NBA

Jakob Poeltl es la clave para entender el renacer de los Raptors

La llegada de un pívot de referencia a Canadá ha cambiado por completo la cara de la plantilla, que estaba lejos de luchar por los playoffs y ahora mira la séptima posición.

Jakob Poeltl. /GETTY IMAGES
Jakob Poeltl. GETTY IMAGES
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Toronto fue durante muchos años el epicentro de un proyecto innovador en la NBA: jugar al baloncesto sin un pívot natural. La plantilla del conjunto canadiense carecía de referentes interiores desde la salida de Marc Gasol, en 2020, y sustituía la falta de centímetros por tamaño en las alas. Hasta cuatro aleros altos en una búsqueda del nuevo baloncesto, con cinco jugadores capaces de defender cada posición, bajar el balón y tirar. Tras cuatro meses de temporada, el proyecto fracasaba y la solución era clara: traer un pívot. Masai Ujiri apostó por recuperar a Jakob Poeltl de San Antonio. Los resultados en apenas un mes han sido un éxito.

El austríaco no es Nikola Jokic o Joel Embiid, no será el mejor interior de la NBA ni tendrá los mejores números entre los pívots de la liga, pero su llegada ha cambiado por completo la cara al equipo. Tener una referencia en la pintura ha abierto las posibilidades de unos Raptors que se han vuelto a encontrar con su mejor nivel y que al mismo tiempo han añadido profundidad. Gary Trent Jr, titular los últimos dos años y medio, se ha convertido en la referencia de uno de los hasta ahora peores banquillos de la NBA. Y los Raptors, en un momento de la temporada duodécimos siete partidos por debajo del 50% de victorias, están con un récord de 35-36 a solo medio partido de Atlanta por la octava posición.

Desde su llegada, Poeltl promedia 14.8 puntos y 9.5 rebotes por partido, habiendo conseguido seis dobles-dobles, los últimos cuatro consecutivos. Anotó 30 puntos en su tercer partido, firmó un partido de 21 puntos y 18 rebotes cuarta noche y desde que es titular los Raptors solo han perdido cinco de los 14 partidos disputados desde el 12 de febrero. Poseen el quinto mejor récord de la NBA solo por detrás de New York Knicks, Philadelphia 76ers (12-3), Milwaukee Bucks y Sacramento Kings (11-3). Y no solo ganan: el quinteto titular aplasta a los rivales, con +17.3. Suman siete triunfos seguidos en casa y tres en total tras vencer a Denver, Oklahoma y Minnesota, todos ellos equipos en el top-9 del Oeste.

Poeltl tiene el mejor ratio ofensivo del equipo, con él en pista los Raptors anotan 117.5 puntos por 100 posesiones, y permiten 106.8, una cifra solo mejorada por el rookie (y también pívot) Christian Koloko. Con el nuevo jugador en pista, Toronto es +11.1 puntos mejor que el rival. Cuando el interior austríaco se sienta en el banquillo, los Raptors son 14.8 puntos peores por cien posesiones que el adversario. Los cinco titulares tienen un diferencial negativo, pero solo Scottie Barnes (-15.3) es más importante que Poeltl en ese aspecto. Y lo mejor que Jakob es el impacto que ha tenido en sus compañeros, que han subido el nivel al instante.

El crecimiento de Fred VanVleet es el mejor ejemplo del efecto Poeltl. Con una referencia interior para jugar el pick and roll, sistema que usa en un 40% de las posesiones, se ha convertido en la pareja de referencia: en solo 14 partidos son ya 29 asistencias, más de las que les ha dado Chris Boucher o Precious Achiuwa en toda la temporada. Además, los porcentajes de tiro del base han crecido y lo han hecho anotando más (de 16.3 puntos a 18.3), además de volver a ejercer como base, con nueve asistencias por noche y 2.6 robos por partido. Su versión más general de la pista. 

Los puntos los deja para Pascal Siakam (21.8), pero son un trabajo colectivo: hasta seis jugadores superan los 13 por noche desde la llegada de Poeltl, que ha sabido sacar la mejor versión de los Raptors. En el horizonte uno de los calendarios más difíciles de la NBA, con dos enfrentamientos todavía contra Boston y Milwaukee, además de partidos contra Philadelphia o un duelo directo contra los Heat. El objetivo los playoffs, el sueño la séptima posición y el camino, Jakob Poeltl.