BOXEO | UFC

Canelo se juega su status y orgullo mexicano ante el megaevento de la UFC en The Sphere

Canelo Álvarez boxea este sábado en Las Vegas frente a Edgar Berlanga. La UFC hace el primer show deportivo en la historia del icónico recinto de la ciudad. La pugna dejará a uno de los dos tocados.

Canelo Álvarez y Edgar Berlanga, en la rueda de prensa de presentación de su combate./Getty Images
Canelo Álvarez y Edgar Berlanga, en la rueda de prensa de presentación de su combate. Getty Images
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Canelo Álvarez sentado en un sillón, recostado mientras esperaba su turno. La imagen sucedió el 2 de noviembre de 2019 y se quedó grabada en la retina de todos los aficionados al boxeo. El mexicano, absoluto rey del deporte en ese momento, tuvo que retrasar más de 30 minutos el inicio de su combate ante Sergey Kovalev. Ese día el azteca acabó ganando un título mundial en su cuarta división (acabarían siendo cinco meses después), pero por primera vez perdió la batalla mediática.

Su combate se retrasó sin ningún motivo aparente. El público no entendía la demora hasta que se conoció que los organizadores no querían que el duelo del mexicano coincidiese con el combate estelar del UFC 244. El show de MMA era en New York y el de boxeo en Las Vegas. No había motivo, pero la pugna por las audiencias hizo que prefiriesen esperar. La UFC no iba a parar y fue Canelo el que tuvo que aguardar a que Jorge Masvidal y Nate Díaz terminasen su pelea.

El hecho supuso una derrota para el boxeo ante un deporte incipiente cómo las artes marciales mixtas. La pandemia frenó una posible guerra que se retomó en 2023. Ambas industrias parten de la base de que los deportes tienen público diferenciado, pero no es así. Muchos ven ambas disciplinas y la coincidencia de grandes eventos les hace , muchas veces, elegir. Los más de 80 dólares que suelen costar los PPV de los shows premium no invitan a una multipantalla. El tema se mantuvo tranquilo porque los dos acabaron ganando, aunque el enfado de Álvarez era visible.

La UFC no había olvidado el hecho y en 2023 vio la oportunidad de volver a ganarle la partida al boxeo. Canelo ha ido cayendo. Se ha quedado sin rivales y en su último pleito, en mayo, tuvo que cambiar de oponente si quería mantener su caché. Ya no era él quien escogía. Eso fue ya en 2024, pero en 2023 tuvo también problemas para elegir su futuro. Álvarez firmó un acuerdo de tres peleas con Premier Boxing Champions. Tanto costó cerrar todo que la fecha prevista para pelear se acabó cambiando. El azteca siempre pelea en el fin de semana del 5 de mayo (conmemoración de la Batalla de Puebla) y del 15 de septiembre (fiesta nacional mexicana). Son momentos marcados en el calendario para su afición y tradicionalmente se ofrece una gran cartelera de boxeo para que muchos mexicanos acudan en masa a Las Vegas.

Viendo que Canelo no anunciaba nada, la UFC se sacó de la manga Noche UFC. Un evento que quería honrar ese sentimiento mexicano. Sin boxeo, la compañía vio el momento de marcar territorio. Fue un éxito. Ningún promotor de boxeo metió otro evento en Las Vegas y Canelo boxeó a finales de septiembre. Era algo coyuntural, pero 2024 sería la prueba de fuego. El noble arte tiene un problema con los calendarios. La industria es incapaz de trabajar con previsión. La UFC lo hace y a principio de año anunció un bombazo. Noche UFC 2 se llevaría a cabo el 14 de septiembre en The Sphere. El nuevo, pero icónico, recinto de La Ciudad del Pecado tendría su primer show deportivo y sería de MMA.

La acción fue casi un jaque mate para la UFC. La idea era poner una cartelera casi en su totalidad con mexicanos y así arrasar en ese mercado. Canelo lo sabía desde que peleó en mayo, pero tardó en mover ficha. Garantizarse 40 millones por pelea es complejo. La idea, de hecho, era ceder e irse más adelante en el mes… pero la mayor empresa de MMA tuvo problemas. Hacer un show en ese recinto se les fue de las manos. En junio había gastado 30 millones de dólares y todavía no habían cerrado la cartelera. Se rumoreó incluso que iban a cambiar de arena, pero la entrada de capital de Arabia Saudí cambió todo. Iba adelante, pero todavía quedaba anunciar los combates.

La baja a última hora de Conor McGregor removió todos los planes. Les costó mucho sacar una cartelera adelante y Canelo le devolvió la jugada de 2023. Ante la falta de anuncio, Álvarez puso su combate en el T-Mobile Arena de Las Vegas. Se enfrentará al puertorriqueño Edgar Berlanga. La pelea se puede vender bien por el tradicional pique entre púgiles de ambos países y porque Berlanga debería representar el futuro (está invicto en 22 combates). Deportivamente, Álvarez es muy superior, pero la manera de ofrecerlo al público y anticiparse en la venta de entradas creían que iba a ser clave. El púgil anunció su pelea un jueves y los tickets estarían disponibles el lunes. La UFC no tardó en replicar, tenía todo casi cerrado y al día siguiente publicó sus combates. Las entradas también saldrían al lunes siguiente.

La UFC dio galones a Sean O"Malley, quien expondrá el Campeonato de la UFC del peso gallo ante Merab Dvalishvili. El show no estará estelarizado por ningún mexicano, pero la cartelera está repleta de peleadores de ese país y la campeona del peso mosca, Alexa Grasso (nacida en Guadalajara, como Canelo), estará defendiendo su corona en el coestelar. Hay una pugna clara entre ambos eventos. No hay duda. A nivel deportivo, la cartelera de MMA es más potente y el estelar está más abierto, pero Canelo sigue siendo Canelo.

"La gente del MGM (propietarios del T-Mobile Arena) no han hecho más que faltarme el respeto durante los últimos 20 años", apuntó Dana White a ESPN tras la sucesión de anuncios. La UFC acude varias veces al año al T-Mobile Arena y las palabras sorprenden. Están enfadados porque el show será especial y querían toda la atención. Las Vegas tiene capacidad para albergar a la vez dos eventos de 20.000 personas, pero es extraño. Las dudas por descubrir cómo queda un evento de combate en The Sphere hace que todo el hype recaiga en Noche UFC. White lo sabe, pero sigue molesto.

El órdago de Canelo es grande, porque el enfrentamiento directo ha sido buscado por él. Si pierde, quedará tocado. Su pelea es menos atractiva y tiene un grave problema, pese a ello la venta de entradas ha sido mejor. El menor precio de los tickets ha ayudado. Aún así, se prevé que haya público para ambos shows, no es tan importante llenar el estadio a priori. Se pueden, incluso, regalar entradas, pero las ventas de PPV si serán el mejor termómetro. Las cifras de Canelo van en descenso (alrededor de medio millón de ventas ante Munguía) y podrían ver como la UFC les supera. Por separado ambos eventos habrían funcionando mejor, seguro, pero el choque dejará un ganador y un vencedor. Los fans hablarán y el sorpasso, o no, será evidente. All-in en Las Vegas.