Sergio García, tetracampeón de Europa, al borde del retiro con 32 años: "Sólo seguiré si llega una buena oferta, no voy a ir al matadero"
El cántabro boxea este sábado en Torrelavega para despedirse de su público. Será su último combate en España. Se retirará salvo que le llamen para un combate lucrativo.
"Ser referente de alguien son palabras mayores. Te diría, incluso, que no me gustaría serlo porque es una gran responsabilidad. Sólo he hecho deporte durante mucho tiempo, nada más. Quiero ser referente para mis hijos, pero porque eso sí lo he elegido yo. Me gustaría ser recordado como un trabajador. No tenía un talento especial, pero sí mucho esfuerzo y dedicación", afirma Sergio García (34-3, 14 KO) en una entrevista muy personal a Relevo.
El cántabro, de 32 años, ha sido cuatro veces campeón de Europa del peso superwelter. Podría tener muchos combates todavía por delante, pero él siempre ha tenido claro que no alargaría su carrera en exceso. Tras perder tres de sus últimos cuatro combates (todos ellos en Estados Unidos ante rivales de entidad), El Niño no duda en afirmar que el de este sábado podría ser su último combate. Será en Torrelavega, su ciudad, y lo hace como un agradecimiento al público que tanto apoyo le ha brindado.
"Sampson Lewkowicz (su manager en Estados Unidos) me ha llamado varias veces diciéndome que si hago una pelea ganadora podrían volver a llamarme para una pelea importante. Voy a pelear, sobre todo, por mi gente, para despedirme de ellos en el ring. Será la última vez en España. Si no sale ese gran combate, no boxearé más. Eso sí, por muy alta que sea la bolsa no voy a aceptar cualquier cosa. Al boxeo no se juega y tengo la fortuna de poder elegir cuándo me puedo retirar. Si me avisan con poco tiempo, por mucho que paguen, no iré. Si llega una buena oferta, con tiempo para hacer una buena preparación, iré, pero no voy a ir al matadero. En los últimos meses me han ofrecido cosas, pero ninguna cumplía esas condiciones. Muchas personas me dicen que todavía soy muy joven, sí, pero también valoro otras cosas de la vida más allá del deporte", revela García.
Pese a que el objetivo es despedirse de su público con victoria, El Niño no quería un regalo. "Me ofrecieron bastantes rivales, pero no he elegido a un cualquiera. Quiero que la gente disfrute", avisa el cántabro, quien ha tenido problemas para el oponente. En la misma semana de pelea cerraron al argentino Emiliano Pucheta (19-9-11, 8 KO), quien viaja a España con el objetivo de dar la campanada.
García, pese a su juventud, tiene clara su decisión. Algo que logra tras relativizar todo. "Hay gente que me comenta que todavía podría ganar muchas cosas, pero no me torturo con eso. Estoy satisfecho con lo que he logrado. La última vez preparé la pelea para un zurdo y a última hora cambiaron al rival por lesión después de que yo aceptase. La pelea iba igualada y en el tercer asalto me cazó. Contra Fundora salió una pelea pareja y Harrison me pasó por encima. No hay más vueltas. No me voy con ninguna espina clavada", asegura el púgil, quien desde hace dos años entrena en Reino Unido, una de las experiencia que, sin duda, "siempre recordará".
Sea el último o uno de los últimos bailes de El Niño, este sábado Torrelavega da el último aplauso del público español a un púgil que ha marcado la última década del boxeo español. Aunque no le guste, será referente de buena praxis en el ring. Educado, trabajador y sobre todo, claro con sus objetivos. El legado de Sergio García ya es eterno.