BALONMANO

La Federación de Balonmano permitió dar de baja a una jugadora del Málaga Costa del Sol con una posible firma falsificada

Agustina López denunció al club andaluz por falsedad de documento público y el próximo lunes comenzará el juicio oral.

Pepa Moreno, presidenta del Málaga Costa del Sol, tras conseguir la Copa de Europa EHF de balonmano  en 2021.  /Francis Gonzalez | Getty Images
Pepa Moreno, presidenta del Málaga Costa del Sol, tras conseguir la Copa de Europa EHF de balonmano en 2021. Francis Gonzalez | Getty Images
Natalia Torrente

Natalia Torrente

8 de febrero de 2019. El club de balonmano femenino Málaga Costa del Sol rescindía, a mitad de temporada, el contrato de Agustina López, uno de sus fichajes estrella que llegó al equipo tan sólo unos meses atrás. El inicio de la temporada fue sobresaliente, tanto que el club andaluz ocupó la primera plaza de la clasificación durante un mes, algo que no había ocurrido en toda su historia.

Meses después, tras acumular varias derrotas, la situación deportiva del equipo, entrenado por entonces por Diego Carrasco, cambió y el club se planteó algunos fichajes: "Tras un mal partido ante el Elche se nos comunicó que se iba a reducir la plantilla en cuatro jugadoras sin concretar nombres. A partir de entonces, dada la incertidumbre profesional, comenzamos a jugar con mucha presión, el ambiente en el vestuario ya no era el mismo y estaba enrarecido, y todo ello afectó al juego del equipo", explicó en un comunicado la jugadora.

La presidenta del club, Mª José Moreno, más conocida como Pepa —desde 2022 miembro de la Comisión de Mujer e Igualdad de Género del Comité Olímpico Español (COE) — trató de restarle importancia a la situación: "Sólo se trató de un calentón del entrenador después del partido", aseguró. Pero semanas después, tras el parón de Navidad, la situación de la jugadora se complicó. El club le ofreció reducir su salario por bajo rendimiento, pero la jugadora se negó: "Me amenazaron con bajarme el sueldo, a lo que me negué, porque nunca me he rebajado. En los siguientes días recibí un mensaje en el que me comunicaban que se iba a proceder a despedirme como improcedente", explicaba la uruguaya para Marca. Finalmente se le comunicó el despido y la jugadora, en desacuerdo, acudió a los tribunales.

Tras la denuncia por la vía laboral de la jugadora, aquello se resolvió con un acuerdo extrajudicial por el que el club andaluz compensaba a la deportista uruguaya con un alto porcentaje económico de lo que le correspondía por el contrato firmado meses atrás, que suponía la desvinculación total de la jugadora con el club. Otro asunto fue el de su licencia federativa. Vamos paso a paso.

¿Firmó la jugadora su solicitud de baja federativa?

Más allá de la rescisión del contrato, el siguiente paso para dar de baja a la jugadora pasaba por la comunicación oficial por parte del club a la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM). Para el trámite, eran necesarias las firmas de ambas partes, tanto del club como de la deportista. Sin embargo, fuentes cercanas a Agustina aseguran que aquello nunca sucedió. Aunque su solicitud de baja llegó a la institución federativa y de la jugadora, según asegura su entorno ella nunca habría plasmado su rúbrica en el documento.

Según ha podido saber Relevo, así se lo comunicó días después vía email al Comité Nacional de Competición (CNC) de la Federación, que tuvo la oportunidad de revisar la situación, más cuando su propio reglamento (Reglamento de Partidos y Competiciones de la RFEBM) recoge esta circunstancia: "En el supuesto de que dicho impreso no fuese ratificado por alguna de las partes, dicha documentación será estudiada por el Comité Nacional de Competición". Pero la jugadora nunca tuvo respuesta.

Quien sí la tuvo fue su abogado, Pablo Torras —quien ha declinado hacer declaraciones a Relevo— cuando contactó meses después con el CNC. Entonces la RFEBM le contestó que en sus archivos constaba el documento de baja de la interesada pero que la autenticidad de la firma era algo ajeno a los órganos federativos.

La baja de Agustina, esencial para que el club no fuera sancionado

La baja de Agustina López era clave para que el Málaga Costa del Sol cumpliera el reglamento federativo, que indica que los clubes con equipos en División de Honor Femenina sólo podrán solicitar la tramitación de hasta seis acreditaciones estatales para jugadoras no seleccionables, es decir, aquellas que no tienen pasaporte español. ¿Qué ocurrió entonces? Que durante unas semanas el club estuvo con siete jugadoras que eran foráneas, una circunstancia fuera de reglamento que le llevó a dar de baja a una de ellas: Agustina. Aquella decisión supuso, además, que la deportista no pudiera militar en otro club hasta la temporada siguiente.

Tres meses después, en mayo de 2019, Pepa Moreno rompía su silencio de nuevo, en el Diario SUR. Esta vez explicó las circunstancias del despido y se refirió, por primera vez, a la acusación de falsificar la firma de la jugadora: "Lo de que hemos falsificado nosotros su firma lo tendrá que demostrar en el juicio. Yo también estoy hablando al respecto con mi abogado y voy a denunciarla a ella".

Sin embargo, ni Pepa ni el Málaga Costa del Sol denunciaron a la jugadora. Quien sí lo hizo fue Agustina López que, en diciembre de ese mismo año, presentó una querella por falsedad de documentos públicos en el juzgado. Su denuncia fue admitida a trámite y el próximo lunes, 3 de febrero, casi cinco años después, comenzará el juicio.

Pepa explicó al juez que la firma de Agustina fue realizada por Diego Carrasco, fallecido meses después

En los más de cuatro años que duró la instrucción, la jueza tomó declaración a todas las partes. En sede judicial, Pepa Moreno aceptó que la firma de Agustina no había sido plasmada por ella misma, sino que fue Diego Carrasco, el entrenador del equipo entonces, quien habría firmado por la jugadora bajo su consentimiento. El permiso de López, según la presidenta del Málaga Costa del Sol, habría sido verbal.

Durante los once meses que pasaron entre la baja de la jugadora y la querella presentada en el juzgado, Diego Carrasco falleció. El entrenador, que también era seleccionador absoluto del equipo femenino español de balonmano playa, sufrió un grave problema de salud, fue intervenido, y murió finalmente el 18 de julio de 2019. Desde entonces, los homenajes por parte del club y de Pepa, a quién le unía una relación personal, no han cesado. Su testimonio habría sido clave para explicar si realmente, como asegura Pepa Moreno y niega la deportista, firmó la ficha de baja de la jugadora con su aprobación. En el juicio, según ha podido saber este medio, sí estará uno de los hermanos de Carrasco para aportar su testimonio como testigo a petición de la deportista.

Posible conflicto de intereses con el abogado de la RFEBM

Durante la instrucción, el juzgado también solicitó a la Federación numerosos documentos, entre ellos, la ficha original de la jugadora. En los escritos, firmados por el abogado de la RFEBM, Francisco Davó Escribá, aseguran que la Federación no puede aportar el documento original de baja federativa de la querellante porque "no ha estado a disposición de la RFEBM en ningún momento".

Davó Escribá, en lo que podría convertirse en un posible conflicto de intereses, aparece también como abogado firmante de algunos escritos enviados por el Málaga Costa del Sol a través de su procuradora, aunque no es el letrado elegido por el club para su defensa en la causa. Además, el abogado de la RFEBM formaba parte también, como vocal, del Comité Nacional de Competición, que en su momento declinó estudiar lo ocurrido tras el aviso de Agustina López.

La RFEBM, a quien este medio consultó, asegura que Francisco Davó —conocido en el entorno federativo como Curro— es el abogado de la Federación y presidente del Comité de Competición". "También lleva algunos clubes, algunas federaciones más, pero como no es un conflicto entre el club y la RFEBM, sino entre la jugadora y el club", consideran desde la Federación que "puede desarrollar su labor como abogado del club. No habría conflicto de intereses. Es algo entre particulares".

"Este proceso, además, es anterior a que Davó fuera abogado del Málaga", aseguran fuentes federativas. "Como la baja federativa no se tramita a nivel jurídico sino como un proceso deportivo, por lo que como Federación lo único que hacemos es gestionar que esa licencia ya no puede formar parte en la competición". "Si ha habido una irregularidad, ¿cómo lo sabemos nosotros? Nosotros no somos peritos caligráficos", refieren sobre la autenticidad de la rúbrica.

"La Federación ya comunicó en su día que nosotros no podemos verificar si una firma es verdadera o no". Lo que ha podido confirmar Relevo es que hay un informe de la Guardia Civil que afirma que no puede aclarar la autenticidad de la firma porque no se ha entregado el documento original. Pero, ¿por qué la RFEBM tramitó la baja cuando la jugadora, aún con Diego Carrasco como entrenador, les avisó días después de que no había firmado el documento?

El CSD también se puso de perfil ante la reclamación de la deportista

Ante la inoperancia de la Federación de balonmano, Agustina López se dirigió al Consejo Superior de Deportes (CSD) para solicitar la apertura de un expediente disciplinario a los miembros del Comité Nacional de Competición por incumplimiento de su propio reglamento, al no haber siquiera estudiado la situación.

Tras valorar su caso y contactar con la RFEBM, la respuesta de la Secretaría de Estado para el Deporte, presidida por entonces por Irene Lozano, aseguraba que comprobaron que en su baja federativa aparecían ambas firmas, incluida la de Agustina López. Consideraron que el CNC no era competente para verificar la autenticidad de las rúbricas, por lo que les derivaban a otras instancias competentes para resolver la situación, es decir, a la justicia ordinaria.

Y así fue. Después de recurrir a todos los órganos que podrían haber solucionado la situación, aún con Diego Carrasco como entrenador del club andaluz, Agustina acudió a la justicia ordinaria. Presentó una querella por falsedad de documento público al entender que, aunque las federaciones son entidades privadas, también a la Administración y que, además, se trataba de un documento que regulaba su actividad laboral, habiendo sido discriminada, según aseguran fuentes cercanas a la jugadora, por su condición de extranjera.

El juicio se celebrará el próximo lunes en el Juzgado de lo Penal nº 9 de Málaga. Aunque el ministerio fiscal ha pedido el sobreseimiento de la causa porque el documento de la baja de la deportista nunca se incorporó a la instrucción, Agustina López confía en que quede demostrado que ella nunca plasmó su firma. Por su parte Pepa Moreno, con quien ha contactado este medio, asegura que "la verdad sólo tiene un camino" y que hablará del asunto una vez pase la vista oral. La RFEBM