El "fuego interno" y un arsenal infinito que explica el momentum de Markus Howard
El base del Baskonia, máximo anotador de la ACB, se sometió a un exhaustivo trabajo en verano para no repetir los errores de la pasada temporada.

Markus Howard aterrizó en Europa la pasada temporada y desde su llegada se destapó como un anotador compulsivo. Un jugón que apenas necesita un bote y un centímetro de separación para armar el brazo y bombardear el aro rival. Máximo anotador de la Liga Endesa, segundo en Euroliga donde es el máximo triplista, sus argumentos ofensivos infinitos para convertirse en una de las grandes referencias del Viejo Continente y en una de las piezas más codiciadas del próximo mercado de verano.
Mientras, él sigue perforando aros con un Baskonia que vuelve a mirar hacia arriba tanto en la Euroliga como en la competición doméstica y lo hace con el base centrado en no cometer los errores que provocaron el desplome vitoriano en la segunda mitad de la temporada el curso pasado.
"Es nuestro fuego interno. Ninguna temporada es perfecta. Hay muchos altibajos, pero queremos usar lo que sucedió el año pasado, corregir y aprender de nuestros errores", aseguraba el base a Relevo en la presentación de la Liga Endesa. Y pese al irregular comienzo de curso la nave vitoriana va recuperando el rumbo para soñar con los playoffs tanto en Europa como en ACB. "Aprender de los errores. Ese es el tema. Estoy seguro de que haremos todo nuestro poder para tratar de corregir esas cosas".
Howard lo ha puesto en práctica desde el primer minuto de esta temporada. Incluso desde antes. Desde una pretemporada en la que ni sabe cuántos tiros pudo hacer y que le sirvió para añadir "cosas diferentes al juego para que sea más difícil para mis defensores. Espero poder mostrar todo en lo que he estado trabajando". Era un reto para él, volver a sorprender a sus rivales, que ya le tenían tomada la matrícula tras su primera temporada. Y lo ha solventado.
Récords y triples... por la gracia de dios
El base de Morristown parece querer superarse a sí mismo y tras dominar la Euroliga la pasada temporada como el máximo anotador desde 6.75 del torneo continental, en diciembre volvió a hacer historia con 29 triples convertidos en todo el mes, convirtiéndose así en el jugador que más tiros de tres ha anotado en un único mes. Y la racha sigue en un enero en el que Howard ha vuelto a demostrar que cuando está inspirado, pocos en Europa como él.
"Hay muchos altibajos, pero queremos usar lo que sucedió el año pasado, corregir y aprender de nuestros errores"
"Todo lo que tengo no sería posible si no fuera por Dios". Son las palabras que le acompañan desde siempre. Desde que comenzó a jugar al baloncesto y desde que empezó a destacar por su facilidad para anotar en el aro rival. "Estoy agradecido por todo lo que él me ha dado", aseguraba en una entrevista a pie de cancha tras su último partido en la NCAA.
Y no son palabras vacías, que se quedan en el aire sin más. Para Howard cada una de ellas tiene significado y lo demuestra con sus actos. Nada más entrar en Marquette lo primero que busco fue la capilla más cercana para poder orar, usa el número '0' desde su etapa universitaria para recordarse a sí mismo que sin la ayuda de Jesucristo "no sería nada". Además, antes de cada partido lee un versículo de la Biblia y reza justo antes de saltar a la cancha.
"Dios es todo. Para mí eso es la base de lo que hago. Lo que he construido mi vida y lo que hago es gracias a mi fe"
Hay más. Howard no sólo le dedica a Dios cada una de sus canastas (y son muchas a lo largo de los partidos) sino que también le entrega parte de su trabajo. En su tercer año de universidad, tras pasar el verano en Costa Rica construyendo pistas de baloncesto para las comunidades más necesitadas, el base creó la Fraternidad de Atletas Cristianos, con los que empezó a hacer lecturas de la Biblia.
"Dios es todo. Para mí eso es la base de lo que hago. Lo que he construido mi vida y lo que hago es gracias a mi fe. Las cosas en las que he crecido y las cosas en las que creo", apunta un Howard que ha recuperado su mejor versión para, tras el batacazo de quedarse sin Copa del Rey, volver a meter a Baskonia en lo más alto. "Mi fe y mi base son todo. La razón por la que puedo hacer lo que puedo hacer es porque Dios me ha dado la posibilidad. Eso nunca cambiará para mí y siempre será mi número uno".