Mano dura de la NBA tras la última pelea a golpes entre jugadores y ante el temor de un 'efecto llamada'

La NBA no quiere más peleas y, por ello, ha actuado con contundencia tras el último incidente violento entre jugadores de los Suns y los Mavericks, que se enfrentaron el pasado viernes en el Footprint Center de Arizona. El ente no tardó ni 24 horas en lanzar una contundente sanción para los tres jugadores implicados, Jusuf Nurkic, Naji Marshall y P.J Washington, con una suspensión de entre uno y cuatro partidos si jugar. Un periodo en el que tampoco percibirán sueldo.

Con estas medidas, la NBA quiere acabar con cualquier acto violento en su competición. Pues la última y brutal trifulca dejó una imagen muy desagradable de la misma. Pero, ¿qué pasó? El asunto dejó golpes en la cara, un puñetazo, un empujón y la discusión se extendió hasta casi los vestuarios.

La pelea se inició a 9:02 para el final del tercer cuarto. Nurkic, de los Suns, fue sancionado con una falta en ataque sobre Daniel Gafford. La situación originó una gran tensión en la pista y Nurkic se encaró con Marshall, al que le propinó un golpe en la cabeza con la mano abierta. A esto, el de los Mavericks respondió con un puñetazo. En la escena apareció también Washington, que empujó a Nurkic, cayendo este al suelo. Y, tal y como se ha conocido después, la trifulca continuó en el túnel de vestuarios.

Los tres fueron expulsados por el árbitro tras la revisión de las imágenes y han recibido diferentes sanciones: cuatro partidos de suspensión para el alero de los Mavs, Naji Marshall, tres para el pívot de Phoenix, Jusuf Nurkic, y un partido para el alero de Dallas, PJ Washington. Ninguno de los tres cobrará su sueldo durante el periodo que estén sin jugar por esta medida sancionadora. La más severa es para Marshall pues, tal y como justificó la NBA, intentó seguir atacando a Nurkic "de manera hostil" en el pasillo de los vestuarios.

Este incidente ha ido más allá, con un debate abierto en la NBA. Con unos protocolos muy estrictos ante todo tipo de violencia, hay temor a que se pueda repetir una situación similar. Por este motivo, no ha querido dudas a la hora de imponer una sanción ejemplar.

Los hechos desencadenaron un fuerte runrún en la NBA. "Creo que ese nivel de altercado no es bueno para nuestro equipo, no es bueno para nadie individualmente, no es bueno para nuestra liga", declaró el entrenador de los Suns, Mike Budenholzer, tras el partido.

A esto, añadió: "Por la forma en que están configurados nuestros estadios, todos tenemos que ser conscientes y hacer todo lo posible para contener a nuestros jugadores cuando las emociones se intensifican de esa manera, tratar de llevarlos a un lugar bueno y seguro".

La sanción de la NBA se hizo efectiva de forma inmediata y ninguno de los implicados pudo jugar la pasada noche. Así, los Dallas Mavericks acumulan otra baja más en un momento delicado en el que han perdido a Doncic.

Además de su comunicado, el asunto ha generado un gran revuelo y la Liga podría utilizar este incidente como ejemplo para reforzar las medidas disciplinarias y promover el juego limpio. Todo ello en su fiel compromiso con evitar cualquier violencia como la que dejó esta bochornosa pelea entre jugadores.