BOXEO

Lorusso deja sin Europeo a Látigo Pérez

Alessio Lorusso se proclamó campeón de Europa del peso gallo al vencer por KO en el decimosegundo asalto al español Sebastián Látigo Pérez.

Alessio Lorusso celebra su victoria ante Látigo Pérez./
Alessio Lorusso celebra su victoria ante Látigo Pérez.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Las manos pegadas a la sien y avanzando sin miedo. Esa fue la receta que Sebastián "Látigo" Pérez presentó en Monza este viernes. El vasco, de 26 años, desafió al local Alessio Lorusso por el Campeonato de Europa del peso gallo, el cual estaba vacante. "Látigo" tenía muchos factores en su contra, pero batalló sin cesar con el objetivo de acabar la noche cómo el mejor del continente en su peso. No pudo ser. El cinturón se quedó con el local. Lorusso se impuso por KO en el último asalto y es que el transalpino hizo la misma estrategia que contra el canario Barreto, hace un año, por el cinturón de la Unión Europea. Fue de menos a más y acabó cruzando para lograr finalizar antes del límite.

Pérez quería aprovechar que no tiene que deshidratarse para dar el peso. Intentó meter mucho ritmo pensando en la segunda parte del combate. Lo hizo. Presionó, pero el italiano era muy escurridizo y eso le lastró. Lorusso contaba con una envergadura mayor, por ello pegaba desde lejos y se movía de manera constante. El gasto energético era grande, pero el transalpino es apodado el "mosquito" y es por algo. Nunca se cansó y en cuanto veía la opción sacaba tres o cuatro "picotazos" para ir decantando el round de su lado. Esa diferencia de tamaño no permitió a Látigo poder enlazar combinaciones largas. Impactó con manos duras, pero nunca consecutivas. Tampoco pudo percutir abajo todo lo que le hubiese gustado.

Mediado el combate, el español veía que Lorusso no variaba el plan. Estaba cómodo moviéndose de manera constante y evitaba quedarse parado. Lo hizo en el tercer asalto y Pérez lo aprovechó para castigarle. Por momentos, Látigo le pedía a su oponente que fuese a por él, pero parecía que nunca lo lograría. El pleito estaba siendo parejo, pero las cartulinas se iban decantando del lado local. Lorusso sorprendió en el décimo asalto. Cambió el ritmo y empezó a cruzar. Látigo se sentía cómodo y llegó a la esquina confiado antes del round final. Ahí, el italiano mostró su raza. Después de ser cerebral, se lió al tú por tú en su distancia. Pérez empezó a encajar golpes y en lugar de agarrarse pensó en meter su mano. Se fue al suelo y aunque estaba tocado volvió a cruzar. Con la segunda caída el árbitro aguantó la cuenta, pero aunque solo quedaba un minuto y 20 segundos, el referí detuvo con acierto las acciones. Lorusso es un boxeador peculiar, pero muy efectivo. Para Pérez es tiempo de reflexión. Aseguraba en la previa que podría dar el supermosca y que le gustaría probar en esa división. Su fortaleza podrá salir a relucir mucho más ahí. La oportunidad le volverá a llegar a Látigo Pérez.