BOXEO

Entre dietas y bañeras de agua caliente: así cortan su peso los luchadores de boxeo y MMA para ganar ventaja

Relevo ha contactado con el dietista deportivo Mario Moreno para explicar una de las grandes dudas de los deportes de contacto.

Canelo Álvarez, durante un pesaje./
Canelo Álvarez, durante un pesaje.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Si algo caracteriza a los deportes de contacto con el resto de disciplinas es la división por categorías de peso. Ese orden provoca que los luchadores tengan que cumplir con la báscula antes de pelear. Hacen un recorte de tonelaje para recuperar en el combate y así poder tener una ventaja de tamaño con tu rival es uno de los procesos que más fascinan a los aficionados, sobre todo a los más novatos, pero ¿cómo es este proceso? Para detallarlo, Relevo ha entrevistado al dietista deportivo, especializado en deportes de contacto, Mario Moreno. El siguiente proceso se trata del "ejemplo ideal", ya que en este tipo de competiciones los avisos para las peleas en muchas ocasiones suelen ser más cortos.

En los deportes de contacto, la profesionalización es un camino todavía en proceso. Los grandes campeones cuentan con un completo equipo, pero en niveles más humildes "todavía hay que explicar que un dietista es igual de importante que un entrenador". "Muchas veces es complicado hacerle entender al deportista que mejorar el proceso de recorte de peso le ayudará a mejorar su rendimiento", apunta Moreno. El trabajo debe iniciarse en una época en la que no haya pelea a la vista. "Se debe realizar una buena evaluación previa y trazar una estrategia adecuada. Es clave en este punto elegir también la categoría de peso en la que competir. Si se elige mal, habrá que reducir la ingesta de algunos nutrientes clave y eso afectará al rendimiento", explica el dietista.

La duración ideal de un campamento es de 12 semanas

Con el plan marcado, lo ideal es un campamento de 12 semanas. En ellas se comienza "una pérdida de peso progresiva". "El luchador debería estar máximo un 15% por encima del peso que debe marcar en la báscula. Desde ahí, con un déficit moderado y sin tocar hidratación ni reducir en exceso los carbohidratos, debe ir perdiendo como máximo 1% de peso por semana. Se debe hacer progresivo para poder tener todas las necesidades alimenticias cubiertas. A la semana de pelea es ideal llegar con un 6-8% por encima del peso pactado. Como máximo, en algunos casos, se puede admitir un 10%", detalla Moreno.

Tras la dos primeras fases del plan, la tercera se inicia en la semana de la pelea y el corte de peso. "De forma tradicional, es habitual hacer una restricción hídrica de varios días y reducir mucho la ingesta de alimentos, añadiendo sesiones de sauna y entrenamientos con plásticos para sudar. La forma mas segura debería incluir la reducción del sodio en la dieta y del glucógeno muscular, consumiendo suficiente energía a través de la dieta. Otro punto importante, y menos conocido, es la reducción de fibra y del contenido intestinal. Esta última parte es la que menos impacto tiene en el rendimiento. De esta forma se puede llegar a perder hasta un 5% del peso simplemente manipulando los nutrientes en la dieta. Después se recurre a la sudoración. Nunca se debe perder más de un 5% del peso a través de este método, aunque lo ideal es en torno al 3%. Lo tradicional es utilizar la sauna o entrenar en un traje de sauna, pero es más arriesgado. Lo más seguro son bañeras de agua caliente. El agua debe estar entre 39 y 42 grados y tras un tiempo en el agua te debes abrigar para seguir sudando", explica Mario Moreno.

Con ese proceso hecho, el peso pactado ha debido marcarse. Una vez cumplido el llamado 'asalto cero' llega el momento mas importante para pelear en las mejores condiciones. "Se debe rehidratar el cuerpo, ya que has perdido muchos fluidos que debes recuperar. Una vez el atleta se haya rehidratado (de manera oral), se pasa a comidas altas en carbohidratos para recuperar glucógeno y así llegar con energía a la pelea. Dependiendo del luchador, ese proceso le haría recuperar el peso que tenía las semanas más duras de la preparación (4 y 3 semanas hasta la pelea). Otro factor importante es postpelea. Rebote siempre va a haber, pero hay que intentar no aumentar mucho el porcentaje graso para no complicar en exceso la siguiente preparación. Deben disfrutar, pero con cabeza", afirma.

La importancia de un proceso de corte de peso seguro se da por múltiples factores. "Con perspectiva de corto plazo, una pérdida de peso muy agresiva puede provocar problemas renales, golpes de calor y riesgo cardiovascular, ya que el corazón debe trabajar con un estrés muy superior al habitual. Además, sin un proceso seguro la capacidad física y mental será menor a la hora del combate. Por otro lado, la tolerancia a los golpes será mucho menor, ya que el cuerpo no está al 100%. Aunque el principal problema viene a la larga. Este tipo de prácticas mal hechas acorta la carrera y puede generar problemas renales y cardiacos. Además, aumenta por mucho el riesgo de lesiones cerebrales. La deshidratación afecta mucho al cerebro, pelear deshidratado provoca que reciba un daño mayor", concluye Mario Moreno.