El admirable gesto de Mitchell Robinson con su entrenador de instituto, su nuevo compañero de piso

Mitchell Robinson es, ahora mismo, uno de los mejores interiores de la NBA. Lidera la liga en rebotes ofensivos y es top-10 en apartados defensivos como robos, rebotes totales además de promediar 1.4 tapones por partido. Pieza clave en los New York Knicks de Tom Thibodeau, su impacto va mucho más allá de los números: 6.2 puntos y 10.7 rebotes en algo menos de 30 minutos. Aunque su mayor logro esta temporada está fuera de las pistas. Porque esta semana Butch Stockton, contó como Mitchell Robinson le acogió en su casa tras quedar viudo. Aunque su historia data de hace mucho tiempo atrás.

Mitchell Robinson, nacido en Pensacola, Florida en 1998, fue un jugador que llegó tarde al baloncesto. Su madre, Lakesha, quedó embarazada con solo 14 años y fue la abuela de Mitch quien decidió cuidarlo y criarlo junto a otros seis hijos y nietos de la familia en un apartamento de cuatro habitaciones. En octavo grado, con 13 años y todavía en Florida, probó el deporte por primera vez y para cuando se mudó con su madre a Luisiana, sumaba tres años de experiencia en su haber.

Para su tercer año de instituto había crecido hasta los 210 centímetros y fue cuando Butch Stockton le encontró, en 2015. Tras brillar en el circuito amateur durante el verano, Stockton le propuso unirse al equipo de su instituto y empezaron una relación que dura casi una década. El entrenador de Chalmette High School y Mitchell hicieron buenas migas, ayudándose mutuamente. Stockton enseño a Robinson a ser un jugador de baloncesto y Mitch llevó a los Owls al campeonato del distrito y las semifinales estatales en su último año. En aquellos playoff, Robinson promedió 34.5 puntos, 13.5 rebotes y 7.8 tapones, suficiente para llamar la atención de la prensa nacional. Lo invitaron a todos los partidos de futuras estrellas: Jordan Classic, McDonald's All American. El plan salía perfecto.

Pero llegó el momento de separarse. Las universidades preguntaron por Robinson y tras una polémica decisión, el actual pívot de los Knicks cambiar su compromiso por Texas A&M para poner rumbo a Western Kentucky, siguiendo a Rick Stransbury. Y allí Robinson nunca encajó y antes de debutar, decidió dejar la universidad, escapando una noche. No se parecía en nada a la experiencia junto a Butch. Porque en Luisiana, Stockton cuidó a Robinson como a un hijo: mientras el entrenador se quedaba limpiando el pabellón y los uniformes, podía seguir entrenando y luego conducían juntos a casa. "No solo como jugador, era un individuo especial" explicaba Stockton.

El objetivo seguía siendo llegar a la NBA, pero tenía que encontrar el camino. Primero, su opción fue buscar una alternativa para volver a intentarlo al próximo año en el baloncesto universitario, pero por normativa NCAA, no podría jugar. Así que decidió algo radical: se prepararía durante todo el año para el draft de la NBA. Por supuesto, la decisión tuvo un peso importante a la hora de ser elegido, ya que no haber jugado en la universidad le hizo caer hasta el puesto 36 en la segunda ronda, algo inesperado. En su proceso de draft también cambió de agente y los problemas físicos no ayudaron para nada. Y una frase de Stockton le quedó grabada: "No te olvides de quiénes te han ayudado a llegar hasta donde estás hoy".

El pasado mes de septiembre, Dawn Stockton, esposa de Butch por más de 30 años, fallecía tras luchar por meses contra el cáncer. Durante la transmisión de la victoria de los Knicks ante Detroit, Stockton aparecía explicando cómo Robinson es quien está ayudándole a él ahora. "Cuando mi mujer estuvo en el hospital, Mitchell vino a visitarla cada día" empezaba. Robinson siempre había sido muy cercano a ambos, desde su época en Chalmette. "Después del funeral, Mitchell le dijo a todo el mundo que me iba a traer a New York a vivir con él. Me dijo que no tenía sentido que me quedara en Luisiana solo". Desde el principio de la temporada, Robinson y Stockton comparten casa. 

"Ha sido una gran situación" aseguraba el entrenador, que lleva algo más de dos meses viviendo en la vivienda de Robinson en la Gran Manzana. Evidentemente, el interior fue preguntado al acabar el partido por la situación y dejó claro que Stockton "le ayudó a llegar donde está", además de ser una "gran persona". También aseguró que si quiere, puede quedarse en New York todo el año y en las horas posteriores se pronunció también en X (previamente conocido como Twitter): "He recibido muchas preguntas sobre por qué no publiqué que mi entrenador de instituto vino a vivir conmigo. La razón es porque lo hice por él, no por las redes sociales. Realmente quería ayudarlo a mantenerse fuerte. Yo quería a Dawn también, era como una madre para mí.

El gesto es una muestra de qué tipo de persona es Mitchell Robinson y cómo se tatuó en el corazón el mensaje de Butch. Porque años después, ya como jugador consagrado en la NBA y con un contrato millonario, ha seguido ayudando a los que le hicieron convertirse en el jugador que es hoy. Y no lo hizo por las cámaras, sino por él, por Butch Stockton.