Cómo el 'caso Bango' y la negociación con Valencia Basket explican la nueva política de mercado de Casademont Zaragoza
El club maño está implantando una filosofía diferente a la hora de fichar jugadores para que sean inversiones de retorno si salen a otros clubes.
Hace unos días que Jilson Bango, pívot de Casademont Zaragoza, estaba en el foco ante la posibilidad de que cambie de equipo en la Liga Endesa. Valencia Basket, que está en busca de un '5' físico -perfil con el que el joven jugador interior del equipo maño casa a la perfección-, había sido situado en la órbita de posible destino del jugador. Y lo cierto es que Casademont Zaragoza se mostró abierto a negociar. Y es que si algo tiene claro el club maño es que el baloncesto también es un negocio y que, dado lo ocurrido con anterioridad, no están cerrados a negociar por ningún jugador siempre y cuando consigan un rédito de esa transacción.
"Mi agente me dijo que Valencia había mostrado interés y hablado con él, pero eso es lo único que sé. (...) Yo firmé un contrato con el Casademont Zaragoza y estoy aquí para jugar. No sé lo que puede pasar dentro de dos días, en una semana o en tres", reconocía el propio Bango hace unos días en una entrevista con Relevo. Y es que lo cierto es que ha habido contactos entre ambos clubes por el pívot.
Según ha podido saber Relevo, dentro de todo el runrún generado por el hecho de situar al jugador en la órbita de Valencia Basket, lo cierto es que el Casademont Zaragoza actuó como marca la nueva política interna del club: llamó a Valencia Basket y le dijo que si querían a Bango, ya que buscaban ese perfil, que se sentaban a negociar por él. ¿Esto a qué se debe? Principalmente a dos motivos.
Aerolíneas Jilson Bango ✈️✈️
— Casademont Zaragoza (@casademontBZ) October 2, 2024
¿Permiso para aterrizar, @airhorizont_? 😌 pic.twitter.com/NsSAoK0GOd
El primero, que en Zaragoza tienen claro que ante una oportunidad de mercado que pueda dejarle liquidez, la van a aprovechar. Y en segundo, aunque no menos importante, que lo van a hacer intentando negociar desde el inicio todos los puntos para así evitar salidas como la de Stefan Jovic, precisamente hace un año, al club taronja, que apenas dejó unos 300.000 euros en caja.
De hecho, que Bango fuese puesto por Zaragoza sobre la mesa ante Valencia Basket no es algo nuevo, aunque sí haya sido quizá el caso más llamativo. Ya hace un año la operación con el exNBA Jahlil Okafor fue prácticamente similar. Casademont Zaragoza apostó por el estadounidense, ante las dudas sobre si se adaptaría o no al baloncesto FIBA tras haber jugado en la G-League después de años en la NBA. Cuando el jugador comenzó a despuntar y mostró que sí, hubo contactos con equipos extranjeros, en este caso China, que quisieron ficharle y Zaragoza, tras negociar su salida y sacar rédito económico, lo vendió.
De este modo, con esta política de compra-venta, Casademont Zaragoza busca revalorizar así las inversiones que hace, con el fin de mejorar su economía, algo que se antoja clave para muchos clubes para poder mantenerse en la élite.