NBA

Jaylen Brown mantiene su traje de MVP y los Celtics asustan a toda la liga

Con un descomunal Jaylen Brown y el efecto Derrick White, los Celtics siguen ganando.

Brown brilló ante Timberwolves./Brian Fluharty / GETTY IMAGES NORTH AMERICA
Brown brilló ante Timberwolves. Brian Fluharty / GETTY IMAGES NORTH AMERICA
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Uno de los problemas que la NBA tendrá, a corto y medio plazo, será la ausencia de un referente estadounidense una vez se retire la vieja guardia. LeBron James, Steph Curry y Kevin Durant están más cerca de colgar las botas que de luchar por otro anillo o un MVP, y la lista de candidatos no es excesivamente larga. Con los Nikola Jokic, Luka Doncic y Giannis Antetokounmpo brillando por encima del resto, dos nombres suenan como la esperanza americana para salvar el orgullo y liderar el final de la década: Jayson Tatum y Anthony Edwards. Dos jugadores y personalidades tan opuestas como diferenciales en una pista de baloncesto, cada uno a su estilo.

Lideraron, el año pasado, a sus equipos hasta al menos las finales de conferencia, o al título en el caso de Tatum. Ambos compartieron vestuario en el equipo olímpico. Ambos fueron protagonistas del documental de Netflix, Starting 5, que siguió a cinco jugadores NBA durante la temporada y donde pudimos ver dos personas antagónicas. Tatum, familiar, siempre con su hijo Deuce; Anthony Edwards necesita ser el epicentro. Fue en ese programa donde se vio como Edwards celebró efusivamente la victoria ante los Celtics el curso pasado, cuando frenó a Tatum en la prórroga del partido jugado en Minnesota. Meses después, en Boston, fue el de los Celtics el que se llevó el gato al agua también en el tiempo extra con 42 puntos, algo que no se vio en el documental.

Por eso cada duelo entre Minnesota y Boston es un llamado para la televisión nacional americana. Lo volvió a ganar el equipo local, los Celtics (107-105) en un partido donde anotaron más triples (21) que tiros de dos (16). Tatum acabó con 26 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias, además de 2 robos de balón pese a una mala noche en el tiro (8/21, 5/12 en el triple). Edwards metió dos puntos más, 28, con 9 rebotes y 7 asistencias, seis triples y la decisión de, en la última posesión, dar el balón al compañero abierto. El tiro acabó en las manos de Naz Reid, aunque llegó fuera de tiempo y los Celtics salvaron el partido, principalmente gracias a dos nombres: Jaylen Brown y Derrick White.

El MVP de las finales arrancó el partido con cinco triples seguidos, los primeros 15 puntos de Boston, y lo cerró con otro muy lejano en el último minuto que dejó la diferencia en cinco puntos. Los 29 de Brown fueron la mejor marca del partido. Apareció también White en el último cuarto con 10 puntos, acabando con 19, junto a 9 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones, manteniendo la fama de mejor bajito taponador de la NBA. Los Celtics consiguen arrancar la temporada 14-3 por decimonovena vez en su historia, la primera desde noviembre de 2017 cuando sumaron 15 triunfos en los primeros 17 partidos. Y con el triunfo se mantiene una tradición que lleva desde 2005: que los Timberwolves pierdan en Boston. Son el único equipo que en las últimas 20 temporadas no ha conseguido ganar en otra ciudad NBA, ni en Boston ni en Toronto, donde perdió el jueves.

La diferencia es que esta vez ha llegado abusando desde el triple. Metieron 21, pero tiraron 56, una cifra alta incluso para Boston. Por sexta vez esta temporada, más del 60% de los tiros han llegado desde la línea de triple, una cifra a la que ningún otro equipo ha llegado todavía. El 64.4% de esta noche se convierte en la cifra más alta del año, superando el primer partido del curso, y van directos a batir todos los récords de lanzamiento y anotación. Y siguen siendo los favoritos para ganar el anillo de la NBA, lo que le da a Tatum ligera ventaja contra Edwards a la hora de ser la futura cara americana de la liga. Menos carisma, menos aura, pero consigue ganar y al final del día, eso es lo que más vende.