SELECCIÓN FEMENINA DE BALONCESTO

Megan Gustafson, Lorenzo Brown y las polémicas nacionalizaciones: "Esto va sobre lo que pone delante de mi camiseta, no detrás"

La jugadora de Wisconsin, máxima anotadora de la Euroliga el curso pasado, es la gran novedad de España en el Preolímpico que comienza hoy.

Megan Gustafson, en una foto para Relevo. /SALVADOR FENOLL
Megan Gustafson, en una foto para Relevo. SALVADOR FENOLL
Guillermo García

Guillermo García

Para llegar a Port Wing, Wisconsin, hay que ampliar mucho el navegador. Allí, además del Lago Superior, hay poco más en lo que fijarse. Al menos hasta que apareció Megan Gustafson, motivo de orgullo de la localidad y nuevo 'fichaje' de la Selección española tras conseguir la nacionalidad el pasado verano. Un proceso que culmina ahora con su primera convocatoria con España para disputar el Preolímpico de Sopron. Sabe que muchas miradas estarán puestas en ella y que en este país, que busca la crítica con cualquier excusa, la naturalización puede jugar en su contra. Le da igual. Ella sólo mira a París y a disfrutar con sus nuevas compañeras, mientras intenta descifrar lo que dicen a través de DuoLingo, su traductor particular.

Ya estuviste con el equipo en la concentración del pasado mes de octubre para empezar a conocer a tus compañeros, pero, ¿cómo están siendo estos primeros días de trabajo «real»?

Esta yendo todo muy bien. Es cierto que me están mandando muchos conceptos nuevos y muchas jugadas, pero estoy todo el día intentando aprender de todas y de cómo juegan. Esa es la parte más desafiante para mí, pero todas están siendo muy amables a la hora de darme la bienvenida. Además entienden que el español no es mi primera lengua [Risas]. Están siendo geniales ayudándome con las traducciones y todas las preguntas que tengo.

En estos primeros días, ¿qué te pide el seleccionador?

Él todavía no espera que lo dé todo ni que estemos en nuestro mejor momento ahora mismo. Lo que quiere por mi parte es ejecución, ser capaz, entender realmente los sistemas y cómo poder asimilarlos cada día. Ir mejorando poco a poco. No podemos dar nuestra mejor versión ahora mismo, pero podemos ser un 1% mejor cada día.

Siempre has sido una gran anotadora, acostumbrada a que te hagan dobles y triples defensas. ¿Cómo es para ti estar rodeada de un equipo con tanta calidad y poder compartir la bola con ellas?

Me encanta. Creo que ser capaz de tener grandes jugadoras alrededor de ti te permite hacer más cosas que, quizás, no hago tanto si tengo que coger un papel más anotador. Me encanta pasar, especialmente desde el poste alto, y ser capaz de leer más las defensas rivales. Además no tengo que tomar tantos riesgos en términos de tener la necesidad de anotar todo el tiempo. Puedo apoyarme en las demás todo el tiempo. Tenemos tantas armas en este equipo que es muy divertido de ver.

¿Provoca vertigo debutar con España en un torneo tan importante como es el Preolímpico, donde te la jugas casi a vida o muerte?

Es un debut muy interesante, seguro. Sé lo importante que es este torneo y obviamente tener la posibilidad de clasificarnos para los Juegos Olímpicos es algo especial. Pero tan pronto como supe que la Selección estaba interesada en mí, ya sabía cómo iba a funcionar y cómo iba a ser mi primera experiencia. Y aquí estoy. Me encanta. Estoy muy emocionada.

¿Por qué eliges a España? ¿Por qué no esperas a Estados Unidos?

Mira, creo que estaba buscando un equipo que se acoplase al estilo que me gusta. Y creo que el baloncesto español es un estilo de baloncesto muy bonito. Comparten muy bien el balón y es súper rápido. Me encanta su estilo. Y además había escuchado muchas cosas buenas de la Federación Española, de cómo se preocupan de sus jugadoras. Eso es lo que me llamó la atención.

Lorenzo de Albacete y tú serás Megan de otra ciudad española, pero, ¿estás preparada para las crítcias por estar en la Selección como nacionalizada?

Realmente ahora mismo estoy enfocada en el equipo y en cualquier cosa que pueda hacer para ayudar. Al final lo que quiero es ayudar a este equipo a estar en los Juegos. Quiero conseguir una medalla con este equipo, así que estoy aquí para hacer cualquier cosa que necesiten. Voy a hacer todo lo mejor y quiero mostrar todo lo que yo puedo hacer por el equipo. Al final esto no va sobre mí. Esto es sobre lo que pone delante de mi camiseta y no sobre lo que pone detrás.

¿Sería un fracaso no estar en los Juegos?

Espero que no. Obviamente es nuestro objetivo y hay muchas expectativas puestas en nosotras y en que consigamos estar en los Juegos. Creo que si mejoramos cada día como equipo, tanto en entrenamientos como en los partidos, no sabemos exactamente el resultado de los partidos porque es algo que no podemos controlar, pero sí podemos controlar nuestro esfuerzo para conseguirlo.

Hace unos días Astour Ndou dijo que quería estar en los Juegos, pero ambas, como nacionalizadas, no pueden estar en el equipo. ¿Sería una decepción para ti?

Ahora mismo no estoy centrada en lo que puede pasar más allá de este torneo y de este equipo. Estoy aquí para aportar cualquier ayuda que pueda. Y si esto es sólo aquí y ahora, genial. Y si es en los Juegos este verano, será increíble también. Estoy enfocada en el presente y en estar aquí ahora. He jugado con ella hace dos años en Dallas y es una gran jugadora y una gran persona.

¿Te imaginabas a las puertas de disputar unos Juegos Olímpicos hace unos años, cuando crecías en un pueblo tan pequeño como Port Wing?

Por supuesto que no. Venir de una ciudad tan pequeña es increíble ver dónde me ha llevado mi baloncesto, a la WNBA, a la Universidad de Iowa, mi carrera en Europa y ahora con la oportunidad de jugar para la Selección española. No podía haberlo escrito. No podía predecir esto, pero estoy muy agradecida.

Y menos en octavo, cunado por la falta de chicas de tu edad en su pueblo tuviste que jugar en un equipo de chicos. ¿Cómo te recibieron sus compañeros?

Fue muy interesante. Hubo un poco de rechazo al principio. Dudaban de si dejarme entrar en el equipo. Y no los entrenadores o algo parecido, pero había preguntas del tipo de qué pasaba y por qué tenemos que dejar a una chica jugar en nuestro equipo. Pero en cuanto supieron que no había suficientes chicas para hacer un equipo, quisieron que fuéramos capaces de jugar y tener la oportunidad de hacerlo.

Recuerdo un partido en el que los rivales estaban enfadados porque yo estaba siendo muy duras con ellos. El entrenador contrario se dirigió al mío para decírselo. Eso me dio mucha confianza para pensar que podía jugar a un alto nivel. Simplemente salí y fui todo lo dura que pude. No me importaba contra quién estaba jugando y sólo quería demostrar que podía ser tan buena como ellos. Y fue bastante bien

¿Ese día, contra Bayfield, fue el momento en el que te diste cuenta de que podías ser profesional?

Sí. A ver, tengo muy buenos recuerdos de la época en el instituto. Nos clasificamos para el torneo estatal en un par de ocasiones. También me dio la oportunidad de jugar con mi hermana. Y esos fueron los momentos en los que supe que podía hacer algo especial. Pero sinceramente, no podía estar donde estoy hoy sin el apoyo de mi familia. Son los que me llevaban a los entrenamientos, a los partidos y los que me dieron la oportunidad. Porque es realmente difícil tener estas oportunidades siendo de un pueblo tan pequeño como Port Wings. La gente a mi alrededor fue más allá para llevarme donde estoy.

¿Has tenido que luchar contra muchos estereotipos durante tu vida por ser mujer y de un pueblo pequeño?

Creo que esos dos factores me hicieron capaz de jugar al baloncesto. Hay tantos estereotipos con la mujer en general, como que igual no teníamos que estar practicando deportes. Pero creo que hemos hecho un largo camino tanto en la sociedad como en el mundo como para poder hacer cualquier cosa que pensemos. Es divertido ver la exposición y el crecimiento del juego a través de todas las fases del baloncesto y todo el apoyo recibido. Estoy muy agradecida por ello.

¿Qué recuerdas de esos trayectos de más de tres horas para ir a los entrenamientos y los partidos con tu padre?

Sí, realmente eran tres horas y media para poder ir a los entrenamientos. Y de nuevo tengo que decir que estoy muy agradecida a mis padres y a lo que se sacrificaron por mí, para poder llegar a donde estoy hoy. Fueron muchos momentos divertidos. Ellos creyeron desde el principio y eso también me ayudó a creer en mí.

Pero la que es importante en tu carrera es tu hermana Emily

Sí, ella es súper importante. Ella tiene dos años más que yo y tuve la oportunidad de jugar con ella y admirarla mientras crecía. Ella jugaba a los mismos deportes que yo. Fue a la Universidad de Upper Iowa y jugó dos años allí, pero desafortunadamente tuvo que parar por una enfermedad en su cabeza. Así que desde entonces todo lo que hago es por ella. Porque sé que ella podría haber jugado más tiempo si eso no le hubiera sucedido.

¿Cómo has ido manejando durante tu carrera las críticas y el elogio?

Obviamente, cuando hay muchas miradas puestas en ti hay muchas expectativas, pero también va a haber muchas críticas. Creo que realmente lo importante es centrarte en tu equipo, en tus objetivos y tus desafíos. Centrarte en lo que crees. Y el ruido de fuera sólo es eso, ruido. Nos encanta el apoyo, pero a veces hay que ajustarlo y centrarte en lo que tienes frente a ti.

¿Qu´opinas, en 2024, de frases como la del otro día de Michael Porter, cuando dijo que el baloncesto masculino y el femenino son dos deportes diferentes a la hora de hablar de un reparto equitativo de los beneficios?

Es duro. Hemos trabajado muy duro para llegar donde estamos como mujeres deportistas y no es cuestión de desacreditar a nadie en sus respectivos deportes. No es lo que estamos intentando hacer. Lo que queremos es elevar a otras deportistas, a otras mujeres en el deporte. No intentamos que nos den tanto dinero como a los hombres, lo que queremos es los mismos beneficios y porcentaje de lo que generamos. Creo que lo merecemos. Trabajamos muy duro para ello. Espero que podamos conseguirlo. Afortunadamente está mejorando el convenio colectivo de la WNBA desde hace años, con el incremento de los salarios. Espero que pueda continuar.

¿Qué piensa de la regla de priorización impuesta por la WNBA que puede hacer que renunciéis a jugar en Europa?

Es muy duro, honestamente. Muchas de nosotras jugamos fuera de Estados Unidos porque necesitamos más dinero para vivir y para poder vivir con el nivel que queremos, viajando y explorando nuevas culturas y experimentando nuevos estilos de baloncesto. Y me encanta. Quiero jugar en la WNBA y en Europa, así que espero que consideren la posibilidad de cambiar esta regla, porque quiero seguir jugando fuera de Estados Unidos.