Astou Ndour se apunta a los Juegos y pone en un brete a Miguel Méndez: "No tengo nada que demostrar"
La jugadora de origen senegalés quiere estar en la cita olímpica pese a la competencia de la recién nacionalizada Megan Gustafson.

El pasado mes de enero Astou Ndour, MVP del Eurobasket en 2019 y una de las mejores jugadoras de la Selección en los últimos años, anunciaba su vuelta a las canchas tras dar a luz el 29 de septiembre. Apenas 110 días después de ser madre, la jugadora de origen senegalés, regresaba al parquet con el objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos de París.
Un reto en el que no sólo compite consigo misma. También lo hará con Megan Gustafson, la jugadora estadounidense que consiguió la nacionalidad española el pasado verano y que fue clave en el Preolímpico para que el equipo nacional sellara el billete a París. Dos cracks que competirán por un puesto en el roster final, ya que por su condición de nacionalizadas no pueden compartir plantilla.
Dos jugadoras que quieren poner las cosas difíciles a un Miguel Méndez a la hora de conformar el equipo definitivo, tal y como ha confesado la jugadora del Spar Gran Canaria que en apenas cuatro partidos ya ha demostrado que ha recuperado su mejor nivel con 17,3 puntos y 10,5 rebotes para un total de 21,8 puntos de valoración por encuentro. Números que le hacen albergar esperanza para estar en la lista final.
"Ese es mi objetivo. Por supuesto. Es para lo que estoy entrenando a tope para poder llegar bien", asegura la pívot de Dakar en conversación con Relevo. Ndour sabe que la competencia no es sencilla, pero no es la primera vez que se enfrenta a un duelo de esas características.
"No me afecta porque ha pasado lo mismo con Sancho Little. Entonces, yo también estuve en esta posición. Si ella tiene que ir, tendrá que ir. Y si soy yo, iré yo. Sinceramente, no me afecta"
"No me afecta porque ha pasado lo mismo con Sancho Little. Entonces, yo también estuve en esta posición. Si ella tiene que ir, tendrá que ir. Y si soy yo, iré yo. Sinceramente, no me afecta. No tengo que demostrar ahora mismo nada a nadie, porque ya llevo bastante con la selección, desde 2011. Hemos estado al 100%, compitiendo y encima ganando medallas. Si tiene que ir ella, tiene que ir y si tengo que ir yo, iré yo. Por mi lado no hay problema. No es la primera vez que pasa y ha pasado con los chicos con Ibaka y Mirotic".
Ndour está trabajando duro en el pabellón por conseguir la salvación del conjunto insular, pero también para que el seleccionador se fije en ella. Su objetivo está claro, pero no será un "disgusto no estar en París, porque ya he vivido esa experiencia y encima ganando medalla. Me lo tomaré como que no he llegado bien, que no he estado al 100% físicamente. Pero sinceramente, si llego bien y puedo estar física y mentalmente y no me llaman sí que va a ser un disgusto. Pero me lo tomaré tranquilamente. Yo soy así, muy sincera y muy justa con las cosas que hago".
"Sinceramente, si llego bien y puedo estar física y mentalmente y no me llaman sí que va a ser un disgusto. Pero me lo tomaré tranquilamente"
Volver con el Spar Gran Canaria no es el único paso que ha dado Ndour en su camino olímpico. La internacional ha firmado con las Connecticut Sun después de que las Chicago Sky renunciaran a sus derechos. Lo ha hecho para seguir cogiendo ritmo de competición de cara a los Juegos y apurar al máximo su tiempo en la cancha.
"Ese es mi plan. Pero a mí también me gustaría volver a allí, porque llevo por lo menos dos años sin ir allí", apunta Astou que también quiere aprovechar las facilidades que tiene la WNBA para las madres. "Es un buen momento de poder regresar porque allí hay ningún problema de tener una jugadora que es madre encima. Hay bastantes madres que están compitiendo. Por eso he tomado esa decisión, poder volver allí y también ponerme en forma de cara a los Juegos".

Esa compatibilidad entre la deportista y la madre es algo que Ndour está pudiendo llevar con naturalidad. "Hay días fáciles y otros difíciles, pero tengo a mis padres que me ayudan, que es fundamental porque por lo menos puedo entrenar tranquilamente. Pero hay días que te levantas con dolores, tienes que ir a entrenar, tratarte las dolencias… hay momentos que no son fáciles. Pero pase lo que pase dentro de la cancha, fuera siempre te encuentras una sonrisa".
Ndour sabe que esa ayuda externa que recibe es fundamental para que su día a día siga siendo igual y por eso anima a sus compañeras a que den el paso. "La gente muchas veces lo que tiene es miedo, pero desde mi punto de vista se puede compaginar. Hay madres que han sido deportistas de élite y lo siguen haciendo fenomenal. Pero es ese miedo de ver si van a volver a hacer las cosas que hacían antes o si van a tener el físico como antes. Es ese miedo. Pero tenemos que pasar esa barrera de miedo porque lo podemos hacer mucho mejor que antes".