Se retira Derrick Rose, el MVP al que traicionaron las lesiones
Leyenda de los Chicago Bulls, con quien consiguió un MVP, el base lo deja a los 35 años de edad
Derrick Rose se retira del baloncesto. Así lo ha anunciado el base, recientemente cortado por los Memphis Grizzlies, a los 35 años de edad. Con un premio MVP a sus espaldas, tres nominaciones al All Star y un All NBA en la mejor liga del mundo, además de dos medallas de oro mundiales y un palmarés individual previo a la NBA único, Rose tiene que decir adiós al deporte que le llevó a la cima, y que tanto sufrimiento le ha causado al mismo tiempo. Tras 16 temporadas, seis franquicias y 723 partidos en la liga, el que un día fue el mejor jugador de la temporada lo deja lejos de los focos.
En una carta publicada en redes sociales, el base que fuera MVP en 2011 ha anunciado que abandona el baloncesto profesional. "Gracias a mi primer amor", empezaba el mensaje, donde hacía balance de una carrera con muchos altibajos y entiende que es el mejor momento para dejar el deporte. Promediando 17.4 puntos, 5.2 asistencias y 3.2 rebotes por noche, Rose ya es exjugador de baloncesto.
De todas las historias en condicional que escribe el baloncesto, muy pocas al nivel de Derrick Rose. Porque con 22 años se convirtió en el MVP más joven de la historia de la liga en mayo de 2011, pero, desde entonces, su carrera fue un compilado de lesiones, problemas físicos varios y cambios constantes de equipo. Del base que brilló en Illinois, que lideró a los Bulls al #1 de la conferencia quedaba solo el recuerdo: mates inverosímiles para alguien de su tamaño, canastas sobre la bocina para ganar y penetraciones a canasta por encima de torres defensivas sin problema alguno. Todo era en pasado y ahora, ya retirado, Rose forma parte del tiempo pretérito de la NBA.
Fue en un maldito primer partido de los playoff ante Philadelphia, en 2012. Los Bulls llegaban como favoritos para ganar la serie e incluso el Este, pero a falta de 1:22 y con 12 puntos de ventaja, la rodilla izquierda de Rose decía basta. El diagnóstico, una rotura del ligamento cruzado que le mantuvo apartado toda la temporada 2012/13. Su vuelta oficial llegó en octubre de 2014, tras jugar el Mundial de España y ganar el oro. Y apenas un mes después del inicio de la competición fue su rodilla derecha la que se lesionó: el menisco, esta vez. Otra cirugía, otra temporada de baja. Y para cuando se volvió a vestir, Rose nunca más fue el mismo.
La explosividad era su marca registrada, y nunca se supo adaptar a jugar lastrado físicamente en las rodillas. Jugó solo 166 partidos entre 2012 y 2016, y su salida de Chicago era cuestión de tiempo. Fue el héroe local, nacido y criado en Illinois, y elegido por los Bulls con el primer pick del draft de 2008, pero hasta las mejores historias de amor tienen finales tristes. Y Chicago lo mandó a New York a cambio de José Calderón, donde se encontró con Carmelo Anthony y Kristaps Porzingis. De los Knicks pasó a Cleveland junto a LeBron James, y tras ser cortado por Utah, lo pescó Tom Thibodeau para Minnesota. Firmó con los Detroit Pistons antes de volver a la Gran Manzana, reclutado una vez más por Thibodeau.
Sus lesiones y rendimiento irregular invitan a pensar que Rose pueda convertirse en el primer MVP de la temporada regular en no ser parte del Salón de la Fama del baloncesto. El base es uno de los nueve MVP que seguía en activo junto a LeBron, Durant, Curry, Harden, Westbrook, Giannis, Jokic y Embiid, pero según el portal de estadísticas basketball-reference, Rose solo tiene un 10.5% de lograrlo. El siguiente MVP en la lista es Joel Embiid, con un 66.2% (y tanto LeBron como Curry, Durant están al 100, el resto por encima del 98%). Su final de película tampoco ayuda a la candidatura, que vive de estadísticas tanto como del relato.
Tras firmar por los Grizzlies en la agencia libre de 2023 y usar el dorsal 23, el mismo con el que brilló jugando para la Universidad de Memphis, aunque solo pudo jugar 24 partidos antes de que otra vez las lesiones le alejaran de la pista. Por eso pidió esta semana ser cortado por Memphis, para poder anunciar en paz su retirada. Tuvo momentos brillantes tras la lesión, como los 50 puntos que anotó en Utah con la camiseta de los Timberwolves, incluyendo la canasta ganadora y lágrimas en la celebración posterior, un momento que fue galardonado como el más emotivo de la temporada.
Se va no sin manchas en su historial. Durante la universidad se le acusó de falsificar sus notas para poder jugar en la NCAA y en 2016 estuvo involucrado en un juicio civil por una acusación de violación sucedida en 2013. Según la víctima, Rose y sus amigos la obligaron a tener sexo estando drogada y por momentos inconsciente, algo que el jugador admitió. Rose fue declarado no culpable de violación por un jurado popular. Son dos escándalos que irán siempre de la mano del jugador, pero de los que salió airoso. Y en la memoria, más allá de juicios y titulares, la imagen para siempre será la de Rose con el #1 de los Bulls haciendo un mate. En su más pura esencia, en su mejor versión.