LIGA ENDESA

Joan Peñarroya quita hierro a la crisis de un Barça que ya es peor que el de Roger Grimau

El técnico confía en que darán "la vuelta a la tortilla", pero los resultados cosechados hasta la fecha están por detrás de los de hace una temporada.

El entrenador del Barça, Joan Peñarroya, durante el Clásico. /ACB PHOTO/MARÍA JIMÉNEZ
El entrenador del Barça, Joan Peñarroya, durante el Clásico. ACB PHOTO/MARÍA JIMÉNEZ
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

En el Barça no hay nerviosismo. Ni siquiera pese a que los resultados en lo que va de temporada son peores que los que lograron hace un año, cuando por estas fechas hubo un gran runrún en torno al entonces entrenador, Roger Grimau. Y ahí lo cierto es que los datos no mienten. Porque tras la derrota de este domingo ante el Real Madrid, si uno hace la comparativa comprueba que en la Liga Endesa el balance es de 7-6 y el equipo ocupa la octava plaza, mientras que en la misma jornada 13 de hace un año, los blaugranas eran terceros, con un balance de 9-4. Y en la Euroliga, la situación es prácticamente igual.

Los de Joan Peñarroya terminaron la primera vuelta de la competición continental décimos; es decir, en la última plaza que da acceso al playin, con un balance de 9-8. Mientras que hace un año, el equipo culé era tercero con un balance de 11-6. ¿Y qué ocurrió en la que fue la jornada 18? Que mientras que hace un año lograron ganar al Real Madrid en la Euroliga y eso fue un impulso -el Barça firmó un gran enero y sólo cayó ante el Anadolu Efes a domicilio-, este año acabaron claudicando hace unos días ante el Estrella Roja.

Sin embargo, esta vez la situación o la lectura que se hace desde dentro del club culé es diferente. Y así lo muestra el discurso externo e interno. Porque, aunque el Barça siga mostrando una gran dependencia de Jan Vesely y cuando el pívot está en la pista todo parece más sencillo y fluido -sin él, parece que el equipo se apaga y ni siquiera el arreón que trató de hacer Chimezie Metu, uno de los grandes aciertos de la planificación al menos hasta la fecha, fue suficiente este domingo ante el Real Madrid (73-71)-, sigue sin encontrar una identidad clara. Más allá del arrebato de talento individual que puedan tener jugadores como Kevin Punter, al que parecen buscar todos a veces sin siquiera orden, o de Jabari Parker.

¿Qué ocurre? Que esto lleva siendo la seña culé (o el pero, mejor dicho) desde casi el principio de temporada. Y les está saliendo caro. Porque, aunque a veces esas explosiones les hagan llevarse la victoria, la continuidad no logra aparecer. Y el discurso interno y externo sigue apelando a una paciencia que, entre la parroquia azulgrana, se va borrando cada vez más.

"Estoy contento, sobre todo, de la actitud del equipo. Ha sido un partido al que no le hemos perdido la cara en ningún momento, en el que hemos sabido sufrir y, aunque íbamos por detrás en el marcador, no nos hemos despegado nunca, dando la sensación de que podíamos entrar", explicaba Peñarroya. Y es que este bien parece un guion que se ha repetido ya en otras ocasiones esta temporada.

"Está pasando en estas últimas semanas que se nos escapan partidos como este en las últimas acciones", reconoció el técnico, tras lo que aseguró que confía en dar con la tecla para "darle la vuelta a la tortilla": "Como les he dicho a los chicos, hay que mejorar situaciones, pero le daremos la vuelta a la tortilla". Pero el problema parece estar en que no logra identificar ese 'pero' que les hace no terminar de encontrarse.

"En los partidos igualados tenemos que mejorar algún rebote que se nos ha escapado en momentos importantes, alguna falta que les lleva al bonus en la que podemos estar un poco mejor, detalles en ataque. El equipo está en la línea de mejorar, sabe que tiene que mejorar esas situaciones. Nos está faltando algo para ganar estos partidos, pero lo vamos a encontrar", admitió el técnico en una rueda de prensa en la que tuvo apoyo, porque el general manager culé, Juan Carlos Navarro, estuvo presente durante la misma, escuchando lo que manifestaba el técnico desde el fondo de la sala.

Ahora, el Barça tiene por delante el duelo ante el Paris Basketball el viernes y ante un Juventut Badalona que ya sabe lo que es tumbar y poner contra las cuerdas a equipos Euroliga. Todo ello, antes de una semana con tres partidos, en la que además de visitar al Bàsquet Girona, tiene que ir a Mónaco y a Gran Canaria, como previa de la doble jornada en la que les toca recibir en el Palau al Panathinaikos y al Anadolu Efes. Y aquí es posible que la paciencia que en cierto modo pide el club y Peñarroya se termine de agotar por parte de la afición.