Brittney Griner ya está en Estados Unidos tras ser liberada en Rusia
La pívot estadounidense había sido condenada a nueve años de prisión en Rusia por transportar aceite de cannabis.
Brittney Griner ya está en casa. Era la imagen más esperada de la jornada y se produjo a las 11.45 de la mañana, hora peninsular. Decenas de cámaras de televisión esperaban a pie de pista en el aeropuerto Kelly Field de San Antonio para captar la imagen de la jugadora texana bajando del avión y pisando, por primera vez, suelo estadounidense. Griner, que fue puesta en libertad en la noche del jueves, llegó a Estados Unidos y lo primero que hizo fue pasar revisión médica en un hospital militar de la localidad.
Griner aterrizó en suelo estadounidense después de su escala en Emiratos Árabes Unidos, donde se produjo el intercambio de prisioneros con Viktor Bout, el traficante de armas conocido como 'El mercader de la muerte' que cumplía una condena de 25 años de cárcel en Estados Unidos.
La diplomacia rusa, en un comunicado que reproduce la agencia EFE, informó que "el 8 de diciembre de 2022 en el aeropuerto de Abu Dhabi se completó con éxito el intercambio del ciudadano ruso Víktor Bout por la ciudadana estadounidense Brittney Griner, quienes cumplían condenas en instituciones penitenciarias de Estados Unidos y Rusia, respectivamente".
La doble campeona olímpica había sido condenada a nueve años de prisión en Rusia después de ser detenida en el aeropuerto de Moscú, cuando intentaba salir del país con aceite de cannabis. Ella siempre reconoció los hechos, pero aseguró que no tenía intención de infringir ninguna ley. A pesar de ello, un tribunal ruso la declaró culpable y comenzó a cumplir una condena que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó como "inaceptable".
Las últimas dos semanas habían sido un infierno para Griner, que fue trasladada a la Colonia Penal Femenina IK-2 en Mordovia, una de las prisiones más duras del país. "Enviaron a Brittney Griner a la peor prisión de toda Rusia. Allí trabajan 16 horas diarias cosiendo y confeccionando uniformes. Las palizas y las torturas son normales, casi no hay asistencia médica. Si no están trabajando en sus uniformes, los presos tienen que hacer trabajos físicos muy duros, como cavar zanjas o romper bloques de hielo.