BOXEO

Molina destrona a Jonfer en un combate que marcará una época

Samuel Molina se proclamó campeón de España del superligero al imponerse, por decisión unánime, a Jon Fernández en Málaga.

Samuel Molina y Jon Fernández se abrazan tras el combate./Adrián Rubio Moreno (@adrumor)
Samuel Molina y Jon Fernández se abrazan tras el combate. Adrián Rubio Moreno (@adrumor)
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Las colas regresaron al boxeo español. La gente aguardaba con ansia en la puerta del Polideportivo Carranque de Málaga el Campeonato de España más esperado en años. Jon Fernández ponía en juego su cetro del superligero frente a Samuel Molina: Jonfer vs Molina. Un combate de los que crean afición y en el que los fans vibraron desde el segundo uno. El pleito cumplió las expectativas y coronó al andaluz por decisión unánime (97-93, 96-94 y 96-94). Se trata de una victoria muy importante para Molina, que ve cómo ahora dará una gran subida en las listas continentales. El Campeonato de Europa debería ser la próxima parada para él.

El combate fue vibrante desde el primer segundo. Jonfer salió mejor y conectó manos duras. A Molina le costó entrar en el ring. A partir del tercer asalto comenzó a sumar trabajo. La movilidad fue la base sobre la que construyó su victoria. Un cabezazo en el segundo asalto pudo poner punto final a todo, pero lo único que hizo fue darle épica a un combate que no lo necesitaba. De inicio fue mejor Fernández e iba arriba en dos cartulinas (la otra nula). Ahí empezó a cambiar la pelea, Molina igualó y desde ese momento el pleito fue muy parejo. El campeón conectaba duro, pero el aspirante lograba tener mayor ritmo y poco a poco se fue creciendo.

La tarea de los jueces fue dura, ya que los rounds se decidían por detalles mínimos. Los golpes del andaluz, aunque fuesen a la guardia, eran coreados por su afición y el vasco le pedía que cruzase golpes. Jonfer pegaba y tenía mucho peligro. Varias veces pareció tocar al aspirante, pero Molina no se resentía. En la segunda lectura de puntuaciones, tras el séptimo asalto, el combate estaba nulo. Un juez daba vencedor al campeón, otro al retador y el otro empate.

Molina iba a más. Estaba cómodo, sacaba trabajo y aunque recibía, parecía más entero. Jonfer sabía que iba abajo en las cartulinas, por ello salió a matar o morir en los tres minutos finales. Fueron 180 segundos de puro éxtasis. Ninguno de los casi 2.500 espectadores se pudieron quedar sentados. Los cruces fueron brutales, y todo pudo pasar. Ambos resistieron como titanes y dieron un combate digno de lo que se esperaba de ambos. Al acabar Molina se dio un baño de masas y Fernández pidió perdón a su esquina. Según pudo saber Relevo tras el combate, desde el sexto asalto el ya excampeón no veía por su ojo derecho. No quiso ni mencionarlo. Samuel Molina fue mejor en el ring y se llevó el triunfo. Los dos se ganaron al público español. Combates de otra época. Combates que hacen época.