BOXEO

Un latigazo le sirve a Ryan García para volver a ganar tras la polémica con Golden Boy

El californiano noqueó en el octavo asalto a Óscar Duarte para lograr su primer triunfo tras perder el invicto. No quiso entrar en los problemas con sus manejadores.

Ryan García celebra su victoria sobre Óscar Duarte./Golden Boy Promotions
Ryan García celebra su victoria sobre Óscar Duarte. Golden Boy Promotions
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Ryan García lució ansioso durante su combate contra Óscar Duarte. El californiano, de 25 años, regresó este sábado al ring tras perder el invicto ante Gervonta Davis en abril. La semana no fue sencilla, ya que durante la rueda de prensa previa cargó contra Óscar de la Hoya, presidente de Golden Boy, y Bernard Hopkins, uno de sus hombres de confianza en la promotora. El púgil aseguró que sus jefes iban con su oponente, al que también manejan. De la Hoya no se cortó y aseguró ante los medios, después del desplante, que estaba preocupado "por la salud" mental del joven, ya que es "frágil".

Ya sea por las palabras o por la presión de volver a ganar, Ryan lució con mucha ansia. Se evidenciaba en los minutos de descanso. En los primeros cuatro rounds no quiso sentarse. Su nuevo entrenador, Derrick James, le daba indicaciones, pero él ni le miraba. Ponía su vista en su oponente y se movía desafiante. Raro. También se le vio extraño durante el combate.

El primer asalto lo dominó con poco, ya que Duarte armó un caparazón y esperó acontecimientos. El mexicano pega muy duro y García lo descubrió en el segundo asalto, ahí cambió todo. Duarte empezó a apretar y cortar espacios. Ryan boxeó hacia atrás, esquivaba y golpeaba. Se notaba la incomodidad. Pese a ello, ganó los tres primeros rounds. En el cuarto estuvo más atento de protestar al árbitro todo, lo que le descentró y en los dos siguientes se quedó a cruzar. Ahí estaba mejor el azteca. García ponía una guardia heterodoxa demasiado perfilada, por lo que él mismo se cerraba las opciones para contragolpear.

García fue buscando una mano toda la noche, enlazó series, pero quería noquear con un golpe. Desde el séptimo empezó a moverse, pegando menos. Muy elusivo y casi en 'bicicleta', lo que provocó runrún entre el público. Duarte le perseguía para conectarle, lo que le costó la derrota. En el octavo, Ryan ejecutó un crochet que dio en la sien al mexicano. Fue un golpe con retardo, a los dos segundos se quiso apoyar en las cuerdas. García vio la sangre y fue a ejecutar. Fue el golpe que dio justo en el botón, no había nada que hacer.

Ryan festejó con el equipo y se quitó la carga. Se le notó con enrabietado y hubo tensión. Durante la celebración (ganó un cinturón intermedio WBA del welter, ya que la pelea fue pactada entre superligero y welter, aunque su división será la de las 140 libras) sólo Eric Gómez, mano derecha de De la Hoya, se acercó a felicitarle. El púgil le dio la mano sin mirarle. Durante la entrevista aseguró que tenía la convicción de ser campeón del mundo y restó importancia a los problemas: "Soy una persona que mira hacia delante, que perdona y positiva". No quiso polemizar. Aún así, tras el combate De la Hoya se intentó acercar al púgil y este no finalizó el abrazo que pretendía darle su promotor. El californiano quiso huir de la situación rápido. El abrazo de de la paz se quedó a medias.