Bare Knuckle, el deporte en el que los luchadores se juegan el físico boxeando sin guantes: "Es la hostia, estoy enamorado de esto"
El boxeo a nudillo descubierto llega a España este sábado de la mano de la principal empresa del sector, Bare Knuckle. La dureza del deporte encandila a competidores y fans.
Marbella acoge este sábado un evento inédito. Por primera vez, España albergará un evento exclusivo de Bare Knuckle. La disciplina es primigenia. A partir de 1867 se empezó a boxear con guantes, antes se hacía sin esa protección. Era Bare Knuckle. La modalidad se recuperó, gracias a Bare Knuckle FC (BKFC) en 2018 en Estados Unidos. El trabajo fue duro, ya que muchas Comisiones Atléticas no les dieron facilidades de inicio.
Están en expansión y cada vez llegan a mas estados dentro de ese país, pero no se conforman. Inglaterra fue el primer lugar, fuera de su propio territorio, al que también quisieron llegar. Su objetivo es ir creciendo en número de naciones y ahí apareció España. La reciente asociación con DAZN y la compra, el pasado verano, de parte del accionariado de Conor McGregor están sirviendo de acicate a la empresa.
Como sucedió con la UFC cuando el vale tudo evolucionó en Artes Marciales Mixtas, Bare Knuckle FC es el rey del mercado y el nombre de la disciplina se confunde con el de la compañía. Es el mismo, y facilita la confusión obviamente, pero también hay cada vez más empresas que quieren aprovechar el crecimiento del deporte. En España, por ejemplo, el primero en organizar un combate con estas características fue el youtuber Jordi Wild en su Wild Fight Tournament. Fue algo aislado y el primer evento al completo será de BKFC. El Bare Knuckle es algo a explotar y en España, más.
La mayor similitud del Bare Knuckle es, como era de esperar, con el boxeo. BKFC utiliza un ring redondo y en lugar de empezar cada uno en su esquina, los púgiles parten de dos líneas que están en el centro de la tarima a 90 centímetros de distancia. Ambos pueden llevar vendadas las muñecas y el pulgar, pero los nudillos han de estar al descubierto. No puede haber venda más cerca de 2,5 centímetros del nudillo. Los únicos golpes permitidos son con el puño cerrado. No se puede impactar con otra parte del cuerpo y si hay un rival en el suelo, como en el boxeo, no se le puede seguir conectando. Un cambio notable es que el clinch es algo más permisivo que en el noble arte y ahí se permite el golpeo con la mano abierta. Por último, cada pleito dura cinco asaltos de dos minutos. Se busca el choque desde el inicio y un estilo pasivo suele ser penalizado por parte de los jueces.
Los luchadores llegan al combate sin poder realizar un sparring real
Controlada la parte técnica, lo que más puede llamar la atención al ver un combate es la manera en la que los luchadores deben entrenar. Es un deporte muy lesivo. La falta de protección en los nudillos pone en riesgo la articulación del que pega, pero sobre todo facilita los cortes e inflamaciones en el rostro del que encaja el golpe. "Es clave colocar bien la mano y ajustar la puntería para lograr que los golpes sean decisivos", reconoce David Mora. El madrileño, de 29 años, es campeón de AFL MMA, pero no dudó en aceptar la oferta de BKFC para estar en Marbella. Se estrenará en Bare Knuckle frente a otro español como Fran Suárez.
"La sensación es la hostia y estoy enamorado de hacer esto. Es lo más parecido al vale tudo con el que crecí y siempre quise hacerlo. Sólo los que tenemos 'esa sangre especial' nos gusta pelear en este tipo de modalidad", confiesa José Daniel 'Jacaré' Toledo, otro veterano de las MMA nacionales (24 peleas profesionales) que no ha dudado en traicionar al Bare Knuckle. Su rival en Marbella será el austriaco Arbi Chakaev.
Al ser una disciplina tan lesiva, los métodos de entrenamiento varían. Mora, por ejemplo, reconoce que en las primeras semanas del training camp "golpeó al saco y a la manopla sin protección en los nudillos" buscando endurecerlos. Mientras, Jacaré afirma con una sonrisa que sus nudillos estaban ya "curtidos". Toledo utilizó guantes de boxeo durante la mayor parte de la preparación y cambió a guantillas de MMA en las semanas finales. Mientras, Mora siempre lo hizo con guantilla de MMA amateur. Esta protección es lo más parecido a la sensación que tendrán en combate, aunque como es lógico no es posible hacer un sparring real. La primera vez que van a conectar a un oponente con el nudillo descubierto y que encajarán un golpe así será sobre el ring marbellí.
"Una prueba real sería una pelea de tú a tú con alguien y sin guantes, cosa que no sería inteligente. Hay que cuidarse para el día de la lucha y también a mis compañeros", reconoce Jacaré. Mora, además, añade que "no es necesario ese tipo de prueba". "Hay que estar seguro del trabajo que se ha hecho. La experiencia y el temple será lo que predomine en el combate". Ambos no están especialmente nerviosos, son dos veteranos con mil batallas a sus espaldas, pero están ansiosos de meterse en el ring para vivir la experiencia. El Bare Knuckle encandila a los fans, pero también a los luchadores.