Imperfecto Marc, forever

Unos vaqueros, una camiseta, un cine pequeño de barrio. Un repaso a su carrera y una elección del lugar y el momento. Se retira.
- Final d'un capítol. Gràcies
— Marc Gasol (@MarcGasol) January 31, 2024
- End of a chapter. Thank you
- Final de un capítulo. Gracias pic.twitter.com/p6qeigl4BE
Marc entró en nuestras vidas por sorpresa, en una final de un Mundial donde parecía que llegaba como "enchufado", pero que su labor en dicho partido aguantando a otro con más kilos que él nos dio la esperanza de tener más posesiones y terminar ganando el partido más grande de la historia de nuestro baloncesto sin que pudiera jugar su hermano mayor. Imposible contar su historia sin mencionar a Pau Gasol.
Marc era un adolescente feliz en Memphis, jugando basket escolar mientras su hermano se convertía en fenómeno NBA y europeo. Su estatura, manos e inteligencia le devolvieron al Barça en el peldaño previo al primer equipo, pero algo no funcionó, Ivanovic prefería a pívots de más movilidad, no encontró el espacio ni el tiempo de juego para Marc.
Entonces no sabíamos qué podía ser, porque se mediría siempre con el fenómeno del primogénito y ese peso más el que traía propio parecía que sería demasiado aplastamiento moral. Girona fue su vía de escape, su lugar en el mundo, en el córner de la península. Girona y Saitama. Esquinas de un mismo mundo.
Y demostró inteligencia en cada uno de sus desplazamientos, en cada uno de sus pases, en cada una sus ideas. Sus palabras salían con tanta pasión y con tanta humanidad que a veces no le entendíamos, pero no hacía falta. Por los hechos le conocimos, cambio de alimentación, cambio de físico, velocidad crucero para dominar la Liga ACB mientras Pesic sonreía.
Si Pau es lo solemne, Marc es un guiño a otros baloncestos. A los niños y niñas que no tienen el físico ideal, a los adolescentes de gestos de cariño impetuosos, a los giros en historia de la NBA. El traspaso de su hermano a Lakers parecía un robo ¿Qué recibían los Grizzlies? ¿Los derechos del hermano malo y gordo? No, el hermano paciente de gratificación tardía. No iban a llegar las cosas por explosión y florecimiento temprano.
Marc Gasol no podría igualar la trayectoria en la tierra de Elvis. Lo hizo.
Marc no podría ser All Star. Lo hizo. Tres veces.
Nadie puede ser Jokic, el mejor pívot pasador. Marc fue el ProtoJokic. Lo hizo y lo disfrutaron sus compañeros.
Marc no podría ser mejor defensor del mundo en una liga de jugadores con cohetes en las piernas. Su veloz instinto lo hizo.
Marc no podría ganar un anillo, el tiempo se acababa. Su hermano sería el único español campeonando. Saltó a Canadá a tiempo. Y lo hizo.
Nadie podría en activo ascender a un club del que era propietario. Marc se hizo eterno para Girona. Club y ciudad.
Marc Gasol ha dejado imágenes para la historia, desde su estatura, desde su talento como jugador y desde la naturalidad de no tener que impostar formas de ser, opiniones y reacciones ante como venía la vida en cada momento. Un deportista profesional sin ganas de ser el mejor ejemplo posible 24/7, se agradece.
¿Y ahora qué? Pues a seguir siendo Marc. Su carrera ha sido histórica, contra todo pronóstico.