NBA

LeBron James se sigue reinventando tras 21 temporadas y bate otro récord de longevidad

Su versión de 2024 es muy diferente a la que se vio hace dos décadas, pero sigue dominando el baloncesto a su antojo.

LeBron James machaca ante los Nets. /Reuters
LeBron James machaca ante los Nets. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

En mayo de 2009, con todavía 24 años de edad, LeBron James ganaba su primer MVP de la NBA. Ya había jugado unas finales, ya había conseguido el mejor récord del Este y también el premio al mejor jugador de la temporada regular. Aquel año, todavía en su primera etapa en Cleveland, promedió 28,4 puntos con 7,6 rebotes y 7,2 asistencias, además de 1,7 robos y 1,1 tapones, tirando un 48,9% de campo y 34,4% desde el triple. Era, con permiso de Kobe Bryant y muy pocos elegidos más, el mejor jugador del planeta, una etiqueta por la que ha peleado más de una década. Pero 15 años más tarde, a mitad de la temporada 2024 y con 39 años, los números de LeBron son casi iguales.

James, en su sexta temporada en Los Angeles, está promediando más asistencias, rebotes defensivos y tirando muchísimo mejor que el año de su primer MVP. En los primeros 39 partidos de la campaña, James está en 24.7 puntos, 7,5 pases de canasta y 7,3 rebotes, con 1,4 robos de balón y 0,6 tapones, labor que le deja a Anthony Davis. Y sobre todo, lo hace con unos porcentajes muchísimo mejores que Cleveland: 52% en tiros de campo, rozando el 40% en el triple que solo ha logrado una vez en su carrera y un tiro eficiente del 58%, el sexto mejor de sus 21 temporadas NBA. La de 2024 es una versión nueva, actualizada al contexto y a sus pocas limitaciones, pero todavía eficiente. 

Porque LeBron es, sin ninguna duda, de los jugadores que más y mejor se ha adaptado al contexto. A lo que necesitaba en cada momento su equipo y su entrenador para ganar. Su versión en Cleveland era la más pura de todas, con un físico brutal donde el talento era solo una parte más de la ecuación, pero su cuerpo marcaba la mayor diferencia. Fue en Miami, a partir de 2010, cuando empezó a encontrar el balance perfecto entre sus tres mejores herramientas: físico, talento e inteligencia en la pista. A la que pudo optimizarlo, enlazó ocho finales consecutivas de la NBA y su mejor versión como jugador de baloncesto, desde 2012 hasta mitad de 2014. LeBron era imparable.

Ahora, en Los Angeles, LeBron es un jugador diferente porque la NBA es una liga diferente. Cuando James debutó en la NBA, hace 21 años, el promedio de triples intentados por equipo eran 14,9 y solo seis equipos metían más de seis por partido. Esta temporada el promedio de triples anotados es 13, y hay 17 jugadores que meten más de tres por noche, con Steph Curry lanzando 11,4. Y LeBron, como el sistema operativo de un ordenador, se ha actualizado. Hasta su mudanza a los Lakers, solo dos veces en su carrera había superado los cinco triples intentados por partido (5,1 en 2010 y 5 en 2018). Desde 2019 no ha bajado de 5,4, los que está probando este año. Y ha metido dos por partido cada temporada.

En sus últimos años ha sido más director y generador que el principal finalizador de su equipo. La llegada de Anthony Davis a los Lakers en 2019 le dio alas al proyecto para llevarse el anillo y sacar una versión del Rey capaz de liderar la liga en asistencias, con 10,2. Siempre hay una manera más de poder seguir ganando, una actualizada a las necesidades de la situación.

Esta semana ESPN publicaba el último récord de LeBron James. En toda su carrera, contando temporada regular y playoff, James ha jugado contra el 35% de los jugadores que han pasado por la NBA en toda su historia. Desde 1946, cuando se fundó bajo el nombre BAA hasta 2024. Por la competición han pasado más de 4500 jugadores y James se ha enfrentado a 1669, uno más de los que vio Vince Carter como rival. El último fue el novato de los Mavericks Olivier-Maxence Prosper. Su longevidad sigue siendo incomparable, pero incluso tras casi 1700 rivales y 1800 partidos, sigue tan vigente como el primer día. Simplemente actualizado.