Joel Embiid se sincera sobre su recuperación: "Ha sido muy depresivo porque no hay una lesión nueva"
Volvió ante Chicago, metió 31 puntos en 33 minutos y los Sixers ganaron. Pero la rodilla sigue sin estar al cien por cien.
Joel Embiid ha vuelto, o al menos, ha jugado su quinto partido de la temporada en el triunfo de los Sixers el domingo. Un partido que sirvió para Philadelphia sumara el segundo triunfo seguido y el cuarto en cinco partidos, para alejarse del pozo y soñar con entrar en los playoff directos. Pero una noche de sinceridad por parte de Joel Embiid que sigue sin tener una respuesta a los problemas físicos que le han tenido apartado el primer tramo de la temporada: "Estamos intentando averiguar que es, porque no hay una lesión nueva" decía a ESPN. "Solo la inflamación es lo que tenemos que resolver, no hay más" insistía en su vuelta.
Aunque más allá del golpe físico y la duda eterna de si Joel Embiid estará o no disponible para cada partido, lo peor para el jugador camerunés de pasaporte americano ha sido el aspecto mental: "Lo he estado diciendo durante los últimos meses. Ha sido extremadamente deprimente" se sinceraba. "Ha sido molesto porque me encantaría jugar todos los partidos" seguía. Y por ahora lleva solo cinco de los 22 que Philadelphia ha disputado, el equipo que menos en toda la NBA. Por ese motivo, Embiid todavía es candidato a poder luchar por el MVP, ya que puede perderse un máximo de 17 partidos, aunque tendría que jugar todos de aquí hasta mitad de abril. Algo impensable viendo el historial reciente del pívot.
Y el mayor problema sigue siendo su rodilla. "Me gustaría jugar cada partido, cada minuto, pero a veces tu cuerpo dice que no, y no hay nada que puedas hacer. Solo puedes seguir trabajando para mejorar" explicaba frustrado. "Me gustaría haber estado jugando desde el principio" seguía el interior, visiblemente molesto con su propio cuerpo. No hay una nueva lesión, simplemente una inflamación en una rodilla que le lleva dando problemas los últimos años de su carrera y que parece ser que seguirá siendo una impertinencia los años que le quedan en la NBA.
El de Chicago fue el primer partido donde Joel Embiid pareció, sobre todo a partir del segundo cuarto donde anotó 19, el jugador que conocemos. El que fuera MVP de la NBA hace apenas año y medio. Metió 31 puntos con 12 rebotes en apenas 33 minutos y llevó a los Sixers a la victoria junto a un triple-doble de Tyrese Maxey y los 12 puntos de Paul George. El big-3 de los Sixers pudo jugar más 26 minutos juntos, triplicando la cifra que habían acumulado en toda la temporada (6 minutos) y con un +14 en pista. "Todo empieza con la salud" decía Embiid en referencia a las opciones de los Sixers. "Si estamos sanos tenemos opciones contra cualquier equipo".
Complicado cuando Paul George ha jugado únicamente 12 partidos en lo que va de temporada tras sufrir, en dos ocasiones distintas, una hiperextensión en la rodilla y vestir una protección ortopédica. Tyrese Maxey, quien estuvo solo el primer tramo de la temporada, se perdió seis partidos por lesión y los secundarios son prácticamente tan irregulares como sus estrellas. Caleb Martin ha faltado dos partidos y ha perdido su rol de titular, Kyle Lowry no estuvo disponible la última semana de noviembre y a Nick Nurse le está costando encontrar un equipo competitivo alrededor de sus estrellas. Guerschon Yabusele, el último en llegar, es el quinto jugador con más minutos y uno de los tres que ha jugado todo.
La suerte es que siguen jugando en la conferencia Este, y que una pequeña racha de cuatro triunfos en cinco partidos ha servido para empatar por la novena posición en derrotas. Y que cuando está disponible, Embiid promedia 33 puntos y 11.5 rebotes los últimos dos partidos, lo que puede ser suficiente para clasificar al playoff. Aunque dependen de la rodilla izquierda de su estrella.