LIGA ACB

Yo jugué con Anthony 'Toñejo' Randolph, una bestia inconformista: "Con medio cuerpo roto quería mostrar que todavía podía más"

Compañeros y entrenadores desgranan la figura del jugador esloveno que acaba de anunciar su retirada tras 15 años de carrera.

Anthony Randolph se dispone a machacar ante el Valencia Basket./Efe
Anthony Randolph se dispone a machacar ante el Valencia Basket. Efe
Guillermo García

Guillermo García

A pesar de que llevaba año y medio fuera de las canchas, Anthony Randolph todavía guardaba esperanzas de volver a vestirse de corto. Más de 18 meses de espera, trabajando en solitario para mantenerse en la mejor forma posible hasta que le tocó enfrentarse a su rival más duro: la realidad. Esa que ha marcado el final de su tiempo como jugador profesional de baloncesto tras 15 años de carrera.

"Ha sido un viaje lleno de momentos inolvidables, con múltiples campeonatos y recuerdos que durarán toda la vida", apuntaba el jugador nacionalizado esloveno en el mensaje con el que anunciaba su adiós a las canchas. "Estoy verdaderamente agradecido a los entrenadores, preparadores, cuerpos técnicos y compañeros que me han acompañado todo el tiempo. Gracias a los aficionados que han hecho de cada partido algo especial y que han creído. El baloncesto me ha dado más de lo que podía soñar".

El ala-pívot comenzó su carrera en la NBA en unos Warriors que todavía estaban lejos de su mejor versión, pero en los que Curry ya empezaba a despuntar. Tras dos temporadas en San Francisco, Randolph se trasladó a la Gran Manzana para jugar en los Knicks y desde ahí a Minnesota y Denver para poner fin a seis temporadas en la NBA en las que firmó 7,1 puntos y 4,3 rebotes en 252 partidos.

Fue en 2014 cuando Randolph decidió emprender una nueva aventura y se marchó a Krasnodar, Rusia, para enrolarse en las filas del Lokomotiv Kuban. Lo hacía con billete de ida y vuelta, pero el ala-pívot terminó convirtiéndose en una de las grandes referencias del baloncesto europeo. Allí, en la fría localidad rusa, coincidió en su segunda temporada con otra leyenda como Víctor Claver, que también se ha retirado en este 2024.

"Era un jugador con muchísima calidad, muchísimo talento, que lo hacía todo muy fácil, aparte de por su físico, por su calidad"

Víctor Claver

"Era un jugador con muchísima calidad, muchísimo talento, que lo hacía todo muy fácil, aparte de por su físico, por su calidad", recuerda el valenciano en conversación con Relevo. "Luego fuera de la pista era muy reservado, un jugador tímido que expresaba poco, pero que era muy familiar, siempre con su mujer y sus hijos. Donde ha estado ha marcado diferencias".

"Para mí fue un honor y un placer jugar con Anthony porque yo pequeño fui a un partido de Nueva York Knicks cuando él jugaba allí, en la temporada 2010-2011, y luego llegué a jugar con él"

Dino Radoncic

Krasnodar no fue el primer encuentro entre el internacional español con el esloveno: "Compartíamos agencia en Estados Unidos y el primer año que estuve entrenando antes del draft estuvimos cenando juntos. Era muy joven y acababa de debutar en la NBA. Años después nos vimos en Rusia".

Sus dos años en el Lokomotiv le abrieron las puertas de par en par de un Real Madrid con el que lo ganó todo. Como jugador blanco, Anthony Randolph levantó doce títulos: dos Copas de Europa, tres Ligas, dos Copas del Rey y cinco Supercopas de España. Un palmarés envidiable en un equipo donde coincidió con dos jóvenes como Santi Yusta o Dino Radoncic.

Anthony Randolph. Efe
Anthony Randolph. Efe

"Para mí fue un honor y un placer jugar con Anthony porque yo pequeño fui a un partido de Nueva York Knicks cuando él jugaba allí, en la temporada 2010-2011, y luego llegué a jugar con él. Así que la verdad fue un privilegio y algo que recordaré siempre", recuerda el hoy jugador del Betis, que no duda en desmontar el prejuicio sobre un jugador que puede parecer frío, pero es todo lo contrario.

"Anthony fuera de la cancha sigue siendo callado, pero nada de frío. Es un tío muy positivo, un tío al que cada vez que le hablas te va a hablar muy bien, aunque por fuera parezca un poco más frío. La verdad es que detrás hay una gran persona", reconoce Radoncic, que estuvo junto a Randolph durante dos temporadas.

"La verdad es que me ha enseñado muchísimas cosas sobre su trabajo, calidad, cosas que hacer, cosas que no hacer. Tengo buen recuerdo"

Santi Yusta

En ese mismo vestuario estaba Santi Yusta, que sólo tiene buenas palabras hacia el jugador nacido en la base militar estadounidense de Würzburg, Alemania. "Es un orgullo, porque al final es un jugador muy talentoso, que ha hecho grandes cosas en su carrera y poder compartir vestuario con él, la verdad es que me ha enseñado muchísimas cosas sobre su trabajo, calidad, cosas que hacer, cosas que no hacer. Tengo buen recuerdo de eso y ojalá que vaya muy bien ahora", cuenta el jugador de Casademont Zaragoza. "Es un tío muy agradable y simpático dentro de lo callado que es".

"Es muy competitivo. Cuando le conocí entendí porque estuvo tanto tiempo en el Madrid. Me dijo que no iba a firmar con cualquier club que no fuese a competir"

Uros Dragicevic

Una de las personas que más ha trabajado con él durante el año y medio que ha estado intentando volver es Uros Dragicevic. El técnico serbio, exayudante de Sasa Obradovic en Mónaco, entrenó con Randolph de forma individualizada durante los veranos con el objetivo de regresar a la cancha. Pero no quería hacerlo de cualquier manera y en cualquier equipo.

"Es muy competitivo. Cuando le conocí entendí porque estuvo tanto tiempo en el Madrid. Me dijo que no iba a firmar con cualquier club que no fuese a competir. No quería estar en un equipo que cuando le tocase jugar contra Madrid o Barça fuese de turismo y a perder por 20 puntos. Eso lo tenía muy claro desde el primer minuto y por eso quería trabajar e invertir mucho tiempo en su trabajo", reconoce el serbio, que también apunta a la profesionalidad de Randolph como otra característica.

"Venía cuatro o cinco veces por semana y no hubo ningún momento donde no se tirara por el suelo, donde no cambiara dos veces de camiseta en cada sesión. Eran como unos entrenamientos de equipo. Él quería demostrar que todavía podía, con todas las lesiones que tenía, con medio cuerpo roto, él quería mostrar que todavía podía más".

Al final no pudo ser y Randolph ha terminado anotando su última canasta, pero en lugar de un balón lo que dejó en la canasta del WiZink fue una camiseta que ya es historia del Real Madrid, donde estuvo 7 temporadas y donde se convirtió en referente para Pablo Laso y en uno de los jugadores más queridos por la afición blanca.