MUNDIAL DE BALONCESTO

El Mundial se juega en la casa de Dios

La Copa del Mundo celebra su primer partido en el Philippine Arena, un pabellón con capacidad para 55.000 espectadores, propiedad de la Iglesia Ni Cristo.

Vista del Philippine Arena que albergará el primer partido del Mundial./FIBA
Vista del Philippine Arena que albergará el primer partido del Mundial. FIBA
Guillermo García

Guillermo García

Yakarta.- El Mundial de baloncesto 2023 va a tener un toque divino en su celebración con los partidos celebrados en el Philippine Arena, una maravilla arquitectónica que es el pabellón más grande del mundo con una capacidad para 55.000 espectadores y que fue construida por la Iglesia Ni Cristo, financiado con la contribución de sus feligreses.

Allí, en un pabellón construido en más de 140 hectáreas entre dos términos municipales diferentes (Bocaue y Sta. Maria, Bulacan) se disputará el primer partido del Mundial que enfrentará a Italia y Angola en un recinto que también albergará el choque entre la anfitriona Filipinas y República Dominicana correspondiente a la primera jornada del grupo A.

Legalmente el pabellón es propiedad de la Universidad Nueva Era, la institución educativa la Iglesia Ni Cristo. Una rama del cristianismo nacida en Filipinas con más de tres millones de adeptos y que no tenía un recinto con capacidad suficiente para albergar sus actos y a sus celebraciones, por lo que encargó la construcción de un pabellón de grandes dimensiones al estudio coreano Hanwha Engineering and Construction.

Carmelo Anthony con la Copa del Mundo en el Philippine Arena. Getty Images
Carmelo Anthony con la Copa del Mundo en el Philippine Arena. Getty Images

La obra costó más de 200 millones de dólares (213 para ser exactos) que salieron de las donaciones de los feligreses. De hecho todos los integrantes de esta iglesia están obligados a donar una parte de su sueldo a la misma para las diferentes obras de la Iglesia Ni Cristo entre las que destaca este Philipine Arena.

Un recinto en el que además de baloncesto se han celebrado partidos de tenis, combates de boxeo y conciertos de artistas como Katy Perry o de grupos de la talla de U2 o Guns N'Roses. Sin embargo su carácter religioso hace que la Iglesia Ni Cristo pueda vetar los eventos que se celebren allí y que violen sus principios como puede ser todo lo relacionado con casas de apuestas... o las peleas de gallos.

Los máximos representantes de Iglesia Ni Cristo, fundada en 1914 por Felix Manalo y que basa sus creencias en la Biblia, se niegan a divulgar públicamente el número de miembros con los que cuenta la organización, pero la Oficina Nacional de Estadísticas de Filipinas apunta que son más de 3 millones. Eso la convertiría en la tercera religión del archipiélago asiático por detrás del catolicismo y el islam.

Entre sus características está el compromiso de sus fieles que deben acudir a celebraciones religiosas un mínimo de dos veces por semana, algo que queda registrado en una tarjeta. Durante las ceremonias hombres y mujeres permanecen separados, además de tener que cumplir unas normas de vestimenta. La INC tiene un gran poder en Filipinas y sus fieles votan al candidato que les dice la iglesia.