La realidad de Ángela Salvadores, la niña que creció entre vídeos de Petrovic: "He asumido que no voy a estar en la Selección, juegue como juegue"
La base del Movistar Estudiantes, máxima anotadora, mejor asistente y jugadora más valorada del equipo colegial, valora su vuelta a España y la madurez alcanzada en una carrera poco ortodoxa.
Ángela Salvadores (Oviedo, 1997) mantiene la mirada de aquella niña que copaba titulares en los que aparecía en la misma línea que Drazen Petrovic, su gran ídolo. Su facilidad para anotar y su obsesión por el baloncesto (veía vídeos del genio de Sibenik) le llevaron a una comparación que, por momentos, pesó demasiado en una joven que con apenas 17 años fue MVP de un Mundial de la categoría.
Hoy, siete años más madura, mantiene la magia intacta y los puntos en unas manos que no se han desgastado en sus diferentes aventuras en el extranjero. Son siete temporadas en las que Salvadores ha crecido mentalmente y ha asumido su sitio en un baloncesto que ahora mismo la ha llevado a la madrileña calle Serrano, donde se ha convertido en líder del Movistar Estudiantes.
Una etapa que ha comenzado bien tanto a nivel individual como grupal, ¿no?
De momento bastante bien. Mis sensaciones van muy ligadas a las del equipo también, porque soy una pieza importante dentro de él, entonces siento como que va relacionado. Con el equipo llevamos tres victorias y dos derrotas. Hubo una contra Valencia Básquet que lo tuvimos para ganar, pero que al final lo perdimos porque son un gran equipo. Aún así estamos contentas y hay que seguir en esta línea. Y yo pues igual, estoy contenta con el inicio que he hecho, pero creo que todavía hay margen de mejora. Poco a poco. Acabamos de empezar noviembre y ya vamos cogiendo ritmo.
¿Por qué llama el Estudiantes a Ángela Salvadores? ¿Qué te pide?
Me querían para ser una jugadora importante en el equipo, con un rol muy importante. Es lo que me gusta a mí. Y creo que es lo que estoy haciendo en el campo. Es lo que me piden, que tenga responsabilidad, no sólo anotando sino generando para mis compañeras, para el equipo. A veces acabo yo y otras veces acaba otra compañera. Más que anotar es que genere y es lo que me pidieron desde el principio.
¿Cómo es el Estudiantes que te has encontrado?
Claramente conocía el club porque es uno de los más históricos en España, además de que he jugado contra el equipo femenino muchísimas veces. Una de las cosas que me gustan del club y por las que me gusta estar aquí, es que es un club con historia, con mucha cantera, en el que la gente que apoya al Estu sabe de baloncesto. Son cosas que a mí me gustan a la hora de formar parte de un club o no, la tradición. Me gusta mucho el ambiente, que hay muchos niños. En nuestros partidos siempre hay muchas niñas viéndonos y eso creo que es muy importante. Yo me encuentro muy cómoda aquí, me han acogido muy bien.
Tú que empezaste casi siendo niña, ¿te ves reflejada en ellas?
Sí me veo. Cuando era pequeña yo también iba a ver partidos, como ellas. Me gusta que haya viéndonos muchas niñas y niños. Está guay. Yo cuando era pequeña me pasaba igual. A mí ahora cada vez que vienen niñas o a pedirme una foto o, como por ejemplo el otro día, que unas niñas del Estu me pidieron que fuera a verlas a un partido suyo. Esas cosas me hacen ilusión porque son cosas que yo hacía cuando era pequeña.
¿Y qué consejos les darías ahora que eres más madura y sabes de qué va esto?
Yo tampoco soy nadie para dar consejos, pero sobre todo le diría que lo disfrutaran. Es que tampoco veo que pueda haber otra opción, ¿no? Simplemente que disfruten del baloncesto y que lo hagan de cualquier manera. Viendo partidos o yendo a entrenar, jugando…
¿Tú lo has disfrutado siempre? Empezando tan joven igual las expectativas te han pesado.
No siempre lo he disfrutado al nivel que lo estoy disfrutando este año. Ahora lo pienso mucho, que igual ha habido años que no lo he disfrutado tanto, que he bajado un poco al barro por así decirlo. Pero gracias a eso pues ahora lo estoy disfrutando. Gracias a trabajar muchísimo este año puedo estar al nivel que estoy o que estuve el año pasado. Creo también que no vas a disfrutar siempre igual en tu carrera. Yo llevo ya desde los 18 años y es mucho tiempo. Hay etapas que te toca pues tragar más y otras etapas, como ahora, pues que lo disfrutas más. Todo forma parte de la carrera, pero es verdad que no siempre se disfruta igual claramente.
¿Tú has cambiado en algo tu forma de jugar, tu forma, de ser para que estos dos últimos años hayas encontrado esa estabilidad, esa felicidad?
Yo no es que perdiera la felicidad. A mí el baloncesto siempre me ha encantado. Simplemente hay sitios y momentos que disfrutas más que otros. Yo siempre lo he disfrutado. No sé cómo decirlo, pero los momentos duros en el fondo también los disfrutas en el sentido de que gracias a eso pues llegas a esos otros momentos.
"No sé cómo decirlo, pero los momentos duros en el fondo también los disfrutas"
Aclarado. Te preguntaba sobre qué has cambiado para volver a encontrar la estabilidad.
No, lo que pasa es que este año estoy haciendo mi juego real. El que llevo dentro desde pequeña. Y el año pasado igual.
¿Y cómo es ese juego?
Mi juego es muy de tener el balón, de anotar, de asistir, de tener mucha importancia. A nivel profesional es difícil hacer eso porque todo el mundo es muy bueno y para tener tanto balón tienes que estar a un nivel muy alto para que te puedan dar esa confianza. Por eso te digo que mi carrera ha sido construir hasta llegar a este punto. Yo no he tenido que cambiar mi estilo, mi esencia, pero estos años he podido jugar así a nivel profesional y que el equipo gane.
Ese es el punto, hacer que mi juego encaje en el equipo y que el equipo gane sin tener yo que haber cambiado mi estilo. Yo podía haberlo cambiado, podía haberme hecho especialista en equis cosas y ya está. La esencia que llevo dentro desde pequeña y lo que he entrenado siempre, me ha llevado mi trabajo adaptarlo para llevarlo al más alto nivel, que es el que estoy ahora.
¿Cómo te han ayudado los años de experiencia fuera de españa a construir esa Ángela Salvadores que eres ahora?
Me ha ayudado muchísimo. Ahora lo pienso, a veces estaba loca de irme a tantos sitios, tan joven y tan seguido, pero estoy muy orgullosa de mí misma y de haber hecho eso por mi carrera, porque no era el camino fácil. De hecho era el difícil, pero lo hice por mi carrera para estar donde estoy hoy.
Ahora que lo veo con perspectiva me ha ayudado muchísimo. Es lo que me ha construido poco a poco de cada sitio. Aprendí muchas cosas, pero todo es a nivel más personal, de experiencia, de estar tranquila y saber controlarlo.
Entender un poco mejor no solo el juego, sino el baloncesto profesional y todo lo que conlleva, la gente que está implicada, cómo tratar a las personas que están alrededor. Todo eso lo he ido aprendiendo con los años. He estado muchos años fuera, muchos años sola y también he aprendido.
Eso te iba a preguntar, ¿cómo se lleva tan joven estar tanto tiempo fuera de casa, más allá de la cancha?
Eso sí que me ha costado. Ahora estoy en España, estoy feliz y parece que todo pues es fácil. Pero yo me fui a Hungría con 20 años, durante año y medio. Había muy poca gente que hablara inglés y tuve suerte que los entrenadores eran españoles, pero aún así era muy difícil. A las 4 de la tarde era de noche.
Luego estuve en Turquía también yo sola. Luego Italia, que es más parecida a España y parece que es más fácil, pero no dejas de estar en otro país. El año pasado en Francia ya tenía claro que era mi último año fuera de España por eso, porque a nivel personal yo quería volver. Tengo 27 años y no es lo mismo que con 20.
Estoy muy agradecida de todas mis experiencias, pero ahora lo veo y digo que estaba loca de irme tan joven, pero a la vez estoy orgullosa. Y no me importa decirlo porque es la verdad. Me ha ayudado mucho como persona. Si me hubieras conocido con 20 y me conoces ahora yo creo que habría mejorado. Tengo más paciencia y relativizó más las cosas.
En todos esos años que has estado fuera sola, ¿cuántos paquetes de jamón le pedías a la familia al año?
En realidad nunca lo pedí, no se me ocurrió. El año pasado sí. En Francia, jamón y cecina sí, mucho, todo el rato. Los otros años ni lo pensaba. Pero el año pasado sí, el año pasado era cecina, jamón, todo el rato que me traía. Incluso alguna vez fui yo a comprarlo, que estaba a media hora de la frontera.
¿Y en alguna de esas llamadas le dijiste a tu familia, 'Oye, que me quiero volver, que esto se me está haciendo muy duro'?
Sí. A mi padre, al pobre, le tengo... Ahora ya no, pero sobre todo en Estambul, al principio. fue un cambio muy brusco. Está muy lejos y al principio en Estambul sí que era un poco, '¿qué hago aquí?'. Alguna vez sí que le he llamado no para decirle que me quería ir porque no me gusta irme a la mitad, pero sí para desahogarme y llorar un rato. Mi padre lo cogía, escuchaba y no hablaba solo me dejaba que me desahogara.
Entre ese millón de experiencias está también tu etapa en Duke. ¿Cómo fue ese año en una universidad con tanta tradición de baloncesto?
Un año increíble. También fue duro al principio, porque yo fui pensando que sabía inglés, pero una vez allí sí que me costó un poco enterarme bien de las cosas hasta que pillé el inglés. Pero fue muy bien. La Universidad de Duke es increíble. Yo siempre digo que el pabellón de Duke es el mejor pabellón en el que voy a jugar. No es el más grande, pero es antiguo, tiene muchísima historia. Me encantó la experiencia.
Yo fui a Estados Unidos pensando que sabía inglés, pero una vez allí, sí me que me costó un poco enterarme bien de las cosas"
¿Estados Unidos sigue estando en tu radar?
Si me llamaran algún día, iría. Si me dieran la oportunidad iría una temporada. No más, eso también te digo. Al jugar en verano, yo no puedo estar una temporada entera aquí en Europa, irme en verano y después enlazar otra vez con la temporada de Europa porque mi cerebro no aguanta. Para mí el verano y estar en mi casa con mi gente es muy importante: Pero sí que es verdad que si alguna vez me llamaran, que es muy difícil porque hay muchísimo nivel, claramente iría y sería un sueño. Pero entiendo que está muy lejos. No lo pienso, pero si algún día me llega yo encantada.
¿Y la Selección, piensas en ella?
Mira, en la Selección he pensado muchísimo. Esto sí que es una cosa que me ha afectado bastante mi carrera a nivel mental. A ver, no digo que tenga problemas de salud mental ni nada y no quiero que se tergiverse nada, pero es verdad que el tema de la Selección es una cosa que he perdido mucho tiempo pensando en ella. Sí que es verdad que a partir de esta convocatoria que ha salido, y te voy a ser totalmente sincera…
Por favor.
A partir de esta convocatoria que ha salido ahora he asumido por primera vez en mi carrera, 100%, que yo me voy a retirar sin jugar un torneo oficial con la Selección. Ahora de verdad lo tengo claro. Antes era como 'bueno, mantengo la esperanza de a lo mejor, no sé qué', pero después del año pasado y de este, del nivel que tuve el año pasado y el nivel que he mostrado al principio de temporada aquí, tengo claro que yo no voy a estar nunca independientemente de cómo juegue.
Ahora mismo de verdad que lo tengo asumido ya, que no voy a estar. Y entiendo que no es un tema de nivel de juego, porque yo he dado el nivel para estar en la Selección y ya está. Ahora lo digo tranquila, porque como ya lo tengo asumido lo puedo hablar tranquilamente. Si me hubieras llamado hace dos meses no te estaría hablando así, pero ahora lo tengo asumido porque tampoco voy a estar todo el rato con la mosca detrás de la oreja a ver si voy.
El año pasado, por ejemplo, en Francia, ganamos la Supercopa de Francia, que yo fui MVP, jugamos la final de la Liga y jugamos la final de la Copa, en una liga como la francesa, en la que el año pasado todas las buenas francesas estaban en Francia. Y aquí, con bastantes bajas con respecto a las que había anteriormente, no han contado conmigo, así que entiendo que no es un tema de nivel y entiendo que nunca van a contar conmigo.
"Entiendo que no es una tema de nivel y entiendo que nunca van a contar conmigo" (sobre la Selección)
Hablabas al principio de esta respuesta del tema de la salud mental. ¿Cómo la trabajas? ¿Cómo te enfrentas a las críticas y a las expectativas?
A día de hoy digamos que lo tengo controlado. Yo ahora mismo estoy bien, estoy feliz y tranquila. Si me criticas, me va a dar igual. Las críticas que me importan son las de mis compañeras, de mi entrenador o de mi entorno, de alguien cercano que me conozca. El resto no me afecta para nada, me da igual lo que me digan.
A mí lo que me afectó bastante es estar sola ahora. Por suerte hace 4 o 5 años que eso ya no me pasa, pero sí que cuando estaba en el extranjero me pasaba mucho. Es lo que más me ha afectado. Las críticas y eso no, porque yo siempre confiaba mucho en mí misma y no me suele importar casi nunca lo que me dice la gente que no me conoce y eso lo he llevado bien.
Sí que he probado algún psicólogo deportivo, pero a mí por ejemplo no me va bien. Me gusta más ser autodidacta en ese sentido. Creo que lo pasé muy mal cuando era más joven y he aprendido mucho de eso. Ahora que tengo 27 entiendo que he pasado por muchas fases y ahora estoy bien. He aprendido a controlar mi mente sobre la marcha. He probado psicólogos deportivos pero a mí personalmente no me ha ido bien. Prefiero hacerlo a mi manera y ya está. Pero sí que es muy importante. De hecho, yo creo que este año una de las claves es que mi vida personal va muy bien y el año pasado igual. En realidad, los últimos cuatro años, desde Valencia, que también estuve súpercomoda y es más de la mitad de la culpa de que esté rindiendo tan bien estos últimos años.
¿Se llegó a imaginar aquella Ángela Salvadores que debutó tan joven en Perfumerías Avenida, dónde está hoy con 27 años?
Siempre fue mi objetivo, ser profesional, tener una carrera. Ha llovido mucho desde que estuve en Salamanca y yo estoy feliz. Para mí era imposible hacer el juego que hago ahora a nivel profesional, porque ni técnicamente era suficientemente buena, ni físicamente, ni mentalmente. Era mi primer año profesional.
Pero desde ahí ves la evolución. Yo ahora puedo jugar como jugaba en categorías inferiores a nivel profesional en un equipo y encima ganar partidos. Cuando estaba en Salamanca era imposible porque no tenía el nivel para hacer eso. Podía haber jugado de especialista o alguna cosa, pero no tenía el nivel para hacer mi juego.
Yo lo veo ahora y eso es de lo que más orgullosa estoy, que puedo hacer mi juego de siempre al más alto nivel y ese es el trabajo de todos mis años de carrera. Es de lo que más contenta estoy, independientemente donde juegue donde haya jugado o lo que haya ganado o deje de ganar.
¿Cuál es el mejor momento de Ángela Salvadores?
Espero que esté por llegar y lo digo sinceramente. Estoy contenta de haber ganado ocho títulos. He debutado con la Selección. He jugado en La Fonteta, por ejemplo. He jugado en sitios muy chulos, pero espero que mi mejor momento esté por llegar y que sea con el Estu, que podamos hacer algo que todavía no se haya hecho en la historia del club. Es mi único objetivo ahora mismo. Llevar esto a otro nivel con la ayuda del club, de los patrocinadores, de mis compañeras, de todo el mundo. Es un reto que me motiva muchísimo y espero que ese momento llegue.