El "respeto" del Barça por las remontadas del Real Madrid inunda la previa del tercer partido

El baloncesto está hecho para momentos como este. Y Real Madrid y Barça lo saben a la perfección. El tercer partido de la final del playoff de la Liga Endesa ya está aquí (21:00 horas), ese del que el conjunto de Sarunas Jasikevicius puede salir campeón y al que los de Chus Mateo se aferran para seguir en la lucha por el título. Y aunque lo cierto es que quien menos tiene que perder, al menos hoy, es el conjunto culé, la sensación que ha dejado el entrenamiento matinal de ambos equipos en el WiZink Center es la contraria. Más nerviosismo en las filas azulgrana que en las madridistas. Y aunque Tomas Satoransky aseguraba que "es una situación muy diferente a del 2-0 ante el Partizan", el "respeto" del Barça a la capacidad de remontada del Real Madrid se palpaba en el ambiente.

Eran las 11:45 horas aproximadamente cuando los jugadores del conjunto blanco han salido a realizar la última práctica antes de la gran cita de esta noche. Eso sí, el entrenamiento había empezado un rato antes con una sesión de vídeo para ver qué se puede corregir respecto al domingo. Esto era clave. Aunque ambos equipos plantearon un partido excelso, siempre hay alguna cosa, por pequeña que sea, que se puede mejorar. Y ayer no dio tiempo a hacerlo.

El retraso durante el trayecto del AVE que cogió la expedición blanca la noche del domingo en Barcelona los hizo llegar a más de las dos de la madrugada a Madrid. Y el cansancio dado el desgaste físico que están suponiendo estos playoffs y la altura de temporada en la que nos encontramos hicieron al cuerpo técnico decidir que no hubiera sesión este lunes para que los jugadores pudieran descansar.

Quizá eso fue algo que se notó cuando comenzaron a saltar al parqué en el que más tarde tendrían su última bala para seguir en la lucha por la Liga. Porque a diferencia de lo que iba a ocurrir algo más tarde con el Barça, la tranquilidad reinó durante el tiempo de entrenamiento que estuvo abierto a la prensa. De hecho, hasta hubo alguna broma. Durante la práctica hicieron una rueda de tiros a canasta, Williams-Goss falló el suyo y entonces, entre las bromas de sus compañeros, tuvo que seguir tirando sólo como castigo. Y ese ambiente distendido, a nivel mental, es un punto a favor para un equipo que sabe perfectamente estar en este tipo de situaciones. Y lo más importante: salir bien parado de ellas.

"Seguro que somos capaces de remontar el 2-0. Si no, no estaríamos aquí. Creemos en nosotros, en el equipo, aquí la afición nos apoya y nos manda energía", decía minutos antes el pívot francés Vincent Poirier, que insistía en que "sí hay energía" y que viven "para momentos como este".

Sin embargo, era distinto el ambiente que se respiraba durante la sesión del Barça, donde una calma tensa lo parecía inundar todo. El Barcelona no quiere permitirse el lujo de fallar, no ante un equipo capaz de cualquier cosa como ha demostrado ser el Real Madrid y eso se notaba. "Creo que el equipo tiene que enfocarse sólo en este partido. Ellos saben jugar en estas situaciones, son un equipo con mucha experiencia. Hemos hecho mucho esfuerzo, sobre todo en el segundo partido, para estar en esta situación pero no es el paso definitivo", reconocía Tomas Satoransky. Y eso era lo que, precisamente, se transmitía en el entrenamiento.

El 2-0 no es suficiente. Y lo saben. Para ganar el título -el primero de Liga que se llevaría el base checo con la camiseta culé- necesitan otra victoria. Y el WiZink Center no es una cancha fácil para lograrlo. No al menos ante este Real Madrid. "Creo que es muy difícil y complicado ganar aquí. (...) Sé que vamos a sufrir mucho en este partido y tenemos que estar preparados para todos los escenarios. Es otro gran día, otra gran batalla que nos espera", aseguraba. Mientras que reconocía que, como siempre hace, traía "ropa para más días, solo por si acaso". "Tienes que estar preparado para todo, sobre todo yo que nunca he tenido nada fácil", mantenía.

Por eso, Satoransky insistía en que el Barça no está "en la situación de pensar así [que está todo hecho], sobre todo por la temporada. No hemos conseguido todavía ningún título y creo que la clave es tener más hambre. Tenemos esta ambición y esfuerzo para llevarnos el título, pero de forma humilde porque no será nada fácil", explicó. Para luego hablar del llamado gen o ADN madridista, ese mismo que hizo a los blancos levantar la Euroliga y al que hay que tener "respeto". Aunque, eso sí, para el checo la situación es diferente.

"Creo que es una situación diferente que la de Partizan. Pero está claro que, para ti, como equipo que está a favor 2-0, es muy importante respetarlo, que ellos tienen esa capacidad de remontar situaciones. Es algo que tenemos que tener en cuenta, pero como está siendo esta serie es una batalla por cada posición y va a ser lo mismo", aseguró el checo.

De este modo, todo queda emplazado a la cita de la nueve de la noche. Esa que puede dictar sentencia para alzar al Barça o que, por contra, puede ser un punto de inflexión para un Real Madrid sin red, pero tranquilo.