La dependencia de Facundo Campazzo del Real Madrid es un hecho... y un 'problema': "Necesitamos del mejor Facu para funcionar bien"

"Todo el mundo sabe que nosotros necesitamos del mejor Facu posible para funcionar bien, es absolutamente clave". Así de claro lo dijo Chus Mateo este domingo tras lograr una sufrida victoria ante el Dreamland Gran Canaria (83-77). Y si algo ha demostrado el Real Madrid esta temporada es que tiene Campazzodependencia. Para bien y para mal. Y la realidad es que esto también es algo que buscan atacar los rivales. Porque el único que lograr hacer algo para erradicar esa ausencia de juego colectivo que tiene el equipo blanco esta temporada es el argentino… y sin él el Real Madrid no termina de encontrarse.

La falta de fluidez en el juego colectivo está siendo uno de los problemas esta temporada del Real Madrid. Los blancos, salvo destellos de calidad individual de algunos jugadores, no terminan de compartir el balón y de crear juego. De hecho, esto es algo que se nota y mucho en la figura de Facundo Campazzo. O, mejor dicho, cuando el base no está en pista. Hasta el momento, la media de asistencias del equipo blanco en la Liga Endesa es de 15,3, de las que 5,1 salen de las manos del argentino. Es decir, él acumula más de un 33% de las asistencias de todo el equipo… y sí, es una cifra bastante alta. Porque en lo que se traduce es en que es el único que logra mantener consistencia en sus pases a la hora de asistir de cara a aro… y ahí uno de sus mayores socios es Edy Tavares.

Lo cierto es que, pese a que sigue siendo el líder en esto, si uno mira lo que fueron las siete primeras jornadas de Liga Endesa y las ocho primeras de Euroliga del año pasado, Facu ha bajado en un punto su porcentaje de asistencias (en Euroliga ha bajado de 8,25 a 7,4 y en ACB de 6,57 a 5,1). ¿El problema? Que la retirada del Chacho se está notando mucho en este sentido y el hecho de que Andrés Feliz esté lesionado no ayuda. Porque ante ello, lo que se está viendo son minutadas de Campazzo.

Este domingo superó los 33 minutos en pista, después de haber jugado más de 28 el jueves en Milán y más de 29 el martes ante Maccabi. Es decir, ha jugado más de 91 minutos en seis días. Pero lo cierto es que, salvo dos partidos (en los que el Real Madrid logró una victoria cómoda: Girona y Manresa) en el resto ha superado los 20 minutos en pista… y hasta rozado (o, como este domingo, superado) los 30. ¿El problema? Que esto mismo ocurre en la Euroliga, donde salvo dos partidos, Estrella Roja y Olympiacos en los que jugó 19:19 y 23:10 minutos, en el resto ronda la media hora sobre el parqué. Y es que a día de hoy el Real Madrid no consigue mantener la solidez suficiente para aguantar -y a veces ni con esas- si no está él en pista y la bola sale de sus manos.

Aunque lo cierto es que en ocasiones, como este domingo, la dupla Abalde-Rathan-Mayes no lo haga mal -el propio Chus Mateo dijo del gallego que "es un profesional como la copa de un pino. Un chico que está dispuesto a lo que se le pida, defensa, trabajo de subir el balón, rebotear, tomar tiros importantes, cada vez es más maduro y con más conocimiento del juego. Él se ha dado cuenta de que necesitamos gente de su carácter y conocimiento, de su estilo, para dar un impulso para entender cómo jugar"- o incluso también salgan algunas cosas con Sergio Llull como '1' -aunque se quedó esta última vez en el banquillo por una "pequeña roturilla en el aductor", según Chus Mateo-, el único jugador que está siendo capaz de cambiar el chip de los suyos e insuflar ritmo sobre el parqué es el argentino. 

Este mismo domingo, tras ese 6-14 de inicio de los canarios, fue el base quien logró meter más fluidez y reenganchar al Real Madrid hasta ponerlo por delante. Y en los últimos ocho minutos del último cuarto, esos 14 puntos sin fallo del argentino (acabó con 20) y sus 9 asistencias totales hablan por sí solos. Y de ahí que Chus Mateo se vea abocado a tener que mantenerlo en pista el máximo tiempo posible.

Más que nada porque en duelos en los que la igualdad reina, es quien principalmente logra mantener la cabeza fría para poder seguir armando jugadas y pelear por la victoria. Todo ello en un ambiente de "ansiedad", como lo ha llegado a tildar en alguna ocasión el técnico blanco, que está viéndose de forma repetitiva en las filas del Real Madrid. Y dada la carga que está teniendo, lo cierto es que apremia la vuelta de Feliz (quizá a finales de esta semana o la próxima ya pueda tener algunos minutos) y que haya más equipos que tiren de galones para liderar al Real Madrid en este sentido.