Los Knicks sobreviven con mucha polémica y tres compañeros de universidad

Los últimos 30 segundos del partido entre New York Knicks y Detroit Pistons tuvieron más acción que la mitad de la cartelera de cines. Tras la canasta de Quentin Grimes, exjugador de los Knicks, para poner por delante a los Pistons, la locura se apoderó del Madison Square Garden. Falló Jalen Brunson el triple abierto y el rebote abrió una serie de catastróficas desdichas donde el balón pasó por las manos de Grimes tras el palmeo de Isaiah Hartenstein, lo bajó Simone Fontecchio, fue robado por el alemán otra vez que encontró a Donte DiVincenzo, quien lo perdió ahora a manos de Ausar Thompson para acabar con un dos más uno de Hart, asistido por Jalen Brunson. Tres robos, tres pérdidas, siete jugadores involucrados. Y una polémica muy clara. 

Porque cuando el novato Thompson se hizo con el balón, tras la pérdida de los Knicks, fue atropellado por Donte DiVincenzo ante la atenta mirada de los colegiados, a escasos centímetros de la jugada. Y no señalaron nada, algo que desató la furia de Monty Williams. La rajada del entrenador, por la que se espera sanción, fue el línea con el error. Sí que es cierto que tras el tiro libre de Hart, los Pistons se dejaron robar otros dos rebotes ofensivos en el final de partido más caótico que se recuerda en el Madison desde la irrupción de Reggie Miller en 1999, pero queda una mancha muy grande. Una que se agranda todavía más si se tiene en cuenta que el partido estaba originalmente agendado para disputarse en Detroit, pero que la NBA decidió moverlo a New York para que los Knicks acabaran con 41 como locales tras el In-Season Tournament.

El partido lo ganó New York como lleva haciendo las últimas semanas, de la mano de Brunson. Otra vez fueron los jugadores de la universidad de Villanova los protagonistas para llevar a los Knicks. Y esta madrugada, los tres superaron los 20 puntos: 35 para Jalen Brunson, 23 para Josh Hart y 21 para Donte DiVincenzo, los tres máximos anotadores del equipo. Por primera vez en 74 años, tres jugadores que compartieron vestuario en la universidad superaron los 20 en un mismo equipo y partido, algo que no se veía desde los Indianapolis Olympics. Para unos Knicks que solo habían ganado un partido en los últimos seis, el triunfo es oro para mantener la cuarta posición y que Bucks y Cavaliers no abran mayor hueco, aunque sea ante Detroit. Y más con la derrota de los Pacers en casa.

Unos Pistons que siguen siendo el noveno peor récord de la historia, con un 14% de triunfos en lo que va de temporada. Es la primera vez en los casi 80 años de la NBA que dos equipos, Detroit y los Washington Wizards (9-49), tienen dos de los peores 10 récords de la historia liga. Aunque estos Pistons, pasado el deadline de traspasos, tienen un mejor aspecto que hace dos meses.

En el mes de diciembre, el nuevo entrenador de los Raptors Darko Rajakovic prometió a sus jugadores una fiesta con pizza ilimitada cuando consiguieran ganar tres partidos seguidos. Estuvieron cerca varias veces, pero cada vez que tenían que cerrar el tercer triunfo, aparecía Boston o Cleveland para arruinar el sueño. Por fin ha llegado. El equipo canadiense ha ganado todos los partidos desde el All Star, dos ante rivales directos, y se coloca a 3.5 partidos del play-in que cierran los Hawks. Scottie Barnes fue el mejor, con el cuarto triple-doble de la temporada, con 21 puntos, 12 rebotes, 12 asistencias y 5 tapones. Se quedó en 9 puntos Haliburton, con Siakam siendo el mejor ante su ex-equipo con 27 tantos y los Pacers, que tenían a mano empatar a Philadelphia, pierden su gran oportunidad.

Otro equipo de play-in que ganó fue Brooklyn. Visitaban a los Grizzlies de Santi Aldama, autor de 7 puntos y 5 rebotes como titular, y se llevaron el duelo con bastante facilidad. Al descanso la diferencia era ya de 26 puntos, y la máxima llegó a ser de 30 en una noche donde hasta siete jugadores de los Nets acabaron en dobles figuras. Dennis Schröder fue el mejor, con 18 puntos y 5 asistencias, y Ben Simmons pudo jugar pese a la lesión del sábado, saliendo desde el banquillo. Fue el primer triunfo del entrenador interino Kevin Ollie, quien cogió el banquillo de Brooklyn tras el despido de Jacques Vaughn, y que hasta la fecha se había llevado dos palizas.

La noche la cerraron Kings y Heat en Sacramento. Un partido sin Jimmy Butler, sancionado por la pelea con Naji Marshall en el duelo ante los Pelicans. Miami rompió el partido en la segunda parte, en un parcial que llegó a ser de 58-28 (del 55-45 al 83-103), desde el final del segundo cuarto hasta bien entrado el último periodo. Y cuando consiguieron la máxima de 20 puntos, despertaron los Kings con un 25-7 de vuelta para poner el partido en dos puntos. Aparecía entonces el novato mexicano, Jaime Jaquez Jr en ataque y Bam Adebayo en defensa, y la remontada moría en la orilla. Cuatro victorias seguidas de Miami que empata ya por la sexta posición y se acerca a Philadelphia.