Chus Mateo y un bicentenario en el momento más crítico en dos años: un 75% de éxito… y otro tanto de runrún
El técnico acumula 150 victorias en sus 200 partidos como entrenador del equipo blanco, efeméride cumplida ante el Unicaja en otro momento delicado.
El camino de Chus Mateo en el Real Madrid de baloncesto está siendo de todo menos plácido. A pesar de sumar cinco títulos de los nueve que ha disputado (Euroliga, 2 Supercopas Endesa, ACB y Copa del Rey) y de haber sumado muchas más victorias que derrotas, el transatlántico blanco ha tenido que enfrentarse a diferentes tormentas durante la travesía. Y en más de una ha estado a punto de naufragar.
La derrota en la Copa del Rey de Badalona, la marcha irregular en su primer curso como primer entrenador en la Casa Blanca o la derrota (3-0) en la final ACB ante el Barça fueron las primeras marejadas a las que tuvo que hacer frente el técnico madrileño en su primera temporada al timón de la nave. Salvó el escollo y entró en las aguas plácidas de su segundo curso en el que batió todo tipo de récords con su inicio de curso y terminó con tres títulos como botín.
Una montaña rusa de sensaciones que ha ido desde la crítica más feroz a la loa más exagerada. Y en el centro, la normalidad de un personaje que no se ha dejado llevar por ninguna ola y que en su tercera campaña ha tenido que hacer frente de nuevo al mar picado y a tifones que han vuelto a hacerle tambalearse al frente de un equipo con el que ha cumplido ya 200 partidos como primer entrenador.
👔✨ ¡@MateoChus, 200 partidos como entrenador del @RMBaloncesto!#RMBaloncesto pic.twitter.com/9HMK3OQoZz
— Real Madrid Basket (@RMBaloncesto) December 8, 2024
Y una vez más Mateo ha vuelto a salvar el iceberg. Lo ha hecho cuando peor pintaba la situación, tras dos derrotas en Euroliga y una situación inédita en el Viejo Continente en los últimos 22 años. Fue en la temporada 2002-2003, con Javier Imbroda al frente del banquillo, cuando el conjunto madridista firmó también ocho derrotas en las 14 primeras citas europeas. Unos resultados que acabaron derivando en que el Real Madrid ni siquiera pasase de la primera ronda del entonces formato de la competición europea.
Fueron las horas más críticas de Chus Mateo y justo antes de cumplir 200 partidos al frente del equipo. Una cifra redonda que el Madrid salvó ganando a Unicaja en uno de los mejores partidos del equipo blanco hasta la fecha. "Lo hemos entendido bien y hemos estado sólidos atrás y defensivamente muy consistentes y eso es lo que buscamos tener con más regularidad", apuntaba el técnico madrileño tras volver a ganar.
Un verbo que Mateo ha conjugado con regularidad en estos más de dos años al frente del equipo. De hecho firma uno de los mejores porcentajes en la historia del equipo en esos primeros 200 partidos. Chus Mateo ha salido victorioso en 150 de estos primeros duelos en el banquillo del WiZink Center, lo que supone un 75% de triunfos a su favor. Unos números que valdrían a cualquiera, pero que son complicados de sostener en el Real Madrid cuando las derrotas vienen muy de seguido, como ha sucedido en muchos tramos de este curso.
"Estas cosas, pues, le han pasado otras veces y de una manera u otra, resucita. Al final, por mucho que le pongan zancadillas, él va a terminar levantándose
Mateo ha convivido con el runrún sobre su futuro (escuchando nombres como el de Scariolo en el horizonte) y también con los pitos como los que escuchó tras el último tropiezo continental. Sin embargo, una vez más ha conseguido calmar las aguas con una victoria balsámica. Es la nota dominante en toda su carrera.
"Su carrera es un camino lleno de espinas", recordaba Paco Aurioles, actual técnico ayudante de Unicaja y padrino de uno de los hijos del técnico madridista en un reportaje en Relevo a principios de año. "Nunca lo ha tenido fácil. Ha sido como si todo el mundo estuviera contra él y en su primer año fue así. Cada vez que se perdía un partido, era una crisis de gobierno. Cuando perdía un partido ya decían que había que cambiar. Estas cosas, pues, le han pasado otras veces y de una manera u otra, resucita y se vuelve a encajar porque su talento es muy grande. Su talento como persona del baloncesto es muy grande. Al final, por mucho que le pongan zancadillas, él va a terminar levantándose". Como ha hecho ya 200 veces.