NBA

Los Warriors siguen confiando en el equipo del año pasado... todavía sin Stephen Curry

El núcleo del equipo es el mismo que salió campeón, ha recuperado a Gary Payton vía traspaso, pero tiene el problema de Stephen Curry. Y que pasados casi 50 partidos, siguen al 50%.

Los Warriors siguen confiando en el equipo del año pasado... todavía sin Stephen Curry
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Desde el pasado jueves, Kyrie Irving, Kevin Durant, Luke Kennard, Josh Richardson, Thomas Bryant, D'Angelo Russell y muchos otros grandes jugadores tienen un nuevo equipo. En común es que su nuevo hogar está en la Conferencia Oeste, a ser más específico, entre los candidatos a ganarla. Pasado el deadline, todos los equipos que van a luchar por el anillo desde el Oeste se reforzaron a excepción de uno, Sacramento Kings. Pero si bien los Kings siguen compitiendo, pese a la derrota ante Phoenix, hay otro equipo que no tendrá ni una cara nueva a corto plazo: Golden State Warriors. 

Los de San Francisco se movieron. Cambiaron a James Wiseman por Gary Payton II en un movimiento que al mismo tiempo liberaba muchísima carga salarial a corto y medio plazo y recuperaba un pedacito más del equipo que fue campeón el año pasado. Pero tras filtrarse la lesión del ya exjugador de Portland, los Warriors presentarán, al menos unas semanas, el mismo equipo que compitió hasta febrero. Un equipo muy parecido al que le hizo ganar el anillo el pasado mes de junio ante los Celtics, con el mismo núcleo, pero con una ausencia importante todavía.

Steph Curry ha dejado claro que volverá este año, pero también ha insistido que incluso después del parón del All Star, el que fuera MVP de las últimas finales se perderá algunos partidos. En los últimos días se encontró una muleta cerca de su taquilla en el vestuario del pabellón de Golden State y, por ahora, no ha vuelto a hacer ejercicios en la pista. El equipo tiene un calendario apretado, con seis partidos en nueve días al volver del fin de semana de las estrellas, y si Curry se pierde todos ellos, solo podrá jugar 18 partidos hasta el final de temporada (y probablemente no juegue el back-to-back que les queda). Y no es la única baja.

El caso de Gary Payton II es peor. Se espera que su siguiente cita médica sea en un mes y Steve Kerr confirmó que ahora mismo no puede realizar ninguna actividad en la pista, solo rehabilitación. Otra baja que puede alargarse, siendo algo más pesimista en su caso, hasta las últimas semanas de temporada regular. Payton fue una pieza clave en el último anillo y volvía para recuperar las sensaciones del curso pasado, pero siguen quedando nombres y mimbres de aquel equipo. La gran duda es saber cuándo van a salir a flote en su máximo exponente. Con los Warriors en posiciones bajas de play-in tras la derrota de ayer ante los Clippers,

Tras años de dominio, la gente sigue creyendo en este equipo. Solo la llegada de Kevin Durant a Phoenix ha hecho que una franquicia que no supera el 50% de victorias no sea la máxima favorita a ganar el Oeste, pero es que se han ganado esa confianza casi ciega en ellos. El equipo sigue obliterando rivales cuando el quinteto está sano (+21.9 puntos por cien posesiones con Curry, Klay, Wiggins, Dray y Looney), pero solo hemos podido verlos 331 minutos esta temporada. Porque ellos, los que sí que pueden jugar, sí están mostrando el nivel esperado. Andrew Wiggins sigue mejorando día a día, Jordan Poole se ha convertido en el anotador que necesitaba la franquicia sin Curry, y tanto Klay como Draymond Green siguen siendo fiables.

La franquicia confía en el equipo del año pasado, y la prueba es la llegada de Gary Payton. El equipo fue capaz de vencer a Nikola Jokic primero, Memphis sin factor pista y a Luka Doncic en las finales de conferencia antes de conseguir el anillo. Aunque este año el Oeste será mucho más complicado: cada franquicia ha mejorado y los Warriors, en una mezcla de melancolía, resignación y limitaciones salariales, son el mismo equipo que fueron hace un año. Y el campeón de 2022 puede que no sea suficiente en 2023.