Ioka y Franco hacen nulo en el último combate del año

El fin de año y Japón tienen un idilio especial. Cada año el país asiático alberga grandes combates el día que se cierra el curso. En 2022 la cita estaba en el peso supermosca. Kazuto Ioka, campeón WBO, se enfrentaba a Joshua Franco, monarca WBA, para unificar ambas coronas. La pelea prometía ser de alto voltaje y cumplió, aunque lo inesperado fue la dosis de polémica que vino aparejada. Un juez vio ganador a Franco (115-113) y los otros vieron tablas (114-114). El combate se decretó nulo y ambos vuelven a sus casas con el mismo cinturón con el que se presentaron al pleito.

El ritmo fue incesante durante todo el combate, casi no hubo segundos de descanso. Con tanta intensidad es difícil puntuar, pero la sensación era que la rapidez de Franco y contundencia eran mayores. Ioka no hizo mal combate, pero en el golpe por golpe pareció por detrás. Las percepciones son lo que marcan este deporte y ser el local pesa. Sucedió de nuevo, ya que desde televisión Franco fue mejor dentro de lo parejo del pleito.

El nulo no beneficia a ninguno, aunque quizá el más perjudicado sea el local. Ioka recibió una excepción de la WBO para hacer la unificación, pero resulta complicado que pueda obtenerla de nuevo para una revancha. La secuela sería de justicia, pero es probable que Nakatani reclame su plaza de retador. Por su parte, Franco sale reforzado por la imagen que dio. Hizo el mejor combate de su carrera y demostró todas sus virtudes. En su caso la WBA no parece que le vaya a poner demasiados problemas, por lo que la pelea contra el Gallo Estrada es viable. El mexicano, monarca WBC, estuvo en el ringsite esperando rascar algo con el ganador.