El lado más polémico de Luka Doncic también lo condena durante el Mundial

Que Luka Doncic tiene un talento inigualable e indescriptible es una realidad. Que a su vez tiene ciertos comportamientos en pista que lo lastran incluso a ser aún mejor (si cabe), también. La estrella de Eslovenia ha sido el protagonista del partido de cuartos de final del Mundial de su selección ante Canadá. Y no sólo por liderar a los suyos. Sino, precisamente, por el que es su lado más polémico que esta vez le han costado la eliminación cuando su equipo más lo necesitaba.

A sólo cinco minutos del descanso, Luka Doncic veía la primera falta técnica por protestar una acción. Y tras llevarse la falta, incluso le ha hecho un gesto con las manos como en señal de dinero al árbitro, algo que, precisamente, ya es algo habitual en este tipo de situaciones. Más que nada porque si hay algo en lo que Doncic también es protagonista es en las quejas a los árbitros. Y estos ya le tienen tomada la matrícula.

La realidad es que defender a Luka Doncic no es fácil. Tiene un talento innato que se escapa y que hace que, en muchas ocasiones, se ejerza un gran físico sobre él para tratar de anularlo. ¿Y esto en qué deriva? En que es común que el base de Eslovenia y también de los Dallas Mavericks se queje de agarrones, empujones, manotazos, codazos y un largo etcétera de acciones que en ocasiones los árbitros no ven o consideran que no son falta.

Y, claro, la historia está en que en la NBA hay una sanción implantada que estipula que por cada 16 faltas técnicas pitadas a un jugador en una misma temporada, este tendrá que cumplir un partido de suspensión. Una vez sancionado de esta manera, la pena continúa vigente porque, a partir de ahí, por cada dos nuevas faltas técnicas llega otro partido de suspensión. Así hasta que finalice la temporada. Y lo cierto es que Doncic lleva jugando con fuego durante las dos últimas campañas.

Sin ir más lejos, en esta pasada temporada le pitaron 17 técnicas. Si bien, una fue anulada en diciembre y otra en la recta final de la competición, lo que hizo que finalmente terminase el año con 15, a sólo una de la sanción. Pero, claro, en el caso del Mundial la historia está en que esta faceta de Doncic ha vuelto a salir a relucir y en el peor momento posible: en el último cuarto del partido a vida o muerte ante Canadá.

Con la técnica ya pitada en la primera parte, Doncic continuó su juego. Pero a falta de más de seis minutos y medio del final, en un intento de canasta notó un contacto y acabó en el suelo. Esto fue interpretado como flopping por parte del árbitro y como el base ya estaba avisado, recibió la pertinente falta técnica por ello. La segunda que se llevaba en el partido y que le supuso la eliminación en un momento en el que los suyos acababan de remontar siete puntos y trataban de volver a pelear el partido ante Canadá.

La baja de Doncic fue un golpe demasiado duro para Eslovenia y el pase a semifinales se fue para la selección canadiense (100-89). Pero el base no quiso dejar pasar la ocasión en sala de prensa para hablar de lo ocurrido y pese a reconocer, en parte, que su comportamiento no siempre es el adecuado, se quejó de algo que habría dicho un árbitro y que era injusto.

"Todo el mundo sabe de dónde viene mi frustración. Cuando juegas con el equipo nacional hay muchas emociones. A veces me cuesta controlarme. Uno de los árbitros dijo a uno de los chicos que no me pitarían una porque iba a por ellos. Creo que no es justo. Me quejo mucho, pero no creo que sea justo. Han sido muy físicos conmigo", dijo Doncic tras lo ocurrido. Y su seleccionador también se mostró en la misma línea.

"Es difícil jugar un partido cuando te golpean constantemente. Trabajamos mucho en esto, pero es frustrante. Te cansas de esto. Sé que no se ve muy bien. Es muy, muy difícil y eso hace a Luka tan especial porque es duro defenderlo de manera legal" explicó Aleksander Sekulic.

Sea como fuere, la realidad es que esta faceta, que puede considerarse la cara más polémica de Luka Doncic no es nueva. Y aunque esté tratando de mejorarlo, como él mismo reconoce, está siendo un lastre por el que es señalado ya no sólo durante la temporada en la NBA, sino también en los torneos internacionales con su selección.