BALONMANO

Alex Dujshebaev, el mago políglota de los Hispanos: "Lo de mi hermano Dani es increíble"

Seis idiomas, dos hijos y cero egoísmo. Es el jugador más talentoso del mundo para muchos. Él prefiere hablar de los demás.

Alex Dujshebaev (30), en una acción en el Mundial ante Polonia. /REUTERS / ALEKSANDRA SZMIGIEL
Alex Dujshebaev (30), en una acción en el Mundial ante Polonia. REUTERS / ALEKSANDRA SZMIGIEL
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

Hugo, su hijo de tres años, da vueltas a una puerta giratoria en el hotel de concentración de los Hispanos. Irene, su chica, trata de perseguirlo sin éxito. Alex sonríe. Sabe que no es posible atraparlo. Es un Dujshebaev.

El líder de los Hispanos, para muchos el jugador con más talento del mundo, ha sido el autor de varias exhibiciones para el recuerdo que han llevado a los Hispanos al podio en el Mundial. "El bronce a largo plazo se valora mucho", dice Alex Dujshebaev (Santander, 1992) a Relevo. Esta charla es en español. Le esperan entrevistas en polaco e inglés; el ruso lo guarda para la llamada de Talant, su padre y entrenador, que se quedó en Polonia cuidando a su otro hijo, Leo, de medio año.

"¿Hablas cuatro idiomas, no?", le preguntamos al lateral derecho. "Bueno, también hablo algo de macedonio y serbocroata", responde con humildad. Conociéndole, tendrá un nivel desorbitado. El genio de los Hispanos siempre es más feliz con una asistencia que con un gol propio. Esta vez le toca a su particular compañero de habitación recibirla. "Lo de mi hermano Dani es increíble", introduce.

Alex resalta el grandísimo Mundial del soltero de bronce de los Dujshebaev. A sus 25 años y tras dos lesiones graves de rodilla, Dani ha vuelto a levantarse y de qué manera. "Hace un año estaba todavía recuperándose. Tiene que valorar muy positivamente que hoy esté jugando tantísimos minutos, con tantísima responsabilidad y haciendo este gran papel", subraya.

Tras ser un bastión de los Hispanos durante todo el campeonato, Dani no tuvo su tarde en las semifinales. "Estoy un poco triste porque no he podido ayudar al equipo todo lo que me gustaría contra Dinamarca", reconocía Dani, el jugador que más veces chocó contra el muro Landin. "Un mal día lo tiene cualquiera", dice Alex, líder por naturaleza. "Tiene que seguir ese camino, darlo todo cada día y ser lo más profesional posible para poder aguantar muchos años", completa.

Alex siempre está cuando se le necesita. Lo saben bien sus compañeros del Kielce polaco. Tras perder la última Champions desde los 7 metros contra el Barcelona, con un penalti que Pérez de Vargas le detuvo al propio Alex, el '10', lejos de esconderse, dio la cara con todos los periodistas y luego tomó la palabra para arengar al vestuario. Ahí, junto a Talant, empezó a preparar la revancha para 2023. Su club, según palabras de su presidente, atraviesa una coyuntura económica complicada, pero los Dujshebaev sólo están centrados en ganar, el verbo más repetido en su casa.

Porque la generosidad de Alex no está reñida con la ambición deportiva, concebida desde el colectivo. "Siempre hay que ir a por más", nos recordaba la víspera de las semifinales contra Dinamarca. De ahí sus prodigiosas segundas partes. Tanto en las semifinales como en el tercer y cuarto puesto, al vestuario entró un jugador al descanso y salió un mago. "Todo lo hace bien: uno contra uno, lanzamientos…", enumeraba la leyenda danesa Mikkel Hansen.

Ahora toca pensar en nuevos retos y hay uno que España todavía no ha alcanzado: el oro olímpico. Alex no esquiva la pregunta: "Yo estoy seguro de que sí podemos hacer algo grande en los Juegos de París en 2024. Primero, hay que asegurar esa clasificación y luego soñar con todo". Sólo Dinamarca sacó su pasaporte directo tras ganar la final ante Francia, en su tercera estrella mundial consecutiva, una cumbre hasta este domingo jamás explorada. Los de Jordi Ribera tendrán que pasar por el Preolímpico para obtener su plaza.

Los Hispanos, tras su celebración este lunes en Madrid, volverán a dispersarse. Polonia, Alemania, Francia, Suiza, Hungría... Es la vida del emigrante o del jugador de balonmano español, valga la redundancia. La familia de la Selección de balonmano de España seguirá en contacto. "Es un orgullo de equipo y esta medalla es un gran premio para acabar", concluye Dani.

Alex vuelve con su chica y sus niños en cuanto puede. Ser padre le ha cambiado la perspectiva de la vida y le ayuda a relativizar las victorias y las derrotas. Además le apasiona. Como en su día hizo Talant, ahora le toca a él correr detrás de dos Dujshebaev. No lo tendrá fácil para echarles el guante. Que la puerta siga girando.