NBA

Jalen Brunson, la pieza que faltaba en los Knicks

El equipo de la Gran Manzana se pone 2-1, récord positivo por primera vez desde enero, y todo pasa por la llegada del base.

Jalen Brunson conduce la pelota ante la oposición de Ja Morant en un partido de la presente temporada. /GETTY
Jalen Brunson conduce la pelota ante la oposición de Ja Morant en un partido de la presente temporada. GETTY
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

La llegada de Jalen Brunson a la Gran Manzana ha cambiado por completo al equipo. No es una estrella, no será All NBA ni All Star (seguramente), no saldrá en las quinielas para el MVP, pero es la pieza que faltaba en los Knicks. Porque durante la última década, desde 2010, los bases titulares que han tenido en Nueva York han sido el gran problema de la franquicia. Con un buen base, todo cambia.

En orden cronológico, la lista es sobrecogedora. El primero, Raymomd Felton, fue dos veces diferentes el elegido para liderar el ataque de los Knicks, primero en 2010/11 y luego regresó en 2014. Por el medio, un Chauncey Billups de 34 años que duró 21 partidos, Toney Douglas o incluso Baron Davis, que llevó al equipo a los playoffs en 2012. Ese es el año de la explosión de Jeremy Lin y el famoso 'Linsanity'.

Jason Kidd con 40 años, Pablo Priogioni con 35 o José Calderón fueron los siguientes, entre 2012 y 2014. El español fue el único que rindió a un buen nivel. Otros nombres de aquella época con Shane Larkin, muy joven y diferente al jugador que es ahora en Europa, Alexey Shved o Beno Udrih, todos habituales en Euroliga pero no jugadores NBA. Y tampoco es que los americanos fueran mucho mejores: Langston Galloway, Brandon Jennings, Jarret Jack. La lista es atroz.

Llegó Derrick Rose, se fue Derrick Rose, firmaron a Emmanuel Mudiay, Trey Burke, Frank Ntilikina, Dennis Smith Jr y Elfrid Payton, salieron todos ellos y volvió Derrick Rose. Incluso Kemba Walker, ya algo gastado físicamente, jugó una temporada en Nueva York. De todos los que han sido titulares, solo queda Derrick Rose. El resto están en Europa, fondo de banquillo en alguna franquicia de la NBA, retirados o sin equipo. Ninguno es un jugador digno para liderar el ataque de una de los conjuntos históricos de la NBA. Hasta que llegó Jalen Brunson.

Un base al uso

La firma del excompañero de Luka Doncic en los Dallas Mavericks lo cambió todo. Por primera vez en los últimos años, en la era de RJ Barrett y Julius Randle, los Knicks tienen un base. "Está en completo control en todo momento", aseguraba ayer Tom Thibodeau tras la victoria ante Orlando Magic. Y es que los Knicks no pedían tanto, solo querían tener un base. Alguien capaz de liberar a tus mejores jugadores de tareas que no les corresponden, de poner el balón en las manos adecuadas en el lugar adecuado.

Tendrá presión Brunson, por supuesto. Ha sido el agente libre de más renombre que ha cambiado de franquicia y Nueva York es un mercado gigante, todos los ojos van a estar sobre él. El precio fue alto también: 104 millones por las próximas cuatro temporadas (opción de jugador en la última). Los Knicks se aseguran un base de nivel en plenitudes físicas y edad de competir hasta 2026, y el resto lo pueden construir alrededor. Porque por primera vez, alguien hará mejor a RJ Barrett.

En sus dos primeros partidos firmó un descomunal récord de 15 asistencias y ninguna pérdida. Tras tres partidos sus promedios son de siete pases de canasta por noche por tan solo una pérdida de balón, cifras élite en un base. Lo complementa con casi 18 puntos por noche y lo más importante, victorias. Los Knicks están en positivo por primera vez desde el pasado mes de enero, se encuentran por delante de sus vecinos los Nets y sueñan con jugar en post temporada. Es la ventaja de haber encontrado la pieza que les faltaba.