BOXEO

Joana Pastrana, la campeona del mundo y Europa que dejó el boxeo con 30 años: "Estaba frustrada"

La boxeadora repasa en Relevo su nueva vida alejada de la competición. Es actriz, ha montado un gimnasio y será entrenadora de una influencer en la Velada del Año III.

Joana Pastrana atiende a Relevo./MICHÈLE NOVOVITCH
Joana Pastrana atiende a Relevo. MICHÈLE NOVOVITCH
Álvaro Carrera
Michèle Novovitch

Álvaro Carrera y Michèle Novovitch

Joana Pastrana se fue la última del WiZink Center en el que fue su último combate. Ella se quedó en el ring cuando todas las luces se apagaron. La escena se emitió poco después en el Informe Plus que repasaba ese pleito y su carrera. Sin duda fue lo que mejor pudo definir lo que fue su adiós. La madrileña decidió irse con 30 años, tres Mundiales y cuatro Europeos en el zurrón. Podría haber seguido, pero "prefirió dejarlo". "En lo siguiente que viniese no iba a ser mi mejor versión. Estaba muy cansada del boxeo. Por ello decidí tomar la decisión e irme por todo lo alto (ganó y retuvo el Europeo)", asegura en una entrevista a Relevo.

Joana Pastrana:«El objetivo era ganar dinero pero, como del boxeo no podía ser, lo dejé».MICHÈLE NOVOVITCH | FERNANDO ACHAQUES

En junio de 2021, antes de defender el Campeonato de Europa del peso mínimo en el WiZink Center y decir adiós, Pastrana habló claro. Se sentía una privilegiada por poder vivir del boxeo, pero más bien su realidad era que sobrevivía gracias al deporte. "Desde fuera, por lo que sé, el boxeo sigue igual o peor. Era la que mejor podía vivir del boxeo. Ahora no veo a ninguna que se dedique por y para ello. Creo que la situación no ha mejorado en estos casi dos años. En mi caso no odiaba el deporte en ese momento,la palabra es frustración. Sentía que estaba haciendo todo de manera correcta, pero no lograba conseguir el beneficio económico que quería a través del boxeo profesional", apunta.

El paso de los días en el calendario hace que la madrileña sea también más consciente de lo que logró. "Ahora es cuando estoy siendo realmente consciente de lo grande que fue todo lo que conseguí. En ese mismo momento es trabajo y lo haces por inercia. Me daba tiempo a valorarlo, pero no a disfrutarlo. Se acababa un combate y pasada una semana ya estaba con otro título encima de la mesa. Empezaba otra preparación, dieta, recorte de peso y el sufrimiento… al principio es muy emocionante, pero cuando no hay un break entre tanto sobreesfuerzo la situación te empieza a mermar. No disfrutas como debes en combates de ese nivel. Ahora veo otras boxeadoras que están compitiendo y que les está costando mucho llegar a grandes oportunidades. Ahí es donde digo: 'ostras, yo lo he conseguido'", afirma.

Con 32 años, Pastrana podría tener muchos años por delante todavía en el primer nivel, pero la competición no es algo que le preocupe. "Al poco de dejarlo me ofrecieron una pelea en Estados Unidos y me daban una bolsa mucho mayor de la que había ganado nunca, pero la rechacé porque estaba retirada. En mi vida he ido luchando por alcanzar mis objetivos y los he ido consiguiendo, pero también hay que darse cuenta que no siempre es posible. Gané los títulos y quería ganar dinero del boxeo profesional, como vi que no era posible, lo dejé. Pasado el tiempo, sé que tomé la decisión correcta", espeta sin titubeos. Joana está en paz y lo resume en una frase: "Ahora mismo estoy genial en todos los aspectos", añade.

Pastrana es empresaria y trabaja como especialista de cine

La competición está aparcada, pero el deporte sigue en su vida: "Desde que me retiré he estado como máximo tres o cuatro días sin entrenar", revela. El boxeo es parte de esos entrenamientos y más cuando desde el pasado octubre es propietaria, junto con su exentrenador Nico González y varios socios, de un gimnasio en Madrid (Distrito Zero). "La idea es que la gente disfrute del deporte y esté en forma. Nunca digas nunca, pero mi objetivo no es crear una saga de boxeadores", afirma.

Pastrana no se cierra a nada y sólo acepta "lo que vaya a aportarle felicidad y una experiencia vital". Esa premisa se cumple con uno de los asuntos que ahora tiene entre manos. Está preparando a la creadora de contenido Marina Rivers para pelear en la Velada del Año III.

Joana Pastrana: «Me habría gustado ser yo la que estuviera en el ring»MICHÈLE NOVOVITCH | FERNANDO ACHAQUES

"Ni en mis mejores sueños estaba poder pelear en un campo de fútbol ante 60.000 personas. En ese punto hay dos opciones: te frustras porque no eres tú la que estás ahí o intentas sumarte a la ola y aportas. Prefiero la segunda opción. Mentiría si dijese que no me gustaría ser yo la que pelease en ese ring, pero no puedo hacer nada. Lo único que puedo hacer es dar lo mejor de mí misma para que Marina lo haga lo mejor posible y disfrute del camino. No me da rabia porque voy a ser partícipe también de ese momento", afirma Joana, quien obviamente cree que este tipo de eventos es un plus para el deporte. "Va a ser muy positivo. Seguramente que mucha gente diga: 'lo podría hacer mejor que ellos' y eso provoque que les pique la curiosidad y acudan a los gimnasios para empezar a entrenar", añade.

Alejada totalmente del deporte, Pastrana está trabajando para forjarse un nombre en el cine. Cuando dejó el boxeo empezó a prepararse para ser especialista. "Pasa un poco como en el deporte. En el cine trabajas a un año vista y ahora se está empezando a ver lo que hice el año pasado o a veces ni eso, porque al especialista muchas veces ni siquiera notas que está", asegura. Además de cómo actriz, Joana también tiene otros papeles delante de las cámaras.

Ha participado en el reality de HBO Traitors. "Al principio, todas las personas que aceptamos entrar íbamos con miedo porque no teníamos un perfil de reality. Ninguno queríamos contar nuestra vida o roces de la convivencia. Ahora que se ha visto el resultado se ha podido observar que se tiene que usar ese término, pero es una cosa totalmente diferente. Me lo pasé muy bien haciéndolo", concluye Joana Pastrana. La competición la echa en falta, pero ella está centrada en su nueva vida. Sobre el ring nunca tuvo un apodo, dos años después de retirarse hay un adjetivo que la define a la perfección: polifacética.