.
En el duelo estelar de la noche, Shakur Stevenson estaba ante una noche importante. Lo sacó adelante. Alzó el Mundial WBC del peso ligero y se proclamó rey de su tercera división (lo había sido en pluma y superpluma). El dato es frío… igual que la pobre sensación que dejó sobre el ring. Dominó, pero no dio espectáculo. El duelo coestelar había sido vibrante y el que cerró la noche tuvo demasiado de táctica y poco de pasión, lo que provocó que el público silbase durante varios momentos del pleito. El estadounidense, de 26 años, ganó por decisión unánime (115-113, 116–112 y 116-112) al dominicano Edwin De los Santos. Triunfó, pero le quedo claro por dónde debe mejorar.
Shakur se dejó llevar por el ambiente y quiso fardar de amigos de inicio. En el vestuario recibió la visita de Floyd Mayweather, con quien se le compara, y salió escoltado al ring por Terence Crawford y Andre Ward… mucha clase en esa foto. Todo estaba listo para que Shakur brillase, pero esta vez quedó a deber. Dominó de principio a fin el combate. Hizo fallar mucho a De los Santos, pero ambos fueron demasiado timoratos. Los púgiles eran zurdos, lo que provocó que les costase leerse. También gozaba de un buen sentido de la distancia, lo que mató la pelea. Los estilos hacen los combates y los suyos no casaban. Stevenson acabó conectando 65 golpes (de 209 intentos, un 31,1% de efectividad) en doce asaltos y De los Santos únicamente 40 (316 intentos). Demasiado pobre.
Stevenson amagaba con su jab, pegaba alguna vez y salía. Lo hizo así durante los cinco primeros asaltos. El público, en el tercero ya empezó a silbar. Poca acción y mucha defensa. Shakur llegó a dejar en dos rounds al dominicano con un 5,6% (tercero) y 6,1% (octavo) de acierto en golpes. Muy buena defensa del estadounidense, pero poco hacia en favor del espectáculo. Una vez mediada la pelea, De los Santos intentó cerrar a su oponente contra las cuerdas, pero Stevenson huía de la situación, algo que el latino recriminó al acabar. "Ha sido una carrera de atletismo. No se paró como hace con el resto porque sabía que era mejor. Le regalaron el título, pero yo soy el campeón del pueblo", apuntó antes de llamar "Shakira" al nuevo campeón por su manera de "correr" durante el pleito.
La decisión de los jueces no fue fácil, ya que había demasiado poco que valorar. Mas que el ataque tuvieron que quedarse con la buena defensa de Stevenson. Al acabar, el estadounidense habló al público entre fuertes abucheos. Él no pudo negar la evidencia: "Tuve una mala actuación. No me sentía muy bien. No hay excusas. Si me siento así, me aseguro de boxear y conseguir la victoria", apuntó. Con esa actuación sus posibles rivales como Haney, Gervonta o Kambosos hicieron publicaciones en sus redes sociales mofándose de lo aburrido del combate. Merece las críticas, pero no hay que olvidar lo más importante: un campeón lo es porque es capaz de ganar también en sus peores días. Ahí también se demuestra la clase. No será recordado su combate por los sucedido en el ring, pero sí por lo numérico. Plata olímpica y campeón mundial en tres divisiones con 26 años. Palabras mayores, aunque una mala actuación ante un T-Mobile Arena por debajo de media entrada es un factor para tener en cuenta. Hay mucho que cambiar.
Navarrete retiene ante Conceiçao tras un nulo
Instant classic.
— Top Rank Boxing (@trboxing) November 17, 2023
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Emanuel Navarrete salió de Las Vegas como campeón mundial WBO del superpluma, aunque lo hizo después de lograr un nulo mayoritario (114-112, 113-113 y 113-113) frente a Robson Conceiçao. El mexicano, de 28 años, siempre muestra un estilo sincero en el ring. Con el micrófono es igual. "La decisión es merecida. Robson es un gran luchador. Se dejó el corazón en el ring. Hubo algunos detalles que cambiar en cuanto la técnica, pero logramos lo que dijimos. Hemos dado un gran espectáculo. Estoy muy feliz de haber retenido, al menos, el título. Se merece la revancha. La decisión no es mía al 100%, pero si sucede entrenaría aún mejor", espetó el campeón mundial en tres divisiones. El camino justo llevaría a una secuela. La merecen ellos y el público.
El pleito fue vibrante desde el inicio. Navarrete salió a meter presión, algo que Conceiçao, pese a tener más técnica, no rehuyó en ningún momento. El brasileño intentó poner un elevado número de golpes (852 lanzados y 213 conectados) mientras que el mexicano quiso pegar, pero con potencia (487 lanzados y 116 conectados). Los datos no engañan. Al Vaquero le faltó ritmo, pero como en él es habitual hizo destrozos. Envió al brasileño al suelo en el cuarto y séptimo round. Navarrete buscó el KO, pero terminó cansado y no pudo imprimir potencia en los golpes que lanzaba, sobre todo, a la zona de flotación. Conceiçao no se rindió, pero su pegada estaba muy alejada de hacer daño al campeón. Las dos caídas salvaron de la derrota al azteca. De nuevo su pegada salió al rescate.