A Luka Doncic se le acaban las excusas: equipo para soñar con el anillo en Dallas
El verano de los Mavericks ha sido un éxito rotundo y tras jugar las finales, salen entre los favoritos para repetir.
Tal y como sonaba la bocina en el TD Garden, y los Celtics empezaban una celebración que ansiaban por 16 años, Luka Dončić se alejaba de los focos tras felicitar al rival. El esloveno, cabizbajo, apuntaba hacia vestuarios sabiendo que la oportunidad más clara que había tenido en su carrera de ganar el anillo hasta la fecha se esfumaba. Boston se llevaba el anillo y los Mavericks la decepción de haberse sentido inferiores desde el primer minuto en la serie, algo que la gerencia de Dallas ha tenido en cuenta durante el verano. Porque Nico Harrison y su equipo han sabido encontrar en el mercado lo que necesita la franquicia para dar ese paso adelante y ser considerado uno de los candidatos al anillo desde el primer día. Algo que Doncic no había podido decir en toda su carrera NBA.
La llegada de Klay Thompson ha sido el foco más grande. Consiguen a uno de los mejores tiradores de la historia de la NBA para reflotar uno de los puntos débiles que fue la anotación exterior, más allá de Kyrie Irving y Doncic, y ha llegado a cambio de nada. Pese a ser su objetivo de agencia libre, acabó llegando en un sign and trade con otros cinco equipos involucrados. Su aterrizaje le da a los Mavericks profundidad y herramientas en ataque a falta de descifrar el encaje defensivo. Y aquí es donde entra el resto de los movimientos de Dallas.
Antes, para hacerse con Klay, liberaron el salario de Tim Hardaway Jr en un traspaso donde además se hicieron con Quentin Grimes, cuya llegada mejora mucho con lesión de Dante Exum. Y la pieza que finalizaba el plan era Naji Marshall, que llegaba a sustituir a Derrick Jones en la posición de alero. Su labor será defender a la estrella exterior rival, algo que ni Klay, ni Kyrie y Luka, han podido hacer. También volvió al equipo Spencer Dinwiddie, quien fue enviado a Brooklyn en el traspaso de Irving y tras acabar el curso anterior en los Lakers. Ellos cuatro, junto con el bloque que llegó a las finales, son la esperanza del equipo texano para repetir.
El mayor argumento sigue siendo, como siempre, Luka Dončić. Tener al esloveno es garantía de competir, como sucede con otros jugadores al nivel del ex-madridista como pueden ser Nikola Jokić, Giannis Antetokounmpo o Joel Embiid. Y arrancando su séptima temporada en la NBA, solo hay un objetivo: el anillo. La realidad es que a sus 25 años está entrando la mejor parte de su carrera a nivel físico, y ese es su mayor debe en la NBA. Todavía no ha conseguido firmar una campaña de principio a fin al máximo nivel, ya sea por llegar fuera de forma o acabar el año fundido por la cantidad de partidos. En las últimas dos series de playoff los problemas físicos eran demasiado exagerados. Y por ahora no ha jugado en pretemporada por lesión, aunque debería llegar al jueves.
En lo demás, si mantiene el nivel de 2024 debería ser un éxito para Dallas. Firmó su mejor marca desde el triple, jugó su mejor defensa desde que llegó a la NBA, que ya es un crecimiento (aunque no se vio en las finales) y sigue siendo uno de los mejores del planeta. Por ello parte como favorito para el MVP junto con el canadiense Shai Gilgeous-Alexander tras haber sido top-8 en los últimos cinco años y finalista esta temporada. Y ya le toca, habiendo sufragado su principal debilidad: el rendimiento colectivo. Por edad y nivel está en el mejor momento para hacerlo. Y conseguirlo equivaldría a una buena temporada de Dallas, algo no tan habitual.
Jokic ganó su primero en su sexta temporada y con 25 años, y uno menos tenía Giannis, que lo hizo en su quinto año en la NBA. El caso de Embiid se parece más a Doncic, que lo logró en su séptimo año pese a tener ya 28 años de edad, dos más que Luka cuando acabe la temporada. Aunque el objetivo es otro: el anillo. Y tras haberse quedado a las puertas, haber mejorado el equipo y haber madurado un año más, es ahora. Ya no quedan excusas.