Fury juguetea con Chisora para reclamar un 'rumble' con Usyk y Joyce
Tyson Fury retuvo el Mundial WBC del pesado ante Chisora en diez asaltos. Usky y Joyce apuntan a ser su plan de futuro.
Como si de una estrella del rock se tratase, el Tottenham Hotspur Stadium se vino abajo cuando Tyson Fury apareció. Los 60.000 asistentes a la velada estaban allí por un único motivo: ver al Gipsy King en directo. Poco importaron los cinco grados que había en Londres. Nadie se lo quería perder. El campeón mundial WBC del peso pesado retuvo su corona al vencer por KO técnico en el décimo a Derek Chisora. El combate era lo de menos, y es que la previsión era la que hubo. Triunfo fácil para Fury y mente puesta en el futuro. Cada pleito del inglés es un gran acontecimiento y de nuevo se volvió a notar. Es el número uno en cuanto a repercusión en el boxeo en la actualidad. Sin discusión. Ganará 25 millones de libras garantizadas mas los beneficios derivados del PPV en Reino Unido (el reparto es 80-20 para el campeón). Los números no mienten.
En el plano estrictamente deportivo, hubo poca historia. Chisora fue Chisora y salió a presionar. Fury le recibió, echó su peso encima y empezó a cansarlo. En su prime Chisora no fue capaz de ganar a Fury y ahora están a años luz. Con una derecha recta el Gipsy King hizo que las piernas de su rival se tambaleasen. Cuestión de tiempo. En el segundo el castigo aumentó y el aspirante resistió por corazón. En tercer acto evidenció lo mismo. Chisora se levantó desorientado después de que el campeón le cayese encima. Estaba KO y resistía porque es un guerrero. El retador incluso sacó alguna bomba característica en el cuarto, pero la diferencia era abismal. Fury levantó el pie y jugueteó hasta que en su cabeza entendió que los fans ya se habían divertido lo suficiente y puso remedio. Todo acabó en el 10 asalto. El pleito se estaba volviendo tedioso y es que Fury era tan superior que se dedicó a juguetear sin idea de noquear. Esa circunstancia hizo que el árbitro detuviese las acciones. No tenía sentido seguir.
Una vez que acabó el combate llegó lo más interesante. Olek Usyk y Joe Joyce estaban en el ringsite. Tocaba hablar de futuro. Antes, Fury volvió a mostrar el motivo por el que la gente le tiene tanta estima. Interactuó con los fans, cantó coreando el nombre de Chisora… y después ya miró al futuro. Mandó subir a Usyk al ring y se pusieron cara a cara. El inglés llamó "conejo" al ucraniano, lo mismo que en su día Ali le dijo a Patterson. Tras un intenso careo, Fury reclamó a Joyce. "Nadie más te ha llamado", espetó el campeón WBC. Hay que leer entrelíneas: el Gypsy King quiere unificar coronas contra Usyk y si le va bien, Joyce será el próximo en la lista. Fury pidió un "rumble", que pase uno detrás del otro. Habrá que verlo, de momento Usyk fue claro al despedirse: "Nos vemos pronto".