La ACB remite a Antiviolencia los gritos de "asesino, asesino" a Yabusele

El tercer partido entre Real Madrid y Joventut en el Olímpic de Badalona estuvo repleto de tensión. Sobre la cancha, dos equipos cargados de intensidad ante la urgencia de lograr un triunfo que les acerque a la final de la Liga Endesa. Esa tensión pasó a la grada, desde la que un grupo de aficionados gritaron a Yabusele: "Asesino, asesino". La Penya ya se ha disculpado y solicita a sus aficionados que no vuelvan a repetirlo. La ACB no suele pronunciarse en estas ocasiones, pero ha emitido un comunicado oficial, lamentando lo sucedido y tomando cartas en el asunto:

"La acb lamenta profundamente los cánticos que se han escuchado durante el Joventut Badalona - Real Madrid, en el que una parte de la grada local llamó 'asesino, asesino' al jugador visitante Guerschon Yabusele.

Dicha situación ha sido incluida por parte de los árbitros en el acta oficial del partido, dando inicio al proceso ordinario en el Comité de Competición de la Federación Española de Baloncesto para las competiciones acb. Asimismo, la acb remitirá informe a la Comisión Antiviolencia".

 Por su parte, el Joventut emitió otro comunicado condenando lo sucedido:

"En relación al partido entre el Joventut Badalona y el Real Madrid celebrado ayer, el Club Joventut Badalona manifiesta su total repulsa a los cánticos e insultos efectuados por una parte de la grada contra un jugador del equipo contrario. Queremos igualmente manifestar que, inmediatamente después de que tuvieran lugar dichos cánticos, desde el Club, de forma proactiva, se tomaron las medidas y se impartieron las instrucciones oportunas para la terminación de éstos, hasta el punto de que dejaron de producirse.

Este tipo de actitudes no son congruentes con los valores de la Penya, basados en un profundo respeto a los intervinientes en las competiciones deportivas, tanto a organizadores como a equipos arbitrales, rivales y aficionados, propios y del equipo contrario. Finalmente, desde el Club reiteramos nuestra más enérgica repulsa a este tipo de comportamientos en nuestras instalaciones y en cualquiera de las pistas donde nuestros equipos disputan sus partidos. Por eso, rogamos a nuestros aficionados que mañana lunes asistan al Palau Olímpic que animen todo lo posible a nuestro primer equipo para batir deportivamente al rival y así forzar el quinto partido de la eliminatoria, exigiéndoles al mismo tiempo que se abstengan de proferir insultos a cualquier participante, ya sea oralmente o mediante pancartas en el Palau Olímpic.

Ser la cuna del baloncesto representa un gran honor, pero también comporta una inmensa responsabilidad. Debemos custodiar, honrar y seguir los valores con los que se fundó el Club en 1930, entre ellos, los de respeto y convivencia, para seguir siendo ejemplo de deportividad. ¡Força Penya!".

El trío arbitral formado por Carlos Peruga, Óscar Perea y Fabio Fernández tuvo que parar en dos ocasiones el encuentro para que desde megafonía avisaran de que parasen cánticos de esa magnitud contra el jugador madridista. Posteriormente, pese a los avisos, lo volvieron a cantar. El ala-pívot fue el gran señalado del partido y él, un jugador caliente, se mostró molesto por lo sucedido. Uno de los detonantes fue una antideportiva de Tomic sobre Yabusele, al propinarle este un codazo.

Fue al tercer aviso, cuando el madridista hizo gestos ostensibles con el rostro de no estar conforme con lo que le estaban cantando. Eso se trasladó a la cancha, con minutos cargados de tensión, con faltas duras por parte de ambos equipos. Mientras, la grada, no conforme con el arbitraje, ovacionaba irónicamente las faltas señaladas a su favor y criticaba a la competición: "Puta ACB".

Pero fue Yabusele el más afectado. El francés recibió una sanción de cinco partidos por hacer una llave de judo a Dante Exum, al que provocó una pequeña lesión. Eso le hizo perderse la Final Four, en la que el Real Madrid conquistó su undécima Euroliga. Para muchos, aquel castigo fue insuficiente.

En la ACB, por supuesto, continuó jugando como si nada, ya que la competición no entró a juzgar lo ocurrido en otro torneo completamente distinto. Sin embargo, algunos aficionados apuestan por recriminar su actitud a Yabusele. Un comportamiento que es válido, bajo la libertad de expresión, pero que adquiere tintes erróneos cuando entran en juego calificativos como "asesino".

Los árbitros así lo hicieron saber a los miembros de la mesa, que pidieron tranquilidad a su gente. También a los entrenadores, con la responsabilidad de que el comportamiento de los jugadores no fuera a más tras minutos de enorme tensión. Afortunadamente, no hubo que lamentar ningún incidente a lo largo de la primera mitad.

Lo cierto es que la afición del Joventut se ha caracterizado a lo largo de los años por una actitud ejemplar. Por ejemplo, en la pasada Copa del Rey fueron trasmisores de hermandad y buen rollo junto a otras aficiones. En esta ocasión, parte de su grada se ha equivocado con los fuertes calificativos sobre Yabusele, pero tampoco es representativo de un núcleo que lleva la deportividad por bandera.