NCAA

Nace una nueva era en el baloncesto: el prodigio adolescente Cooper Flagg se convierte en realidad

El estadounidense, futuro número 1 del draft, maravilla en su puesta de largo con Duke.

Cooper Flagg, con la bola, en el primer partido de la temporada entre Maina y Duke. /AFP
Cooper Flagg, con la bola, en el primer partido de la temporada entre Maina y Duke. AFP
Guillermo García

Guillermo García

Apenas llevamos siete partidos de la temporada regular en la NBA y ya se empieza a usar la palabra tanking. El término que hace referencia a perder a propósito para tener más opciones de escoger en primer lugar en el próximo draft. Franquicias como Utah Jazz, Philadelphia 76ers o Milwaukee Bucks (estos dos últimos, candidatos al anillo hasta hace sólo unos días) apenas han sumado una victoria y alguno empieza a mirar hacia el mes de junio como el gran objetivo de la temporada.

Allí estará esperando Cooper Flagg, el adolescente al que todos miran como el nuevo rey del baloncesto junto a Wembanyama. Un jugador que aparece como maná para más de una franquicia y que no ha tardado en cargar de razones a quienes le ven como número 1 del draft. Lo ha hecho en su primera comparecencia oficial con la prestigiosa Duke, después de haber sido en verano durante el training camp de la selección de Estados Unidos, donde compartió pista y cartel con nombres como Stephen Curry, LeBron James o Kevin Durant.

El hype en su primer partido era máximo en el Cameron Indoor Stadium para ver el enfrentamiento entre Duke y Maine. Miles de estudiantes se agolpaban a las puertas y Flagg no ha tardado en darles la razón a tanta expectativa. En apenas 30 minutos el talento de Maine terminó con 18 puntos, siete rebotes, cinco asistencias y tres robos, levantando al público de sus asientos.

El combo -puede jugar de 3 y de 4- mostró su visión de juego nada más empezar con dos asistencias y demostró su poderío y su descaro con un mate mediado el segundo cuarto con el que se sacudía los nervios del estreno. Además, hizo gala de una intensidad defensiva que contagió a sus compañeros y dio pruebas de su lectura del juego rival, anticipando las líneas de pase del rival. Fueron las primeras pinceladas de la nueva era que se anticipa en el baloncesto estadounidense y en la NBA.

Es la primera muestra de algo que ya se veía venir. Tras dominar el baloncesto de instituto, primero en Nokomis Regional y los últimos años en Montverde Academy, se comprometió para jugar en Duke esta temporada. Luego, lo más probable es que dé el salto a la NBA como número 1 del draft de 2025, compartiendo 'clase' con el madridista Hugo González.

En sus años de instituto, Flagg, que tiene 17 años y mide 2,05 m., ha jugado en Nokomis Regional y Montverde Academy, logrando 28 puntos, 16 rebotes, 6 asistencias y 11 tapones. Además, ha promediado 25,4 puntos, 13 rebotes, 5,7 asistencias y 6,9 tapones en el Nike Elite Youth Basketball League (EYBL) en el que se enfrentó a los mejores jugadores de Estados Unidos de su generación. Un golpe en la mesa para reclamar su trono como futuro rey del baloncesto en Estados Unidos.

Flagg es un '3' por tamaño, con 203 centímetros de alto y por encima de los siete pies de envergadura. Capaz de anotar a los tres niveles, manejar el balón y generar para sus compañeros con la coordinación de un base. Se le ha visto dominar la pintura, la media distancia y tirar bien del triple, pasar el balón y su mayor virtud sigue siendo su capacidad para taponar los tiros rivales. Puede defender las cinco posiciones por atletismo y velocidad, y protege el aro como un interior.

Pero la corona no sólo se ve en los números o en su baloncesto. También, y sobre todo, se ve en la disputa que tienen las marcas comerciales por hacerse con ese talento joven que les asegura el futuro. En el caso de Flagg, además de la batalla entre las grandes universidades de EE. UU. con victoria final para Duke, también hubo una dura pugna entre las grandes firmas de calzado deportivo para vestir al talento de Maine. Una puja que terminó llevándose New Balance y a la que ahora se suma Gatorade como nuevo patrocinador de la joya de la corona del baloncesto.