NBA

El drama del entrenador de los Lakers por los incendios de California: "No estaba preparado para lo que vi, todo había desaparecido"

JJ Redick ha sido uno de los miles de afectados por las llamas que están arrasando el estado de California.

Imagen de una vivienda pasto de las llamas en los incendios de California. /Reuters
Imagen de una vivienda pasto de las llamas en los incendios de California. Reuters
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

"Tenía que verlo con mis propios ojos. No estaba preparado para lo que vi". El testimonio del entrenador de los Lakers, JJ Redick es desgarrador. Su casa en la zona oeste de Los Ángeles, en Pacific Palisades, ha sido una de las tantas afectadas por los incendios forestales que, desde hace días, está arrasando el estado de California. Unas llamas que no diferencian entre estrellas o ciudadanos de a pie, las palabras del técnico reflejan el sentir de todas esas personas que lo han perdido todo.

"Es la devastación completa y la destrucción. Pasé por la mayor parte del vecindario y todo ha desaparecido. Nunca puedes prepararte para algo así. Nuestro hogar ha desaparecido", expresaba el técnico, visiblemente emocionado, durante un encuentro con periodistas en el centro de entrenamiento de los Lakers.

"Hay cosas que no se pueden reemplazar. Mi hijo hizo un proyecto de arte el año pasado. Era como una pintura a lápiz de carbón de un faro que habíamos enmarcado por encima de las escaleras. Nunca puedes reemplazar cosas como esas. (...) No estoy seguro de haber llorado o lamentado así en varios años".

El incendio en Palisades comenzó el 7 de enero. Ese mismo día, los Lakers jugaron ante los Mavericks de Luka Doncic en Dallas. Terminado el partido, la vuelta a casa resultó ser una auténtica pesadilla para la expedición angelina. "Cuando volábamos hacia allí, todo el mundo intentaba ver lo grave que era, porque no creo que la gente se diera cuenta de lo grave que era hasta que no lo veías con tus propios ojos. Desde la distancia, se podía ver algo de fuego. Pero a medida que te acercabas, había mucho humo. Era básicamente como si estuvieras volando entre las nubes. Daba miedo", confesaba el escolta, Austin Reaves.

Por la gravedad de la situación, la NBA decidió suspender el duelo entre Los Ángeles Lakers y Charlotte Hornets programado para el 9 de enero y el de este sábado, 11, ante San Antonio Spurs. Redick, muy dañado tras lo ocurrido, espera volver a jugar cuanto antes para intentar volver a la normalidad. "Creo que para todo el mundo, para todos los que se han visto afectados por esto, hay un proceso de duelo. Hay un proceso de curación. Solo puedo hablar por mí, parte de mi proceso de curación y ese pasar por estar aquí con estos chicos, entrenar y volver a jugar".

El técnico estadounidense, que firmó el pasado verano por los Lakers y se mudó de Brooklyn a Palisades, aportará su grano de arena en todo lo que pueda. "Hay gente en Malibú, en Brentwood, en Pasadena ... Es por todo Los Ángeles. Si hay algo que podamos hacer para ayudar y liderar, lo haremos ... Todavía estamos averiguando como podemos hacerlo. Estamos comprometidos a ayudar a otras personas y vamos a hacerlo. Va a ser un proceso largo".

Su familia, la de su mujer y mucha gente cercana tuvo que ser evacuada por las llamas. Una dura situación que no entiende de clases, Redick, no quiere que nadie sienta pena por él. "Esto ha afectado a tanta gente. No quiero que la gente sienta lástima por mí y mi familia. Hay gente que debido a algunas cuestiones políticas y algunas cuestiones de seguros no van a estar bien. Y vamos a hacer todo lo que podamos para ayudar a cualquiera que esté mal por esto".